Con un mercado global estimado en más de 2.180 millones de dólares para 2023 y 65.780 millones para 2032, según datos de Precedence Research, la Web 3.0 es la tercera generación de la World Wide Web (WWW), la red informática mundial de páginas públicas que conforman la Internet como lo conocemos.
Gráfico: Precedence Research.
Se trata de un nuevo paradigma de conectividad donde el Blockchain, la descentralización, la Inteligencia Artificial y las transacciones automatizadas (contratos inteligentes) empoderarán a los usuarios y empresas, que podrán proteger sus datos de manera más eficiente.
Sin embargo, el camino para la Web 3.0 no está desprovisto de retos, ventajas y desventajas que veremos a continuación.
¿Qué es la Web 3.0 y Web3?
McKinsey habla de la Web3 como un término utilizado para describir la próxima iteración de Internet, basada en la tecnología blockchain y controlada comunitariamente por sus usuarios. Otros hablan de la Web 3.0 como la web semántica.
Gráfico: Antier Solutions.
El término ‘Semantic Web’ es adjudicado al llamado padre de Internet, Tim Berners-Lee quien acuño el Web 3.0, mientras que el término Web3 se le atribuye al cofundador de Ethereum, Gavin Wood en 2014. Sin embargo, para algunos, la Web 3.0 usa elementos de la Web Semántica aunque no son exactamente lo mismo.
Wood describió a la Web3 como una versión de internet descentralizada y más democrática que la actual: “Web3 es realmente una especie de visión alternativa de la web, donde los servicios que utilizamos no están alojados por una sola empresa proveedora de servicios, sino que son una especie de cosas puramente algorítmicas que están, en cierto sentido, alojadas por todo el mundo“.
Algunos analistas como Gartner suelen calificar la Web3, Web 3 y Web 3.0 como lo mismo.
¿Para qué sirve?
Según Gartner, la Web 3.0 facilita las interacciones entre usuarios sin pasar por plataformas centralizadas ni intermediarios, pero no se espera que la Web 3.0 adelante a la Web 2.0 en el entorno empresarial antes de finalizar la década.
Gráfico: Apptopia.
No obstante, algunos nichos de mercado están más adelantados que otros en su adopción. Como muestra, según datos de Statista, para mayo de 2022, casi el 46 % de todas las aplicaciones que se describían a sí mismas como soluciones Web 3.0 eran aplicaciones basadas en el sector financiero.
Aplicaciones: Dónde se aplica la Web 3.0 y qué servicios ofrece
Debido a sus beneficios, cada día se están generando más aplicaciones (apps) Web 3.0 que cubren nichos desde el desarrollo de nuevos tipos de navegadores para Internet (browsers) hasta el almacenamiento de datos de forma descentralizada e incluso el mismo Metaverso.
Gráfico: Tasty Crypto.
Al hablar de apps Web 3.0 nos referimos a aplicaciones descentralizadas que aprovechan la tecnología blockchain para una mayor eficiencia y privacidad. Más específicamente, algunas aplicaciones de la Web3 son:
- Los Tokens no fungibles (NFT): Gartner los define como un elemento digital único programable basado en blockchain que demuestra públicamente la propiedad de activos digitales, como arte digital o música, o activos físicos tokenizados, como casas, coches o documentos.
- Navegadores Web3: Se trata de browsers de código abierto, que bloquean anuncios y eliminan el rastreo de usuarios, se enfocan en la seguridad y añaden billeteras criptográficas para que los usuarios puedan negociar con tranquilidad.
- Criptoactivos: Las criptomonedas servirán como uno de los activos de intercambio en la Web3.0 no solo en la Internet convencional como lo conocemos, sino también en videojuegos, mundos virtuales y el Metaverso. Gracias a ello, las empresas pueden crear sus propias divisas que serán respaldadas por la seguridad del Blockchain.
- Metaverso: Una de las grandes tendencias y con impulsores como Meta, Microsoft y Google, el Metaverso permitirá construir nuevas identidades en mundos digitales que serán respaldadas usando las bondades del Web3.0.
Características: Los rasgos distintivos de la Web 3.0
Gracias a su potencial y aplicaciones, para construir una Internet más segura y confiable para todos, ¿cuáles son las características esenciales que definen a la Web 3.0? Algunos de los pilares esenciales para su construcción son:
- Descentralización: A diferencia de sus antecesores, donde la información estaba concentrada por unos pocos gigantes tecnológicos, la Web3.0 quiere descentralizar los datos de manera que puedan almacenarse simultáneamente en varias ubicaciones. Esto no solo la hace más segura, sino que también es responsable con los datos personales, permitiendo administrar identidades y datos descentralizados.
- Inteligente: A pesar de las grandes inversiones, las versiones anteriores de la web no eran especialmente hábiles para entender lo que querían hacer sus usuarios. Por fortuna, la Inteligencia Artificial y el Machine Learning han logrado que esto cambie. Nos dirigimos a un Internet donde, a través de los datos y los Metadatos, las máquinas puedan entender realmente lo que quieren las personas, interactuando más fácilmente y mejorando la experiencia de uso.
- Automatizada: Uno de los principales protagonistas del Blockchain y, por consiguiente, de la Web3 son los Contratos Inteligentes. La Web 3.0 tendrá una mayor interoperabilidad entre aplicaciones donde serán automatizadas facilitando las operaciones y transacciones en la red.
- Segura: Gracias a la inmutabilidad de las cadenas de bloques, la Web 3.0 será más segura al guardar los datos y operaciones de forma distribuida, sin depender de un solo nodo o jugador que haga más vulnerable la información.
Servicios ofrecidos: Los diferentes servicios que la Web 3.0 proporciona
Los servicios que ofrece la Web3.0 son tan variados como la tecnología que los soporta. De esta forma, es posible ofrecer servicios que gocen de virtudes como descentralización, mayor seguridad y control de la información, entre otras características.
Algunos servicios que proporciona la Web 3.0 son los motores de búsqueda más avanzados que facilitan la interacción de los usuarios
y gracias al manejo de su información generan experiencias personalizadas, apropiadas para cada usuario. Y lo más importante, estos datos no son propiedad de un tercero.
Otros servicios descentralizados son el almacenamiento de la información donde, lejos de depender de un solo proveedor externo, estos activos se encuentran distribuidos entre toda una red compuesta por nodos más seguros que, incluso en caso de verse vulnerado uno de ellos, el resto de la cadena protege la integridad y veracidad de los datos.
Otros servicios posibles gracias al Blockchain se relacionan directamente con una nueva forma de propiedad generada sobre activos digitales. De esta forma, objetivos intangibles en el mundo tradicional adquieren propiedades que facilitan su transacción y uso en los mundos digitales que van desde los videojuegos y realidades mixtas, hasta el Metaverso.
Historia y Evolución:
Como su nombre lo indica, el Web 3.0 no llegó solo, es el resultado de una evolución que comenzó desde las primeras redes que incluso se remontan a la década de los sesenta en Estados Unidos cuando los científicos empezaron a enlazar los primeros computadores.
Algunos analistas ubican estos orígenes más cerca de la creación del protocolo de control de transferencia de Red (TCP/IP) en los años 70 por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) para su uso en ARPANET, una red de área extensa anterior a Internet.
Pero al hablar de Web 1.0, se suele referir a los esfuerzos que comenzaron en 1989, cuando el ingeniero británico Tim Berners-Lee creó la World Wide Web para facilitar la transferencia de datos entre los 10.000 científicos que colaboraban en el CERN, el Centro Europeo de Física Nuclear, en Ginebra (Suiza).
Historia: Orígenes y antecedentes de la Web 3.0
El origen de Internet como lo conocemos se dio gracias a 3 tecnologías desarrolladas por Tim Berners-Lee en 1990, como fueron el HTML, las URL y el HTTP, que conformaron el corazón de la Web 1.0.
Más en detalle, el HTML o HyperText Markup Language es el lenguaje básico de programación o de marcado de una página web. Las URL (Uniform Resource Locator) son el sistema de direcciones únicas y el HTTP (Hypertext Transfer Protocol) es el protocolo de transferencia de datos que permite cargar la información de un sitio a otro.
Con estos pilares comenzaron las bases del nacimiento de la Internet como lo conocemos y que sigue en evolución hasta nuestros días.
Evolución: Cómo ha evolucionado desde las etapas anteriores
Hasta el momento podemos hablar de 3 grandes fases:
Web 1.0: A pesar del logro técnico que esto implicó, la Web 1.0 tenía varias limitaciones. Para empezar, era una web donde la información se generaba desde una sola parte: desde los sitios y empresas que creaban los sitios web. Las personas externas no tenían interacción y no tenían voz ni voto. El reinado de la Web 1.0 se tiene estimado aproximadamente entre 1990 y 2000.
Web 2.0: Aunque el término se le adjudica primero a la consultora estadounidense Darcy DiNucci en 1999, el Web 2.0 como lo conocemos fue descrito por Tim O’Reilly en 2004 para describir la segunda generación de Internet, una donde el contenido ya no solo venía de las páginas web sino de los mismos usuarios. Se trata de la era en la que surgieron las grandes redes sociales y donde la interacción se volvió la norma.
Gráfico: Wazirz.
Según Gartner, la Web 2.0 es la evolución de la Web desde una colección de páginas de contenido hipervinculadas a una plataforma para la colaboración humana y el desarrollo y suministro de sistemas. Es en este periodo donde surgió el acceso a Internet de los teléfonos inteligentes y cuando las apps se convirtieron en una realidad.
También es la era del nacimiento de una nueva oleada de gigantes generados alrededor de los modelos “as a service” y la computación en la nube con nombres como Amazon, Google, redes sociales como Facebook, Twitter, Tik Tok y aplicaciones como Uber, Airbnb y Netflix, entre otros.
La Web 3.0 comienza a tomar vuelo aproximadamente en 2020 con el surgimiento y adopción de nuevas tecnologías como el Blockchain. Su espíritu contrario a la generación anterior se enfoca en descentralizar los procesos y devolver parte del poder a los usuarios sobre sus datos y transacciones.
Ejemplos e Innovaciones:
La descentralización, la automatización derivada de los contratos inteligentes y la inmutabilidad de las cadenas de bloques han permitido la creación de una nueva serie de aplicaciones y servicios como las aplicaciones descentralizadas (dApps).
Las dApps aparentan funcionar como cualquier aplicación digital que se encuentra en cualquier smartphone o computador, pero en lugar de estar comunicadas con un gran nodo central, funcionan usando la tecnología Blockchain haciéndolas más seguras y resistentes a la censura.
Ejemplos: Casos reales que ilustran la implementación de la Web 3.0
Existen casos conocidos de aplicaciones Web 3.0 que van desde el sector financiero hasta el almacenamiento de datos y los videojuegos, entre otras opciones. Algunos de los ejemplos más famosos de aplicaciones web 3.0 son:
Brave: Lanzado al mercado en 2019, Brave es un navegador de Internet que no solo permite ejecutar dApps, también cuenta con un monedero criptográfico integrado y permite manejar la publicidad en línea de manera que los usuarios pueden recibir anuncios que les pagan por su atención en forma de criptomonedas. Otros navegadores Web 3.0 conocidos son Osiris y Puma, entre otros.
Filecoin: Es un sistema de almacenamiento de datos en la nube usando una red descentralizada. De esta forma, los integrantes de una red ceden un espacio de almacenamiento de sus equipos para que Filecoin lo utilice y a cambio de esto reciben tokens que pueden cambiar por criptomonedas o por dinero convencional.
Gráfico: Bitcoin.es.
Aave: Es una de las plataformas más conocidas para conceder préstamos en forma automática, sin necesidad de intervención humana, que se basa en una red descentralizada basada en Ethereum.
Decentraland: Uno de los primeros ejemplos conocidos del Metaverso. Es un universo digital creado en 2015 por los emprendedores argentinos Ari Meilich y Esteban Ordano que ofrece 90,601 parcelas de tierra para que los usuarios vivan, hagan negocios y se diviertan en ella.
Mastodon: Se trata de una red social de microblogging similar a Twitter pero difiere en ser descentralizada, lo que protege su contenido de la censura y manipulación. Fue construida por el alemán Eugen Rochko en 2016.
Innovaciones: Nuevas tecnologías y conceptos que han surgido con la Web 3.0
La Web 3.0 no sería posible sin algunas tecnologías como la cadena de bloques (Blockchain) y al mismo tiempo, usando los beneficios de estas plataformas ha desarrollado nuevos modelos de uso que evolucionan cada día, algunos de los más interesantes son:
DeFi: Las finanzas descentralizadas o DeFi, son uno de los usos con mayor potencial del mundo Blockchain. Imagine un banco donde pueda pedir su préstamo sin filtros y en segundos será autorizado al igual que los pagos. Según Research and Markets, el mercado global del DeFi será de 231,190 millones de dólares para 2030.
Gráfico: IEB School.
Contratos Inteligentes: Aunque su nombre lo sugiere, no son realmente contratos, sino programas que se ejecutan automáticamente al cumplir ciertas condiciones. Piense en el tiempo que toma cuando un barco entra en un puerto, se descargan los contenedores, se hace el inventario y posteriormente se genera una factura de compra. ¿Imagina cuántas personas pueden estar involucradas en este proceso? Ahora suponga que apenas el barco toca el puerto automáticamente se gira el dinero, esto es posible usando Smart Contracts.
NFT: Los Tokens no fungibles (NFT) permiten “tokenizar” los derechos de propiedad de una obra digital, ya sea una canción, una imagen o un vídeo, entre otras opciones. En otras palabras, permiten asegurar los derechos de propiedad intelectual. Se estima que los NFT serán uno de los componentes claves del comercio en el Metaverso.
Identidad descentralizada: Se trata de un modelo de gestión de la identidad que permite a las personas, organizaciones y cosas interactuar entre sí de forma más transparente y donde los usuarios controlan sus propias credenciales sin depender de proveedores.
Cómo funciona la Web 3.0 y cómo difiere de las versiones anteriores
La Web 3.0 es una Internet descentralizada que funciona gracias a las cadenas de bloques (Blockchain), una tecnología que hace posible dejar de depender de nodos centrales de gestión y en su lugar devolver el control del contenido, la identidad y las transacciones a sus usuarios.
Así como la Web 1.0 se concentró en llevar información en forma unidireccional a los navegantes de la naciente Internet y como la Web 2.0 permitió a los usuarios generar contenido, la Web 3.0 permite empoderar a los usuarios y empresas dándoles mayor control sobre sus activos digitales.
En la primera versión de Internet, el logro era llevar la conectividad, en la segunda fase se mejoró la velocidad de tal forma que fue posible usar contenidos audiovisuales en dispositivos móviles al tiempo que formaron gigantes alrededor de la nube y las redes sociales.
La Web 3.0 va un paso más allá y es el surgimiento de una red más inteligente, basada en Machine Learning e Inteligencia Artificial que interactúa con los usuarios de forma más natural, al tiempo que mejora la interoperabilidad de los diferentes componentes de la red.
Ventajas y Desventajas:
Aunque la Web 3.0 tiene numerosas ventajas que van desde el empoderamiento del usuario y su privacidad, hasta un ecosistema más transparente para todos, también es cierto que todos los procesos de cambios tienen sus propios desafíos.
Hablamos de retos que van desde cuestiones de hardware, poder de cómputo y consumo energético hasta la regulación internacional y regional de los nuevos modelos de navegación, propiedad y comercio de activos digitales.
Ventajas: Los beneficios que ofrece la Web 3.0
Al hablar de Web 3.0, los primeros beneficiados que saltan a la cabeza son los usuarios al ofrecerles un mayor control de su información y transparencia. Sin embargo, las empresas gozan a su vez de grandes beneficios dentro de los que vale la pena resaltar:
Mayor eficiencia: Gracias a la automatización generada por los contratos inteligentes, las finanzas descentralizadas y las identidades digitales, entre otros componentes, es posible reducir el número de intermediarios y agilizar los procesos, mejorando la eficiencia de las operaciones.
Gráfico: Power Code.
Mayor capacidad de adaptarse a los cambios: Gracias a las cadenas de bloques, las empresas son más resilientes y transparentes, lo que permite a los integrantes de los ecosistemas empresariales ver lo que hacen los otros para reaccionar más rápidamente.
Mayor seguridad: Al no tener un solo punto central, los ataques como los DDoS son inútiles contra empresas descentralizadas, a menos que los criminales capturen más del 50 % de los integrantes de la cadena (nodos). No solo son más seguras, sino también más resistentes.
Mejor control sobre la cadena de suministro: Las cadenas de suministro descentralizadas conectan a los participantes en los procesos, reduciendo así los costos y mejorando la calidad de los servicios ofrecidos.
Mejor marketing y publicidad: La Web 3.0 es una red más inteligente que no solo conoce mejor a los usuarios, sino que también permite que los realmente interesados en algún tipo de producto reciban la información, ayudando a llevar los mensajes a donde realmente se necesitan. Además, permite una mejor trazabilidad de recursos.
Más transparencia financiera: De la mano del DeFi es posible crear sistemas abiertos, transparentes y que puedan funcionar sin un control centralizado, agilizando pagos y mejorando el control sobre los activos y procesos.
Mejorando la experiencia del cliente: Al ofrecer servicios más ágiles, transparentes y seguros se impacta directamente a los usuarios, mejorando su experiencia e interacción con las marcas.
Desventajas: Limitaciones o riesgos asociados con la adopción de la Web 3.0
Todo cambio cuesta y no solamente por los recursos y tiempo invertidos, también por la gestión de cambio que se debe realizar dentro de las organizaciones y usuarios. Estos retos van desde los aspectos financieros y ambientales hasta regulatorios. Los más destacados en este aspecto son:
Regulación: La tecnología siempre va adelante de las leyes que la regulan. Piense, por ejemplo, en casos como Uber, AirBnB, criptomonedas, etc. La Web 3.0 no es la excepción y más al dejar en manos de los usuarios el control de sus identidades y datos. ¿Cuál es el papel del gobierno? ¿Cómo regular las finanzas descentralizadas?
Consumo energético: El Blockchain es una tecnología que requiere del consumo de grandes cantidades de energía para asegurar sus procesos. ¿De dónde saldrá toda esta energía? ¿Serán suficientes las renovables? Algunos gobiernos ven con buenos ojos el uso de energía nuclear para alimentar estas tecnologías incluyendo los centros de datos de IA.
Escalabilidad: Estamos en los inicios de la Web 3.0 y a medida que esta se masifique, las redes basadas en Blockchain deberán soportar un número mayor de usuarios y transacciones, algo que se solucionaba antes mediante la centralización (para reducir costos).
Educación: Por ahora, la Web 3.0 puede ser algo difícil de entender para los llegados de generaciones anteriores. Se debe concientizar a los usuarios de los beneficios de las nuevas tecnologías para que sepan cómo aprovechar sus beneficios.