Blockchain

Blockchain como pilar de la confianza institucional y la transparencia electoral



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Las elecciones de 2026 en la región plantean un nuevo paradigma tecnológico. Este artículo explora la convergencia estratégica entre Blockchain y datos abiertos como herramientas para mitigar el fraude centralizado y combatir la desinformación.

Publicado el 18 de nov de 2025

Redacción Impacto TIC

Editores y Analistas Senior de Ecosistema TIC



blockchain en elecciones y transparencia de datos electorales

Las elecciones legislativas y presidenciales de Colombia del 8 de marzo de 2026 abren un escenario estratégico ideal para la aplicación de Blockchain y datos abiertos electorales. El objetivo es reforzar la transparencia electoral, la trazabilidad de los datos y la confianza institucional, complementando las modernizaciones (como la biometría facial) ya anunciadas por la Registraduría Nacional.

En este ejercicio de la transparencia y la confianza existen diferentes abordajes. Bien sea desde instituciones –oficiales y no oficiales–, o desde la ciudadanía.

En el panorama hacia las elecciones de 2026 en Colombia, la transparencia y el análisis de datos en el ámbito digital son fundamentales. Actualmente existen iniciativas como el “Algoritmo Presidencial 2026” desarrollado por Toro Digital. Esta herramienta monitorea periódicamente la presencia y conversación digital de los precandidatos, ofreciendo datos claros y accesibles sobre métricas clave: crecimiento de seguidores , contenidos virales, gasto en pauta publicitaria en Meta y los temas más buscados en Google. La relevancia de esta información radica en que la contienda electoral se desenvuelve activamente “en el entorno digital”. Estos informes proporcionan indicadores claros sobre el “posicionamiento e interés ciudadano” y aportan una muy necesaria transparencia sobre la inversión en publicidad digital. De cara a una campaña electoral existen datos, el reto está en la apropiación de esta información por parte de la ciudadanía.

Por ello, y en línea con esfuerzos regionales como el de Democrática para impulsar la democracia digital en Latam, es crucial ejercer la democracia también desde lo digital. Ya no basta con la participación tradicional; la democracia digital implica que la ciudadanía acceda, consuma y analice críticamente esta información para entender las narrativas virales, fiscalizar el gasto en pauta y participar activamente en el debate público que, cada vez más, tiene lugar en plataformas y redes sociales.

La tecnología es una herramienta vital en este ejercicio de transparencia, seguridad y confianza.

¿Qué papel cumple la tecnología Blockchain en la transparencia de las elecciones de 2026 en Colombia?  

La tecnología Blockchain (cadena de bloques), un subconjunto de las Tecnologías de Contabilidad Distribuida (DLT), funciona como un libro de registro digital que es, por diseño, inmutable y descentralizado. Su papel fundamental en un escenario como el de Colombia 2026 es redefinir la confianza, migrándola desde una fe ciega en las instituciones centralizadas hacia un modelo de verificación criptográfica transparente.

Técnicamente, Blockchain garantiza tres pilares de la transparencia electoral:

  1. Trazabilidad absoluta: Cada voto, una vez verificado, se registra como una transacción única. Esta transacción se agrupa con otras en un “bloque” que se sella criptográficamente.
  2. Inmutabilidad del registro: Cada nuevo bloque se enlaza matemáticamente al anterior mediante un hash criptográfico. Si un actor malintencionado intentara alterar un solo voto en un bloque ya consolidado, el hash de ese bloque cambiaría, rompiendo visiblemente toda la cadena. Este intento de fraude sería inmediatamente evidente para todos los participantes de la red y sería rechazado por el protocolo de consenso.
  3. Confianza descentralizada: El mayor riesgo en los sistemas tradicionales es el ‘Punto Único de Falla’ (SPOF): un administrador de base de datos centralizado o un funcionario corrupto que puede modificar los registros sin ser detectado. En una Blockchain electoral (que sería de tipo “permisionada”), el libro de contabilidad se distribuye entre múltiples nodos de confianza (por ejemplo, la Registraduría, los partidos políticos, la Misión de Observación Electoral (MOE) y auditores de la sociedad civil). Ninguna entidad por sí sola puede alterar el registro; se requiere un consenso de la mayoría de la red.

El caso de modernización electoral más famoso, Estonia, no es un sistema Blockchain. Estonia ha sido pionera en el i-voting (voto por internet), logrando que en sus elecciones de 2023, por primera vez, más de la mitad de los votos (51.1 %) se emitieran en línea. Sin embargo, su arquitectura se basa en una robusta Infraestructura de Clave Pública (PKI) y una Identidad Digital (ID) nacional, utilizando mixnets para garantizar el anonimato.

Esto no invalida el modelo Blockchain; al contrario, lo contextualiza. Estonia demuestra que la adopción masiva depende de una identidad digital confiable. El plan de la Registraduría de Colombia para 2026, centrado en la biometría facial y la digitalización de actas, es precisamente la construcción de esa capa de identidad fundamental. Blockchain no sería un reemplazo de este plan, sino la evolución lógica: la capa de registro inmutable que se construye sobre la capa de identidad biométrica que Colombia ya está implementando.

¿Cómo los datos abiertos electorales fortalecen la trazabilidad y la confianza pública?  

Si la Blockchain actúa como la bóveda inmutable que protege la integridad de los datos, los datos abiertos electorales son la ventana de vidrio que garantiza el acceso y la supervisión pública. Por sí sola, una Blockchain puede ser una “caja negra” inmutable; solo en combinación con los datos abiertos se logra una transparencia verificable de extremo a extremo (E2E).

Los datos abiertos se definen como datos a los que cualquier persona puede acceder, utilizar y compartir. En el contexto electoral, esto significa publicar la información clave del proceso en formatos que permitan un análisis y auditoría independientes.

La Open Election Data Initiative (OEDI), liderada por el Instituto Nacional Demócrata (NDI), establece Nueve Principios de Datos Electorales Abiertos que son el estándar de oro para esta práctica. Los datos deben ser:

  1. Oportunos: Publicados rápidamente (ej. resultados preliminares en tiempo real).
  2. Granulares: Disponibles al nivel más detallado posible (ej. por mesa de votación, no solo por municipio).
  3. Disponibles gratuitamente en Internet: Sin barreras de pago.
  4. Completos y en bloque: Disponibles en su totalidad para descarga.
  5. Analizables: En formatos legibles por máquinas (como CSV, JSON), no en PDFs o imágenes.
  6. No exclusivos: Que ningún ente tenga el monopolio de los datos.
  7. No discriminatorios: Accesibles para cualquier persona, sin registro.
  8. Libres de licencia: Para permitir su reutilización y redistribución.
  9. Disponibles de manera permanente: Archivados para el análisis histórico.

En Colombia, varias instituciones ya participan en la publicación de datos. La Registraduría Nacional mantiene un Observatorio Electoral que publica resultados, censo electoral e inscripción de cédulas. La Misión de Observación Electoral (MOE) procesa y publica análisis cruciales sobre riesgo electoral y violencia. A su vez, la Procuraduría General y el Ministerio del Interior publican datos sobre quejas que contextualizan el clima electoral.

El fortalecimiento de estos esfuerzos, alineándolos con los nueve principios de la OEDI, permite la auditoría ciudadana y el control cruzado. Esto significa que la MOE, los partidos políticos, los medios de comunicación y los analistas de riesgo corporativos pueden tomar los datos crudos (cuya integridad está garantizada por la Blockchain) y ejecutar sus propios conteos y análisis.

Esta capacidad de verificación independiente es la defensa más poderosa contra la desinformación. Cuando un actor alega fraude, la autoridad electoral no solo responde confíen en nosotros, sino que responde: verifíquenlo ustedes mismos; aquí están los datos inmutables. Este enfoque es un pilar del Programa Interamericano de Datos Abiertos para Prevenir y Combatir la Corrupción (PIDA), que vincula directamente la transparencia de datos con la reducción de la corrupción.

Comparativa estratégica: Datos Electorales Cerrados vs. Abiertos

CaracterísticaSistema de Datos Cerrados (Modelo Tradicional)Sistema de Datos Abiertos (Modelo de Transparencia Verificable)
Acceso a DatosRestringido a la autoridad electoral y auditores designados.Público, gratuito, no discriminatorio (Principios OEDI).
Formato de DatosPropietario, PDFs, imágenes escaneadas. No analizables.Legible por máquina (CSV, JSON, API), granular (por mesa).
Metodología de auditoríaInterna, post-facto, opaca. Requiere citaciones legales para acceder.Auditoría ciudadana en tiempo real, control cruzado.
Base de la confianzaBasada en la fe en la reputación de la institución (Ej. Registraduría).Basada en la verificación: “No confíes, verifica”.
Riesgo (Perspectiva C-Suite)Alta incertidumbre. Fomenta rumores y desinformación.Reduce la incertidumbre, refuta la desinformación con datos.
Impacto EmpresarialInestabilidad post-electoral, riesgo de reputación, parálisis de inversión.Confianza institucional, estabilidad de mercado, previsibilidad.

¿De qué manera Blockchain previene la manipulación y el fraude electoral?  

La Blockchain debe ser evaluada no como una panacea, sino como un componente en una arquitectura de defensa en profundidad. La tecnología mitiga tipos específicos de fraude de manera muy eficaz, pero introduce nuevos vectores de riesgo que deben ser gestionados.

Riesgos Mitigados: La ventaja de la inmutabilidad

La principal fortaleza de la Blockchain es la prevención del fraude centralizado y post-emisión.

  • Eliminación del ‘Fraude de Servidor’: En un sistema tradicional, un administrador de base de datos con las credenciales adecuadas puede, teóricamente, alterar los totales en el servidor central. La Blockchain elimina este cuerpo central falible o corruptible. No existe una única base de datos que “hackear”; un atacante tendría que comprometer simultáneamente el 51 % de los nodos de validación distribuidos, un ataque exponencialmente más difícil.
  • Transmisión segura de resultados: Un punto crítico de fraude es la transmisión de resultados desde las mesas de votación (polling stations) al centro de datos.Blockchain puede crear un registro de auditoría inmutable de esta transmisión. Si el resultado de una mesa se registra en la cadena, no puede ser corregido o manipulado más tarde en el proceso de consolidación.
  • Evidencia pública de manipulación: Como se detalla en, si un bloque (que contiene votos) es alterado, el hash criptográfico de ese bloque cambia. Dado que cada bloque siguiente contiene el hash del anterior, esta alteración rompería visiblemente la cadena. El fraude no solo falla, sino que queda evidenciado públicamente.

Limitaciones y riesgos no resueltos:

Es irresponsable discutir la Blockchain electoral sin abordar la contundente crítica de expertos en ciberseguridad, notablemente resumida en un análisis del MIT CSAIL (Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial). El argumento, titulado “De mal en peor: del voto por Internet al voto Blockchain” , sostiene que si bien la Blockchain puede asegurar el registro (el backend), no hace nada para asegurar al votante (el frontend), e incluso introduce problemas adicionales.

Un CISO debe priorizar los siguientes riesgos:

  1. Vulnerabilidad del lado del cliente: Este es el riesgo principal del voto por Internet que Blockchain no resuelve. Si el smartphone o la computadora del votante están comprometidos con malware (un troyano), el malware puede interceptar y cambiar el voto antes de que sea enviado. La Blockchain entonces registraría inmutablemente el voto fraudulento. El sistema es seguro, pero el cliente no lo es.
  2. Gestión de claves de votación: La Blockchain funciona con criptografía de clave pública/privada. Esto crea un dilema: si un votante pierde su clave privada, queda privado de su derecho al voto. Si un atacante roba la clave privada (mediante phishing), puede votar en nombre del votante de manera indetectable.6
  3. Ataques de denegación de servicio (DDoS): Los sistemas Blockchain públicos (como Ethereum) gestionan la congestión mediante “tarifas de gas”. Un atacante podría inundar la red electoral con millones de transacciones de bajo valor (spam), elevando el costo de votar o congestionando la red para que los votantes legítimos no puedan registrar su voto antes de la hora de cierre.
  4. Gobernanza y corrección de errores: En un sistema centralizado, si se descubre un bug crítico, el CISO puede parchear el servidor de inmediato. En un sistema descentralizado, corregir un bug en el protocolo puede requerir una coordinación compleja entre todos los nodos (un hard fork), dejando la vulnerabilidad expuesta por más tiempo.

Además de los riesgos técnicos, informes de think tanks como New America advierten sobre el riesgo socio-técnico de la exclusión digital, donde el voto móvil puede marginar a votantes mayores, rurales o de bajos ingresos que carecen de acceso o confianza en la tecnología.

Blockchain no es una solución de seguridad en sí misma. Es una herramienta de auditoría inmutable. Una arquitectura de voto digital segura para Colombia 2026 debe ser un stack de tres capas:

  1. Capa de Identidad (Frontend): Autenticación biométrica robusta  para mitigar el robo de identidad.
  2. Capa de Registro (Backend): Una blockchain permisionada para garantizar un registro inmutable.
  3. Capa de Auditoría (Verificación): Datos abiertos  y un sistema E2E que permita al votante verificar que su voto (anonimizado) fue contado.

¿Qué países y organismos están adoptando sistemas electorales basados en Blockchain?

Para un estratega o CEO, es vital separar la experimentación (hype) de la implementación (realidad). El panorama de la adopción de Blockchain electoral es incipiente pero está marcado por casos de estudio críticos que Colombia debe analizar.

Perú (2026): El Caso de Implementación Real en LatAm

Perú es, sin duda, el caso más relevante para Colombia. No es un piloto; es una política de estado.

En marzo de 2025, el Congreso de la República del Perú promulgó la Ley N° 32270, que modifica la Ley Orgánica de Elecciones para incorporar el voto digital seguro.La ley autoriza explícitamente el uso de “tecnología Blockchain” para garantizar la “inmutabilidad de la base de datos”, la auditoría y la transparencia.

La implementación está confirmada para las Elecciones Generales de 2026 y se aplicará al voto de los peruanos en el extranjero. Según voceros de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), este sistema será una alternativa voluntaria para ciudadanos que posean el DNI electrónico (DNIe) y recuerden su PIN, facilitando la participación desde un celular o laptop.

El Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) ya está preparando el padrón, habiendo entregado las listas iniciales (27.3 millones de electores) al Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

Estonia: El Líder del I-Voting (No-Blockchain)

Como se mencionó previamente, Estonia es el líder mundial en voto por Internet, no en voto Blockchain. Su sistema de i-voting basado en PKI alcanzó un hito histórico en las elecciones de 2023, con un 51.1 % (312,181) del total de votos emitidos digitalmente. La lección de Estonia para Colombia no es sobre DLT, sino sobre la importancia crítica de invertir décadas en una identidad digital nacional unificada y confiable como prerrequisito para cualquier forma de voto digital.

Sierra Leona (2018): El “Mito” Desmentido

Sierra Leona es la lección de hype más importante para la C-Suite. En 2018, la prensa tecnológica mundial (basándose en un comunicado de prensa de la startup Agora) anunció que Sierra Leona había celebrado la “primera elección Blockchain del mundo“.

La Comisión Electoral Nacional de Sierra Leona (NEC) emitió un comunicado oficial desmintiendo la noticia, declarando inequívocamente que su base de datos interna “no utiliza Blockchain de ninguna manera”. Lo que Sucedió fue que Agora fue acreditada como un observador internacional y realizó una prueba piloto paralela (un shadow test) en un solo distrito (Western District), registrando manualmente los resultados en su propia Blockchain como una demostración tecnológica. No contaron votos oficiales. Este caso es un ejemplo paradigmático de “tecno-solucionismo” donde la narrativa de marketing superó a la realidad.

Ucrania: El caso de uso de resiliencia

Ucrania representa un caso de uso completamente diferente: la resiliencia democrática. Tras un piloto inicial en 2018 usando la Blockchain de NEM , el concepto ha resurgido. Un análisis de 2025 de Politics in Central Europe destaca que el contexto de “desplazamiento en tiempo de guerra, ocupación de territorios y una gran diáspora” hace que las herramientas digitales innovadoras, como un sistema Blockchain descentralizado, sean una necesidad para garantizar la continuidad del sufragio.

Organismos piloto: Construyendo la Infraestructura

El Banco Interamericano de Desarrollo, a través de su brazo de innovación BID Lab, no está financiando directamente aplicaciones de voto. Está financiando la infraestructura de confianza para la región. Su iniciativa LACChain (fundada en 2019 ) fue relanzada en septiembre de 2025 como LNet, una “plataforma global para la innovación digital de confianza” (Web3) en América Latina LNet ya se usa para casos como certificados académicos (Certijoven en Perú) y trazabilidad de cadenas de suministro. La implicación estratégica es que el BID está construyendo la “autopista” de confianza regional sobre la cual una aplicación de voto electoral podría (y probablemente debería) correr.

El Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (DECO) de la OEA es el auditor y el organismo normativo de la región. En 2024, desplegó 12 Misiones de Observación Electoral (MOE) y emitió 448 recomendaciones, muchas centradas en la correcta implementación de la tecnología. Aunque sus informes de 2024 (publicados en 2025) no detallan pilotos Blockchain específicos, su rol será auditar y validar cualquier implementación en Colombia o Perú.

Mapa de adopción de Tecnologías de Voto Digital (2018-2026)

PaísAño(s)Tecnología AplicadaNivel de Adopción / Resultado Estratégico
Estonia2005-2023PKI / i-voting (No-Blockchain)Éxito Sostenido: 51.1 % del total de votos emitidos online en 2023. Lección de Identidad Digital.
Perú2026Blockchain (Ley N° 32270)Implementación Confirmada: Primer uso nacional de Blockchain en LatAm. Para peruanos en el extranjero.
Sierra Leona2018Blockchain (Piloto de Agora)Mito / Hype: Prueba de observador en 1 distrito. Desmentido oficialmente por la Comisión Electoral.
Ucrania2018-2025Blockchain (Piloto NEM)En estudio (Resiliencia): Considerado como solución para votantes desplazados por la guerra.
EE.UU. (W. Virginia)2018Blockchain (Piloto Voatz)Piloto Limitado: Usado para militares en el extranjero. Criticado por MIT por vulnerabilidades.

¿Cómo el monitoreo de estabilidad política y los datos electorales influyen en el compliance corporativo?

La transparencia electoral no es un asunto de sector público; es un pilar de la estabilidad del mercado y un imperativo para la gestión del riesgo corporativo.El entorno operativo para CEOs y CFOs ha cambiado fundamentalmente. El KPMG CEO Outlook de 2024 identificó el “riesgo geopolítico” como la preocupación número uno en la agenda del CEO, superando los riesgos económicos.

El Global Risks Report 2025 del World Economic Forum (WEF) proporciona la evidencia específica. El informe, basado en encuestas a más de 900 expertos, identifica un panorama de “sistemas fracturados”. El informe del WEF es claro: la desinformación es el principal combustible de la polarización social y la inestabilidad. El nexo es que las elecciones opacas o disputadas son el vector de ataque más potente para las campañas de desinformación (“¡Me robaron la elección!”).

Este riesgo político abstracto tiene un impacto directo y cuantificable en el P&L (Estado de Pérdidas y Ganancias) y las operaciones. La encuesta “PwC Pulse Survey: Executive takes on Election 2024 (realizada en octubre de 2024 a 709 ejecutivos C-Suite) es inequívoca:

  • 76 % de los ejecutivos C-Suite afirma que el resultado de las elecciones afectará su enfoque de compliance regulatorio.
  • 74 % afirma que afectará sus decisiones comerciales (trade) y de cadena de suministro.
  • 71 % cree que las políticas post-electorales (independientemente del ganador) perjudicarán la competitividad.
  • 61 % anticipa una recesión en los próximos seis meses (un salto del 49 % en junio de 2024), una clara métrica de la parálisis causada por la incertidumbre política.

Tyson Cornell, Líder de Asesoría de PwC en EE. UU., resumió el sentimiento de la C-Suite:”Los ejecutivos se enfrentan a un panorama empresarial cada vez más complejo y volátil, que se complica aún más con las próximas elecciones. De cara al futuro, están planificando escenarios activamente para equilibrar estratégicamente los riesgos y las oportunidades”.

La inestabilidad política mantiene despiertos a los CFOs. Su respuesta es defensiva y costosa: modelado de liquidez basado en escenarios (ej. “simulaciones de proyecciones basadas en cambios de aranceles”) y cobertura de divisas (hedging) para protegerse contra la volatilidad. Para lograrlo, el 52 % de los CFOs está priorizando el uso de IA y análisis predictivo para construir estos modelos.

Aquí se cierra el círculo:

  1. Las elecciones opacas fomentan la desinformación, que es el riesgo #1 del WEF.
  2. La desinformación genera inestabilidad política, la preocupación #1 del CEO.
  3. La inestabilidad impacta directamente el compliance (76 %) y el comercio (74 %).
  4. El CFO se ve forzado a un costoso hedging y a modelar escenarios de riesgo.

Por lo tanto, una inversión en tecnología de transparencia electoral (como Blockchain y datos abiertos) no es un gasto gubernamental. Para el sector corporativo, es una inversión en la mitigación del riesgo país. Un sistema electoral inmutable y verificable (Blockchain) y auditable públicamente (datos abiertos ) corta el oxígeno a las narrativas de desinformación, creando un entorno operativo más estable y predecible, lo cual es fundamental para la Inversión Extranjera Directa (FDI) y la continuidad del negocio.

¿Qué implicaciones regulatorias y de ciberseguridad plantea el voto digital en América Latina?

La implementación del voto digital en América Latina enfrenta un doble desafío: debe ser lo suficientemente transparente para generar confianza pública, pero lo suficientemente seguro para cumplir con un marco regulatorio de protección de datos cada vez más estricto. Para el CISO y el Asesor Legal, este es el equilibrio central.

La era de los datos laxos ha terminado. La ‘Guía de Consulta Rápida de Protección de Datos Personales en LATAM 2024’ de EY Law advierte que los incidentes de seguridad y el incumplimiento normativo “pueden afectar gravemente la reputación y la continuidad del negocio”. Blockchain y los datos abiertos operan directamente sobre el activo más sensible: el padrón electoral.

Por otro lado, el ‘Índice de Protección de Datos Personales en Elecciones de América Latina’ de Transparencia Electoral  destaca el riesgo de cómo estos datos se comparten entre el Estado, los registros civiles, las autoridades electorales, los partidos políticos y los proveedores de tecnología.

El marco legal en las jurisdicciones clave es estricto:

  • Colombia: La Ley Estatutaria 1581 de 2012 se rige por los principios de “finalidad” y “acceso restringido”. Un artículo clave prohíbe que los datos personales (salvo la información pública) “estén disponibles en internet u otros medios de divulgación o comunicación masiva, salvo que el acceso sea técnicamente controlable”.
  • Brasil: La Lei Geral de Proteção de Dados (LGPD) (Ley Nº 13.709/2018)  impone reglas severas sobre el tratamiento de datos. El Tribunal Superior Electoral (TSE) ha creado grupos de trabajo específicos para aplicar la LGPD al contexto electoral, equilibrando la publicidad del proceso con la privacidad del votante.
  • México: La Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares (LFPDPPP) y la LGPDPPSO (para sujetos obligados)  exigen el consentimiento “específico” e “informado” para el tratamiento.

El dilema de la Soberanía Digital: Este marco legal crea un conflicto técnico directo con las Blockchains públicas (como Bitcoin o Ethereum). El CISO y el Asesor Legal no pueden permitir que el padrón electoral de Colombia (regido por la Ley 1581) resida en un nodo de validación en Frankfurt o Singapur. Sería una violación flagrante de la soberanía y la transferencia internacional de datos.

La única arquitectura viable es, por lo tanto, una Blockchain permisionada y geocercada:

  1. Permisionada: Solo actores autorizados (Registraduría, TSE, partidos, MOE) pueden escribir datos (validar bloques). El público puede tener acceso de lectura (para cumplir con los datos abiertos).
  2. Geocercada: Todos los nodos de validación deben residir físicamente dentro de las fronteras nacionales o en jurisdicciones con acuerdos de adecuación de datos, para cumplir con las leyes 1581 y LGPD.

Marco regulatorio y riesgos cibernéticos (Selección LatAm)

PaísRegulación de Datos Clave (Contexto Electoral)Riesgo Cibernético Principal (Perspectiva CISO)Estado del Voto Digital (2025-2026)
ColombiaLey 1581 de 2012. Principio de acceso controlado.Integridad de la base de datos biométrica; Desinformación (riesgo monitoreado por MOE ).Modernización de ID (Biometría).
BrasilLGPD (Ley 13.709/2018).Regulación del TSE.Ataques DDoS coordinados a gran escala; Seguridad de la urna electrónica.Urnas electrónicas (maduro).
MéxicoLFPDPPP / LGPDPPSO.Integridad de las bases de datos de registro (CISA); Phishing a votantes.Pilotos de voto electrónico.
PerúLey N° 29733 (Ley de Protección de Datos Personales).Vulnerabilidades del lado del cliente (Malware, Phishing) al ser el primer implementador de voto remoto.Blockchain para 2026 (Ley 32270).

¿Qué riesgos reputacionales y oportunidades enfrentan las empresas en contextos electorales digitales?

En un año electoral movido como el que se avecina, con más de 64 países en elecciones, la política y los negocios están inextricablemente vinculados. Para el CEO y el CMO (Director de Marketing), la “neutralidad” es una decisión activa que conlleva sus propios riesgos.

Un análisis de Baker Botts (2022) señala que “incluso la inacción puede ser vista como una declaración política“, ya que las empresas enfrentan una presión creciente de empleados, clientes y accionistas para tomar posiciones. Esta presión se extiende a la transparencia: el Brennan Center for Justice informa que los accionistas están utilizando su poder para exigir más transparencia sobre el propio gasto político de las corporaciones.

En este contexto, las empresas que operan en Colombia o en la región de cara a 2026 enfrentan un Doble Riesgo Reputacional:

1. El Riesgo del Observador (CEO/CFO): Este es el riesgo de ser una multinacional que opera en un país con un entorno electoral volátil. Si una elección (como la de Colombia en 2026) carece de transparencia, y el resultado es ampliamente disputado, la inestabilidad social y política resultante (como la identificada por el WEF 36) impacta directamente la operación.

La cadena de suministro se interrumpe, la seguridad de los empleados se ve amenazada y la marca corporativa se asocia con la inestabilidad, ahuyentando la inversión. El riesgo reputacional es ser la empresa que opera en un estado fallido.

2. El Riesgo del Proveedor (CISO/CEO): Este es un riesgo de “cisne negro”, catastrófico y de alta visibilidad. Es el riesgo de ser la empresa tecnológica (ya sea un gigante como Microsoft o IBM, o un proveedor local) que gana la licitación para implementar la solución de biometría 1 o la plataforma Blockchain.

El éxito es un triunfo reputacional. Ser “la empresa que ayudó a asegurar la democracia en Colombia” es un activo de marca invaluable. Por otro lado, el fracaso puede ser también absoluto. El riesgo no es solo que la tecnología sea hackeada. El riesgo es que la tecnología funcione perfectamente, pero que un candidato perdedor la utilice como chivo expiatorio y alegue fraude. La marca de la empresa queda entonces ligada permanentemente a un “fraude electoral” (un paralelo es el daño reputacional sufrido por las empresas de máquinas de votación en EE.UU. post-2020). Este riesgo es existencial para un proveedor de GovTech.

Para navegar este panorama, las empresas deben adoptar estrategias proactivas. ActiveComply  recomienda un enfoque en la neutralidad política explícita y la gestión robusta de las redes sociales para proteger la marca. FTI Communications  aconseja a las empresas que monitoreen de cerca el discurso político (social listening) para anticipar y gestionar cómo su marca está siendo percibida en un entorno altamente partidista.

¿Cómo evolucionará la integración entre Blockchain, datos abiertos y transparencia institucional hacia 2030?

La visión estratégica a 2030 no es simplemente “voto en Blockchain”. Es la convergencia de múltiples tecnologías emergentes en una pila de gobernanza tecnológica (“GovTech Stack”) integrada, diseñada para generar confianza pública verificable. Los CIOs y estrategas deben planificar la interoperabilidad de cuatro capas clave.

1. La Fundación (2024-2026): Identidad Digital Soberana (SSI)

No habrá voto remoto seguro a gran escala hasta que se resuelva la identidad digital. El voto por Internet sigue siendo vulnerable al malware del lado del cliente y a los ataques DDoS.54 El BID ya está trabajando en “Escenarios Futuros para Sistemas de Identificación Digital en América Latina” con un horizonte de 10 años. El trabajo de Colombia con la biometría y el de Perú con el DNIe son los primeros pasos hacia la Identidad Digital Soberana (SSI), donde el ciudadano controla sus propias credenciales.

2. La Infraestructura (2025-2027): DLT Interoperables (Web3)

Las Blockchain aisladas y específicas para cada caso de uso (como un piloto de voto) son ineficientes. El futuro es una infraestructura de confianza compartida. El relanzamiento de LACChain como LNet por parte del BID Lab en septiembre de 2025 30 es el prototipo de esta visión. LNet es una plataforma global para la innovación digital de confianza diseñada para la interoperabilidad regional. En 2030, el voto será simplemente una transacción más en la misma blockchain regional de confianza que ya verifica los diplomas académicos, los títulos de propiedad y los certificados de salud.

3. El Auditor (2026-2028): Inteligencia Artificial (IA)

El súper ciclo electoral de 2024-2025 62 se definió por el riesgo de la IA (desinformación, deepfakes). La tendencia hacia 2030 será la IA como la principal herramienta de defensa y auditoría.

El Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (International IDEA) está liderando esta investigación. Su trabajo se centra en cómo los Organismos de Gestión Electoral (EMB) pueden usar la IA para mantener elecciones libres, justas y seguras.

En una conferencia en Bangkok en agosto de 2025, Leena Rikkilä Tamang, Directora Regional de International IDEA, estableció la agenda para la próxima década: “Hay una necesidad urgente de preparación para garantizar que las elecciones sigan siendo libres, justas y seguras. (…) Los [Organismos de Gestión Electoral] no solo deben crear estrategias para mitigar los riesgos [de la IA], sino para aprovechar sus beneficios“.

Estos beneficios incluyen modelos de IA que auditen la Blockchain electoral en tiempo real para detectar patrones de voto anómalos o intentos de ataque, y sistemas de IA que monitoreen las redes sociales para identificar y neutralizar campañas de desinformación (como se explora en el informe “The Future Votes” de 2024).

4. El acceso (2030): Datos abiertos estandarizados

Finalmente, los datos generados por la SSI, registrados en la DLT interoperable y auditados por la IA, se pondrán a disposición del público a través de portales de Datos Abiertos estandarizados (siguiendo los principios de la OEDI 11).

La confianza institucional ya no se basará en la fe en la autoridad. Se basará en una ‘Auditoría Algorítmica Verificable’: un sistema donde una IA audita constantemente un registro criptográfico inmutable, y cualquier ciudadano puede verificar tanto los hallazgos de la IA como los datos crudos en la cadena de bloques. Un estudio de 2024 que revisó 252 papers sobre el voto Blockchain identificó la “escalabilidad” y la “usabilidad” como los principales desafíos pendientes. La integración de la IA y la infraestructura de SSI será la solución a esos desafíos.

La implementación de Blockchain en elecciones y transparencia de datos electorales trasciende la discusión técnica para convertirse en un pilar de estabilidad democrática y económica. Al migrar de un modelo basado en la confianza ciega a uno de auditoría matemática inmutable, no solo se protege la integridad del sufragio, sino que se corta el oxígeno a las narrativas de desinformación que hoy paralizan los mercados y aumentan el riesgo país. Hacia 2030, la verdadera revolución no será solo el registro en cadena, sino la integración interoperable de esta tecnología con una identidad digital soberana y auditorías por IA, garantizando que la democracia sea un proceso verificable de extremo a extremo.

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