Tras 3 procesos electorales (Congreso, primera y segunda vuelta), estas fueron unas campañas marcadas por las constantes alertas de un posible fraude. Desde finales de 2021 se habló sobre la contratación de un software de escrutinio, y de robustecer el sistema electoral con herramientas tecnológicas que garantizaran la transparencia de las elecciones.
Pese a los rumores de fraude -que al final no sucedieron- el 19 de junio se dio fin a este periodo electoral. Sin embargo, quedaron algunas lecciones e interrogantes como: ¿cuáles mecanismos funcionaron y cuáles no?, ¿qué papel juega la tecnología? y ¿qué tan conscientes son los colombianos de cómo funciona el sistema electoral?
Para analizar estos temas, en el hangout: ‘Análisis del sistema electoral y su tecnología’, organizado por Impacto TIC, Carolina Botero y Pilar Sáenz de la Fundación Karisma, Luis Carlos Donado, desarrollador senior que ha trabajado en temas electorales, y Alfonso Portela, exregistrador y especialista en derecho electoral, hablaron de las fallas y aciertos de este proceso electoral que termina.
Un sistema fuerte en su trazabilidad física
En este aspecto los 3 expertos destacan que el éxito de estas elecciones es que el proceso electoral colombiano cuenta con una trazabilidad física que garantiza la transparencia y la adecuada auditoría de los resultados. Lo que falló, sin duda, especialmente en las elecciones a Congreso, fue el diseño de los E14 que generaron confusión en los jurados y que fueron complejos al momento de llenarlos dado el número de candidatos.
Carolina Botero, directora de la Fundación Karisma y columnista del periódico El Espectador, destaca que esa trazabilidad permitió que el proceso electoral funcionara. Sin embargo, reitera que en el tema tecnológico aún sigue habiendo fallas: “la tecnología como venía pasando es muy oscura, los mecanismos de control son imperfectos, hay muchos inexistentes y hay mucho por hacer”.
El éxito es esa trazabilidad y transparencia ,de acuerdo con Alfonso Portela, que participó en la reforma electoral de 2011 y dice que fue gracias a que el proceso desde hace años se dividió en 3 procesos electorales diferentes: el preconteo, el escrutinio y la digitalización. En ese aspecto, coincide Luis Carlos Donado:
“el proceso electoral en Colombia tiene una trazabilidad que se ha venido dando desde antes de 2018. La Registraduría viene trabajando en mejorar sus procesos, en la recolección de la información y que todos los ciudadanos tengan acceso a los E14”.
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Desmitificar el software y su transparencia
En cuanto al software electoral y su posible manipulación, Luis Carlos aclara que el software no es más que una hoja de cálculo de Excel grande que plasma los E14, por tanto, su trazabilidad es sencilla y permite ser verificado a través de los formularios físicos.
No obstante, para Carolina Botero, quien en reiteradas oportunidades en estas elecciones le solicitó a la Registraduría hacer público el código fuente del software de escrutinio para garantizar transparencia, insiste en que esa ‘hoja de cálculo’ no es pública para el escrutinio, lo que para ella abre espacio a la manipulación.
Lo de publicar el código fuente, para Portela y Donado, no es necesario y tampoco es una garantía para la auditoría. Ellos insisten en la trazabilidad física como sucede con los formularios E14 y E24, que son clave en el proceso de escrutinio. Alfonso enfatiza en la evolución del proceso electoral en Colombia evidencia eso.
“Parte de las transformaciones que hicimos en la entidad era precisamente quitar esa nube gris de lo que antes era esperar hasta el martes para la información de los resultados. Esas transformaciones que se le hicieron al sistema fue abrir los resultados a todo el mundo en tiempo real desde diferentes ópticas y así desmitificar ese software”.
Frente a la auditoría que hay que hacerle al software, Luis Carlos Donado considera que ‘es muy simple de hacer, consiste en que con unos datos de prueba y llenar unos E14 que comprueben que da la suma de los votos finales. Hablar de transparencia de código fuente del software es un saludo a la bandera porque el origen de la data es física’.
Errores en la comunicación y pedagogía electoral
Al ser estas unas elecciones marcadas por las polémicas y el ruido en redes sociales, la Registraduría falló en su manera de comunicar y en la logística de procesos que no eran nuevos, pero que generaron confusión.
A esto se suma que tanto la ciudadanía como los medios de comunicación no cuentan con una pedagogía electoral para distinguir entre el preconteo y el escrutinio. Para Pilar Sáenz, fue hasta estas elecciones, y después de lo sucedido en el conteo de votos para Congreso, que los resultados dados en el día de las elecciones son informativos y los de escrutinio son legales.
“Hasta este año que fue todo el problema de las elecciones legislativas se supo. nunca el país, los periodistas y la misma Registraduría habían explicado de forma amplia que teníamos todo este proceso de escrutinio”, dice Pilas Sáenz, Fundación Karisma.
Otro error que se cometió fue el querer incorporar herramientas tecnológicas que al final no terminaron funcionando, como fue la inscripción de cédulas por Internet y la asignación de jurados, que se implementaron sin ninguna prueba previa.
Independiente de los errores y fallas, finalmente la democracia en Colombia funcionó. Los mecanismos electorales salieron bien librados ante las críticas y las alertas de manipulación y fraude.
El objetivo a futuro es evaluar cómo la tecnología puede jugar un papel importante sin desmontar lo que funciona. Esto además de fortalecer tecnologías complementarias como la identificación biométrica.
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Foto Principal: Registraduría