El mundo de las criptomonedas ha crecido a pasos gigantes durante los últimos tiempos. Sin embargo, este crecimiento ha tenido también consecuencias que han ido más allá de los temas puramente económicos y tecnológicos, y es el impacto ambiental.
Aunque la oportunidad de tener una moneda descentralizada y segura es una ventaja mayor, lo cierto es que el diseño de las criptomonedas también ha generado roces con otros sectores de la sociedad. De estos, tal vez uno de los mayores detractores es el sector preocupado por el impacto ambiental de estas.
Esto abarca desde preocupación por el consumo energético hasta la producción acelerada de residuos electrónicos que luego son difíciles de reciclar. Aunque las tecnologías que acompañan la creación de criptomonedas –como blockchain– se han propagado para innovar a otros sectores, ahora es el turno de las criptomonedas para repensarse y lograr integrar las demandas de un mundo cada vez más digital, pero a la vez más consciente del impacto que tienen en el planeta Tierra.
¿Cómo aportan las criptomonedas a la contaminación?
La influencia de las criptomonedas en la contaminación del medio ambiente se centra en gran medida en la minería de criptomonedas, un proceso esencial para la creación y validación de nuevas transacciones en la red blockchain. La mayoría de las criptomonedas, como Bitcoin, utilizan un sistema de consenso llamado Prueba de Trabajo (PoW) que requiere que los mineros resuelvan complejos problemas matemáticos computacionalmente intensivos para agregar bloques a la cadena de bloques. Este proceso consume una cantidad significativa de energía, y muchos mineros recurren a centros de datos y granjas de minería que funcionan con electricidad de fuentes no renovables, como el carbón.
Esta alta demanda de energía y el uso intensivo de hardware de minería tienen varias implicaciones negativas para el medio ambiente:
- Emisiones de gases de efecto invernadero: La minería de criptomonedas puede contribuir a un aumento en las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que gran parte de la energía proviene de fuentes no renovables. Esto puede exacerbar el cambio climático y afectar negativamente la calidad del aire y la estabilidad climática.
- Agotamiento de recursos naturales: Además del consumo energético, la producción de hardware de minería, como las tarjetas gráficas y los ASIC (Circuitos Integrados de Aplicación Específica), conlleva un agotamiento de recursos naturales y una generación de residuos significativa durante su fabricación. La extracción y procesamiento de los materiales utilizados en estos dispositivos pueden tener un impacto ambiental duradero.
- Competencia por la energía: En algunas áreas, la minería de criptomonedas compite directamente con las necesidades energéticas de las comunidades locales. Esta competencia puede llevar a aumentos en las tarifas de electricidad para los residentes locales y ejercer una presión adicional sobre los recursos energéticos locales, especialmente en lugares donde la electricidad ya es escasa.
- Concentración geográfica: La minería de criptomonedas tiende a concentrarse en regiones con electricidad barata, lo que puede ejercer una presión significativa sobre las redes eléctricas locales. Esta concentración geográfica puede aumentar la demanda de energía en ciertas áreas y crear desequilibrios en la distribución de recursos energéticos.
En conjunto, estos impactos ambientales resaltan la necesidad de abordar los aspectos medioambientales de las criptomonedas y buscar soluciones que reduzcan su huella ecológica. La transición hacia sistemas de consenso más eficientes en energía, como la Prueba de Participación (PoS), y la promoción de prácticas más sostenibles en la industria son pasos importantes hacia la mitigación de estos efectos perjudiciales.
¿Cuánto contaminan las criptomonedas?
Como dijimos en nuestro artículo “entendiendo mejor las criptomonedas”, la gran mayoría de las criptomonedas que son compradas y vendidas cada día tienen que venir de algún lado. Estas monedas son obtenidas en un proceso que se llama ‘minería’, en el que los participantes verifican las transacciones del blockchain a la vez que intentan ser los primeros en obtener la respuesta correcta a retos relacionados con los procesos que se realizan en las bases de datos y ser recompensados con monedas (como bitcoin o ethereum, entre otras).
A medida que se encuentran respuestas correctas, el sistema intenta ajustarse para que no haya una saturación de monedas. Esto se traduce en que llegar a soluciones correctas se vuelve más difícil, y la forma más fácil que tienen los mineros para compensar esto es agregando más poder computacional.
Dado que la minería se puede realizar con tarjetas gráficas o con Asic –hardware dedicado–, esto significa que en ocasiones se tienen cientos o miles de tarjetas gráficas trabajando 24/7 para encontrar criptomonedas.
Imagen:Consumo eléctrico anual (billones de Kw/h). Fuente: La Casa Blanca.
El problema es que estas tarjetas consumen bastante energía, especialmente si son utilizadas por largos periodos de tiempo. China, por ejemplo, representa el 65 % del poder computacional de la minería de bitcoin actual; el problema es que mucha de esta energía viene de la quema de carbón (recordemos que China representa el 28 % de las emisiones globales de carbono). El incremento del precio en bitcoin ha significado también un incremento en la minería, lo que ha elevado el consumo energético a niveles nunca antes vistos.
Según el reporte ‘Los pequeños secretos de Bitcoin’, publicado por Bank of America en marzo de 2021, las emisiones de carbono de bitcoin aumentaron en 40 millones de toneladas en los últimos 2 años. De hecho, si el consumo de energía anual de bitcoin fuera sumado y comparados con el de los países, estaría por encima de naciones como Chile y Grecia. Según el estudio, una transacción de bitcoin equivalente a 1.000 millones de dólares está dejando aproximadamente 5,4 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Estas cifras son corroboradas por entidades como la Universidad de Cambridge, que ha medido el consumo desde 2014. En su análisis se puede ver que apenas en mayo se llegó a 500 terawatts consumidos cada hora dedicados a la minería de bitcoin. De este consumo, apenas el 39 % proviene de fuentes de energía renovables.
A esto se le suma la realidad de que, si bien las criptomonedas son digitales, se requiere de hardware para obtenerlas. Muchas de las granjas de minería de bitcoin utilizan hardware especializado, lo que significa que una vez descartado este hardware va a parar a la basura. En muchos casos, el hardware dedicado a consumidores va a parar a las manos de mineros, lo que ha exacerbado la actual escasez de chips de computadores.
Perspectivas desde los mercados y la sostenibilidad
Esta incertidumbre en las criptomonedas ha provocado que compañías que invierten en la tecnología –como Tesla–, sean forzadas a dar un paso atrás y pensar dos veces antes de aceptarlas.
Sin embargo, hay quienes no están de acuerdo con esta posición.
“Es absolutamente absurdo lo que están hablando”
Bryan Benson, gerente de Operaciones para América Latina de Binance.
Según él, es injusto hablar de la huella del carbono de las criptomonedas pero no pensar en el impacto ecológico de monedas como el dólar o el peso.
Esta es una consideración válida, pero la naturaleza distinta de las monedas físicas y digitales hace que compararlas sea difícil. Con esto en mente, según un análisis de CoinDesk, la impresión de 200.000 millones de billetes a nivel global resulta aproximadamente en 3,2 millones de toneladas de CO2 producidas y 10.000 millones de litros de agua. Acá, sin embargo, entidades gubernamentales han empezado un cambio hacia billetes fabricados en polímero, lo que potencialmente reducirá su impacto ambiental.
“Bitcoin, por todo lo malo que dicen, yo creo que sí requiere energía, pero entre más energía consume, más segura es la red. Y eso es lo que haces, convertir la energía en dinero seguro, que le da más incentivo a los que producen energía”
En el año 2019, CoinShares –una firma de investigación abiertamente procriptomonedas– encontró que 74,1 % de la electricidad consumida por bitcoin provenía de fuentes renovables. Esto, según ellos, hace que bitcoin sea ‘más impulsada por las energías renovables que casi cualquier otra industria a gran escala del mundo’. Esta cifra contrasta fuertemente con el 39 % señalado por la Universidad de Cambridge, lo que ha llevado a fuertes debates sobre la validez del estudio.
De la misma forma, en algunos casos se están explorando soluciones para reutilizar energía. Según CoinDesk, el gigante petrolero Equinor está pensando en invertir en tecnología de minería. Al momento de hacer perforaciones petroleras se libera gas natural que se quema y va a la atmósfera. La meta es convertir este gas en electricidad para aprovechar esa energía y hacer minería de bitcoin.
¿Qué se está haciendo para reducir el impacto medioambiental de las criptomonedas?
Más importante que apuntar dedos y acusar, la salida a esta crisis está en buscar alternativas que no solo sean más amigables con la Tierra, sino que tampoco sacrifiquen los avances que han traído las criptomonedas. Michael Saylor, fundador y CEO de MicroStrategy, aseguró que 2021 es el año en el que las operaciones de minería de bitcoin invertirán capital importante en el desarrollo de tecnologías renovables y sostenibles.
A key theme of 2021 is #Bitcoin mining companies coming public in the US, channeling Wall Street capital to support sustainable energy development, enhance grid reliability & efficiency, improve network security & strengthen institutional support for BTC.https://t.co/kaHqHYNnnJ
— Michael Saylor (@michael_saylor) July 12, 2021
“Un tema clave de 2021 es la salida a bolsa de las empresas mineras de #Bitcoin en EE.UU., canalizando el capital de Wall Street para apoyar el desarrollo energético sostenible, mejorar la fiabilidad y la eficiencia de la red, mejorar la seguridad de la red y fortalecer el apoyo institucional a BTC”.
Una de las soluciones sencillas es la de mover operaciones de minado a países o estados que tengan más energías renovables. De la misma forma, otros reportes resaltan que esta preocupación por el impacto ambiental puede ser beneficiosa a largo plazo, ya que impulsará la adopción de energías renovables para poder nutrir los esfuerzos que hace la industria de bitcoin para mantenerse a flote.
Por otro lado, las soluciones también están por el lado del software. Ethereum, la criptomoneda que ha implementado funciones como la de los NFT –Non-fungible token–, ha optimizado su operación en los últimos años para hacerlo más eficiente y reducir el consumo energético, llegando a reducirlo en 99 % para el año 2019. Sin embargo, actualmente los desarrolladores de la criptomoneda planean cambiar por completo el modelo de minería para deshacerse casi totalmente de las limitaciones de hardware.
Este sistema se conoce como POS –proof of stake–. A diferencia del modelo actual, en el que las operaciones en blockchain deben ser descifradas, en proof of stake las monedas ether reemplazan el hardware. Los interesados en ser verificadores deben ‘invertir’ un mínimo de 32 ETH; entre más se invierte, más posibilidades tienen de ser elegidos. Esta elección se hace al azar, y la persona elegida se vuelve la encargada de verificar el siguiente paquete de transacciones en el blockchain y recibe un pago pequeño como recompensa.
Sin importar de donde venga, lo cierto es que las criptomonedas actualmente están en el proceso de reinventar sus procesos para ajustarse mejor a las demandas de un público cada vez más consciente de nuestro impacto en el planeta Tierra. Es innegable la revolución que han significado las criptomonedas en muchos de nuestros sistemas actuales, pero la innovación y el desarrollo no pueden existir a costa del medio ambiente.
Fabricar criptomonedas sostenibles hoy en día es posible
Para fabricar criptomonedas sostenibles, el enfoque principal debe ser la elección de tecnologías de consenso eficientes en energía, como hemos dicho, la Prueba de Participación (PoS) en lugar de la Prueba de Trabajo (PoW), minimizando así el consumo de energía. Además, se deben establecer prácticas que fomenten el uso de energía renovable para la minería o validación, y se debe hacer un seguimiento y divulgación transparente de la huella de carbono de la criptomoneda. Alentando la adopción de hardware de bajo consumo energético, estableciendo incentivos ecológicos y comprometiéndose con metas de sostenibilidad, se puede crear una criptomoneda que no solo sea amigable con el medio ambiente, sino que también promueva prácticas más responsables en la industria de las criptomonedas en su conjunto.
Proyectos concretos que se están llevando a cabo para reducir la huella de carbono de las criptomonedas
- Transición hacia Prueba de Participación (PoS): Ethereum, la segunda criptomoneda más grande por capitalización de mercado, está en proceso de migrar de un sistema de consenso de Prueba de Trabajo (PoW) a PoS. Este cambio tiene como objetivo reducir drásticamente el consumo de energía de Ethereum y, por lo tanto, su huella de carbono.
- Criptomonedas de energía verde: Algunas criptomonedas se están desarrollando específicamente para ser amigables con el medio ambiente. Ejemplos incluyen Chia Network (XCH), que utiliza PoST (Prueba de Espacio y Tiempo) en lugar de PoW, y SolarCoin (SLR), que recompensa a los productores de energía solar con criptomonedas.
- Proyectos de minería de energía renovable: Varios proyectos buscan aprovechar energía renovable para la minería de criptomonedas. En Canadá, por ejemplo, la compañía Hut 8 Mining opera una granja minera impulsada por energía hidroeléctrica, lo que reduce significativamente su huella de carbono.
- Incentivos para prácticas más ecológicas: Algunos exchanges y organizaciones de criptomonedas están tomando medidas para promover prácticas sostenibles en la industria. Por ejemplo, el Crypto Climate Accord (CCA) busca que la industria sea completamente alimentada por energía renovable para 2030 y ha obtenido el respaldo de varias empresas importantes.
- Compromisos de sostenibilidad: Grandes actores en el espacio de las criptomonedas, como Tesla, han mostrado interés por las criptomonedas amigables con el medio ambiente. Tesla anunció que dejaría de aceptar Bitcoin como pago debido a preocupaciones ambientales, pero también expresó su intención de utilizar Bitcoin nuevamente una vez que se confirme que más del 50% de la minería proviene de fuentes sostenibles.
- Auditorías de carbono y seguimiento de huella: Algunas compañías de criptomonedas están realizando auditorías de carbono y proporcionando información transparente sobre su huella de carbono. Esto ayuda a los inversores y usuarios a tomar decisiones informadas sobre las criptomonedas que eligen utilizar o apoyar
Imagen principal: Photo by Executium en Unsplash
¿Cómo afectan las criptomonedas a la sociedad?
Las criptomonedas, en su ascenso meteórico, han dejado una marca indeleble en la sociedad contemporánea. Vamos a analizar cómo estas innovaciones financieras han afectado a la sociedad en múltiples facetas.
- Revolución financiera digital: Las criptomonedas han iniciado una revolución financiera digital al ofrecer una alternativa descentralizada a las monedas tradicionales respaldadas por gobiernos. Este cambio ha permitido a las personas tener un mayor control sobre sus finanzas, eliminando intermediarios bancarios y permitiendo transferencias globales instantáneas.
- Inclusión financiera: Las criptomonedas han abierto las puertas de la inclusión financiera a millones de personas en todo el mundo que previamente no tenían acceso a servicios bancarios. Esto es especialmente relevante en regiones donde las infraestructuras bancarias son limitadas, ya que las billeteras digitales pueden crearse fácilmente.
- Transparencia y seguridad: La tecnología blockchain, que sustenta las criptomonedas, ha aportado una capa adicional de transparencia y seguridad a las transacciones. Cada transacción queda registrada de forma permanente y es inmutable, lo que reduce el riesgo de fraudes y corrupción.
- Fomento de la innovación tecnológica: El crecimiento del ecosistema de criptomonedas ha impulsado la innovación tecnológica en una variedad de industrias. Desde el desarrollo de contratos inteligentes hasta aplicaciones de finanzas descentralizadas (DeFi), se están explorando nuevos horizontes impulsados por esta tecnología.
- Volatilidad financiera: Sin embargo, la volatilidad financiera es una característica inherente al mundo de las criptomonedas. Si bien esto ha llevado a ganancias espectaculares, también ha dejado a muchos inversores enfrentando pérdidas significativas. La montaña rusa de precios ha generado debates sobre su idoneidad como reserva de valor.
- Regulación y desafíos legales: La regulación de las criptomonedas varía según el país, y los desafíos legales están en constante evolución. Los gobiernos buscan equilibrar la innovación con la necesidad de proteger a los inversores y prevenir actividades ilegales como el lavado de dinero.
- Conciencia ambiental: La minería de criptomonedas, que requiere una gran cantidad de energía, ha generado preocupaciones ambientales debido a su huella de carbono. Esto ha llevado a discusiones sobre la sostenibilidad del sector y a la búsqueda de soluciones más ecológicas.
- Educación y alfabetización financiera: La adopción de criptomonedas ha resaltado la importancia de la educación y alfabetización financiera. Los usuarios deben comprender los riesgos y beneficios antes de participar en este espacio en constante evolución.
Consumo de recursos por criptomonedas
Las criptomonedas menos contaminantes
Criptomoneda | Consumo de Energía por Transacción (kWh) | Comentarios |
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NANO | 0.0001 | – |
XLM (Stellar) | 0.0002 | Top 20, eficiente |
XRP (Ripple) | 0.0079 | Similar a Stellar |
ADA (Cardano) | 0.5 | Ganó valor con anuncio de Musk |
IOTA | 0.113 | Top 50, smart contracts |
VITE | – | Tecnología DAG, exchange descentralizado, smart contracts |
XCH (Chia) | 0.023 | Tendencia en noticias y redes sociales |
Criptomonedas mas contaminates
Criptomoneda | Consumo de Energía por Transacción (kWh) |
---|---|
BTC (Bitcoin) | 700 |
ETH (PoW) | 62.5 |
BCH (Bitcoin Cash) | 18.9 |
LTC (Litecoin) | 18.5 |