2020, un año lleno de desafíos TIC para Colombia y el mundo

2020 será el año de 5G en el mundo, aunque tardará más en llegar a América Latina. La Ley TIC deberá empezar a dar frutos en Colombia.

Publicado el 21 Ene 2020

Tendencias 2020

Cuando se habla de Inteligencia Artificial o de Internet de las Cosas –por mencionar solamente 2 de las tendencias tecnológicas que han marcado los últimos años y que, seguramente, seguirán siendo la base de muchos desarrollos futuros–, los expertos y analistas suelen decir que con ellas se podrán hacer cosas que ni siquiera nos imaginamos hoy.

Como no nos imaginábamos hace un par de décadas –cuando finalmente llegó el tan esperado año 2000– que los teléfonos servirían para navegar por Internet, consultar nuestros servicios de correo electrónico y mensajería instantánea, escoger la ruta más corta para llegar a una dirección utilizando servicios satelitales, pedir un taxi sin necesidad de marcar un número telefónico (así parezca que las leyes se empeñan en devolvernos al pasado), almacenar gigas de información protegida con sistemas biométricos…

Sigue siendo inevitable citar lo paradójico que resulta el hecho de que para lo que menos se usan los teléfonos inteligentes es para hacer llamadas.

De los grandes avances que nos mostraron hace décadas o incluso siglos los grandes visionarios y autores de la ciencia ficción ya no hacen falta muchos por hacer realidad: fuimos a la Luna, como lo vaticinó Julio Verne en 1865; usamos tabletas, intercomunicadores y relojes dignos de ‘2001, odisea del espacio’, ‘Viaje a las estrellas’ y ‘Dick Tracy’; tenemos asistentes digitales que nos avisan la hora de nuestras citas y neveras que nos notifican cuando hace falta un alimento. Podemos decirle a la lavadora que empiece su labor cuando salimos del trabajo para la casa. ¡Ya hay prototipos de sables láser! Claro, no todo funciona tal cual como en las películas, pero…

La lista de pendientes…

Y de los grandes avances de la ciencia ficción –de los realmente grandes– están pendientes los viajes en el tiempo, los viajes a la velocidad de la luz y la teletransportación. ‘Volver al futuro’, la icónica escena de ‘Star Trek’ en la que los tripulantes se desvanecen en el Enterprise como por arte de magia y la acción del hiperpropulsor en las naves de ‘Star Wars’ todavía son asignaturas pendientes.

Saber lo que nos depara el futuro en materia de desarrollos tecnológicos y científicos es tan fácil y tan difícil al mismo tiempo. En el año 2000 cualquiera nos habría tildado de locos si hubiéramos hablado de un sistema para hacer llamadas y videoconferencias gratuitas a cualquier parte del mundo. Y aunque lo de ‘gratuitas’ sigue teniendo el matiz del costo del plan de datos, lo cierto es que hoy tenemos WhatsApp, Telegram o Skype al alcance de cualquier teléfono inteligente, cuyo precio puede alcanzar varios miles de dólares, pero también puede comenzar en menos de 100 de ellos.

¿Telecirugía? ¿Robots que responden llamadas sin que, en muchos casos, el interlocutor humano llegue a darse cuenta (salvo que las leyes los obliguen a identificarse)? ¿Líneas de ensamblaje automatizadas en las que hay máquinas haciendo máquinas (perdón por la referencia a ‘La guerra de los clones’) sin intervención humana? ¿Parlantes o tabletas a los que podemos decirles “apaga las luces y pon música suave”? En la época de Galileo, tales ideas habrían merecido la hoguera. Hace 50 años, habrían hecho contemplar la posibilidad de una clínica de reposo…

Hoy sabemos que prácticamente cualquier cosa que se nos venga a la mente es posible. Lo difícil, realmente, es acertar el tiempo en el que sucederá… algunas veces, porque todavía pueden tardar mucho tiempo (¿o quizás no llegar nunca, como los viajes en el tiempo o la teletransportación?); otras, porque llegarán mucho antes de lo esperado.

Sabemos que 5G cambiará el mundo de las telecomunicaciones y hará que otras tecnologías, como Internet de las Cosas, se desarrollen con un potencial decenas de veces mayor del que tienen hoy día; y sabemos que para los países más desarrollados esta será una realidad en 2020, pero para la mayoría de América Latina 5G lo será a mediano plazo; 3 años puede ser incluso una visión muy optimista en algunos casos.

¿Y entonces? ¿Las tecnologías que prometen cerrar la brecha digital serán más bien las encargadas de hacer que esta se haga cada vez más grande? ¿Harán que las diferencias entre los países más avanzados aumenten frente a los que apenas están en vías de desarrollo? ¿Qué se debe hacer para avanzar al ritmo de aquellos países que se dieron cuenta hace décadas –y hoy vemos los frutos de haberlo puesto en práctica– que era necesario invertir más en ciencia y tecnología?

¿Ya nos acostumbramos o no dejamos de asombrarnos?

Hace no mucho tiempo empezamos a maravillarnos con modelos de carros que tenían sensores que activaban una alarma si se acercaban mucho a la pared; luego llegaron otros con cámaras que facilitaban aún más la labor de parqueo. Hoy hablamos de carros autónomos que todavía están involucrados en accidentes, pero prometen tasas menores que la que producen los conductores humanos, aunque todavía falta camino por recorrer en este aspecto,

Hoy nos maravillamos de que el carro que manejamos frene por sí mismo cuando el de adelante reduce la velocidad; pero pronto llegarán carros que les digan a los otros “hey, voy llegando al cruce de la Caracas con 53 y el semáforo está en verde; no te vayas a cruzar en rojo, porque podemos estrellarnos”. Aplicaciones reales de Internet de las Cosas que se potenciarán decenas de veces, ya lo dijimos antes, gracias a la reducida latencia y a la alta velocidad de transmisión de 5G.

Seguramente, decidir contra qué estrellarse en caso de que una colisión sea inevitable se reducirá a un ejercicio de probabilidad antes que a un discernimiento similar al humano, pero reducir la tasa de heridos y muertos en accidentes de tránsito ya será (ya es) ganancia.

¿Qué le depara 2020 a Colombia y al mundo?

¿Cuáles de todas esas ideas que tenemos en mente serán realidad en 2020? Entre diciembre y enero de cada año, grandes empresas hacen vaticinios sobre las novedades que se verán en los próximos 12 meses; cuando el cambio de año es tan significativo como el paso de 2019 a 2020 –así no sea formalmente un cambio de década–, las predicciones se extienden incluso para los 10 años siguientes.

Entre los gurús que ponen a trabajar sus bolas de cristal se encuentran visionarios de empresas tan grandes como IBM, Gartner, IDC, Deloitte y KPGM, solo por mencionar algunas. En la lista de tendencias del 2020 se encuentran ‘viejos conocidos’ que llegarán repotenciados, como la Inteligencia Artificial, la automatización, 5G… y seguirán las preocupaciones y los desarrollos para resolverlas en campos como la seguridad y la privacidad.

Y en Impacto TIC dedicaremos algunos de nuestros contenidos de lo que queda de enero para compartir la visión de las empresas mencionadas antes (y de muchas otras) sobre los temas mencionados a lo largo de este artículo (y de muchos otros). Eso sin dejar por fuera, claro, lo que nos espera en un panorama nacional en el que la Ley TIC ya debe empezar a mostrar algunos resultados concretos, en el que estrenamos un Ministerio de Ciencia, en el que la conexión de más de 15 millones de colombianos a Internet es prioridad del Ministerio TIC y en el que Colombia debe seguir su rumbo hacia convertirse en el epicentro de la Transformación Digital de América Latina.

Sí, ganar la Copa América será importante, pero seguramente no influirá en el rumbo que debemos seguir para seguir escalando posiciones en industrias en las que hace una década competíamos por el cuarto o quinto lugar con Chile y Argentina, y en las que hoy, en algunos casos, estamos acompañando en el podio a México y Brasil; tampoco servirá para recuperar posiciones en algunos campos en los que ahora estamos cerca de la cola en la región.

Educación, esencial para que las tendencias tecnológicas nos hagan crecer

Para lograr este objetivo también se deben hacer más esfuerzos para mejorar la educación, un campo en el que la ciencia y la tecnología han hecho y siguen haciendo aportes fundamentales. Pero no se trata solamente de que cada estudiante tenga una tableta, de que las instituciones tengan aulas presenciales avanzadas o hagan un uso cada vez más efectivo de los modelos virtuales. Los esfuerzos deben apuntar a una revolución en la que se motive el pensamiento crítico para el desarrollo.

Bill Gates, Steve Jobs, Mark Zuckerberg, Michael Dell… aparte de ser grandes empresarios e íconos en el mundo de la tecnología, todos tienen algo en común: no terminaron una carrera universitaria. Y no se trata de caer en el facilismo de decir que “para ser rico no se necesita estudiar”. Al contrario, aunque las biografías de estos personajes no están llenas de títulos académicos, están consagradas al estudio y al desarrollo de ese pensamiento crítico que les permitió ser personas exitosas y líderes de empresas con no menos reconocimiento.

El emprendimiento está de moda y –ya lo hemos dicho antes– no es una moda pasajera. Y estos emprendimientos, que cada vez tienen presidentes o gerentes más jóvenes, no solo están indicando el camino en el que se mueven la Transformación Digital y la Cuarta Revolución Industrial, sino que son pruebas vivientes de un nuevo modelo de pensamiento –formado dentro o fuera de las aulas formales– que implica la necesidad de transformar nuestra educación.

Siempre que se habla de Transformación Digital se hace referencia a la importancia del factor humano. Y no es que la tecnología no sea importante, pero al final puede ser más fácil encontrar un buen sistema que permita poner en práctica una idea de forma eficiente, que sacar una idea de la nada, o que seguir con ideas caducas, del mundo antiguo. Escenarios como el de ‘Terminator’ tal vez no sean imposibles; pero serán más reales en la medida en que el mismo ser humano se elimine como variable en la ecuación del desarrollo tecnológico.

Todo parece listo para que 2020 sea un gran año para Colombia y para el mundo. Y seguramente habrá sorpresas, más por el hecho de que una tecnología adelante su llegada que porque alguna de ellas no aparezca tan pronto como se esperaba. Lo importante es que sepamos aprovecharlas en beneficio propio, de las empresas y del planeta.

Entre los temas que vamos a desarrollar en estos días se encuentran los siguientes (aunque serán muchos más):

Esperamos que disfruten estos contenidos tanto como nosotros disfrutamos al prepararlos.

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Imagen principal: Geralt (Pixabay).

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Redacción Impacto TIC

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