La Inteligencia Artificial (IA) es una de las tecnologías esenciales de la Cuarta Revolución Industrial, pues está presente en el machine learning, la robótica, IoT, Big Data, la nube, impresión 3D y otras áreas. En muchos casos, la Inteligencia Artificial es el motor que impulsa los desarrollos tecnológicos que ayudan a cerrar la brecha digital y contribuyen en la Transformación Digital de los distintos sectores de la sociedad.
Prácticamente todos los desarrollos de la industria tecnológica en la actualidad y la propia Transformación Digital del sector público y el privado no serían posibles sin la IA, aunque es cierto que existe un elemento aún más importante: la conectividad.
Una de las ideas que más hicieron eco en la conversación sobre cómo la IA está transformando el mundo –la cual se desarrolló el pasado 9 de marzo durante el evento ‘Presente y futuro de la IA en la región’– es que todas las tecnologías que buscan mejorar la productividad y competitividad necesitan, incluso primero que a la IA, de conectividad.
Colombia tienen mucho potencial para el uso y la apropiación de las nuevas tecnologías como la IA, pero a lo largo de la historia al país le ha costado mucho trabajo llegar a tiempo a todas las revoluciones industriales. Según la presidente del Consejo Privado de Competitividad, Ana María Maiguashca, en Colombia hay obstáculos que son complejos y que no permiten alcanzar la industrialización a tiempo. Estos obstáculos son muchos y muy variados, pero tiene una característica en común y es que responden a las distintas realidades del país.
¿Por qué a Colombia le cuesta tanto trabajo llegar temprano a las revolucione industriales? Para @anakarinaqa, las realidades del país han sido un factor fundamental para alcanzar plenamente los beneficios de la tecnología y de la IA. pic.twitter.com/CDucgllITb
— Impacto TIC (@ImpactoTIC) March 9, 2022
“Tenemos una segmentación muy fuerte entre una Colombia formal y una Colombia informal. El país formal, el país que tiene acceso a todas las capacidades tecnológicas y a la conectividad, es en realidad muy pequeño. Nos enfrentamos a la paradoja de que quienes más necesitarían y podrían extraer retorno de la IA son precisamente aquellos que se encuentran en la informalidad y la desconexión”, afirmó Ana María Maiguashca.
Otra de las participantes de la conversación fue la presidente de la Fundación Empresarios por la Educación, Andrea Escobar, quien justamente destacó que la conectividad es un factor fundamental para aplicar plenamente la IA y aprovechar todos sus beneficios en campos como la educación.
Según la ejecutiva, Colombia está llegando muy tarde a incluir a la IA en el sector educativo, pues para ella las nuevas tecnologías y particularmente la Inteligencia Artificial deben empezar a enseñarse desde la escuela, y para lograrlo no solo hace falta implementar plenamente estas tecnología disruptivas, sino conectar a las instituciones educativas.
De acuerdo con una investigación de la Fundación Empresarios por la Educación, 3.620 sedes educativas en el país no cuentan con una conexión a Internet apropiada y, de hecho, el 78,94 % de las sedes educativas en Colombia no posee la infraestructura necesaria para una conexión Wi-Fi.
“Hay que iniciar por conectar a todas las sedes educativas a la energía y a Internet”.
Andrea Escobar, presidente de la Fundación Empresarios por la Educación.
La Inteligencia Artificial es ampliamente utilizada en herramientas en los chatbots de organizaciones como el Icetex, pero el acceso a dichas herramientas solo es posible en aquella Colombia formal que describe Maiguashca. Por esa razón es que Andrea Escobar insiste en conectar a aquella Colombia informal para que pueda tener acceso pleno a las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial y particularmente a la IA.
La paradoja de la regulación
Pensar en un marco regulatorio para la IA –la cual tiene una gran influencia en tecnologías que permiten el acceso a crédito, a la comunicación, al empleo y hasta a la salud– es un gran avance para el país. El pasado mes de febrero, el Centro para la Cuarta Revolución Industrial (C4IR) lanzó un kit de herramientas con el objetivo de ayudar a las organizaciones a prevenir y mitigar los sesgos de género en la IA. Sumado a esas herramientas, la Unesco también presentó recientemente sus Recomendaciones para el Uso Ético de la IA.
Los avances en el desarrollo ético de la Inteligencia Artificial y el manejo adecuado de los datos han puesto a Colombia a la vanguardia en América Latina. Sin embargo, dichos avances solo afectan a aquellas personas que hacen parte de esa Colombia formal que se describió en el ‘Presente y futuro de la IA en la región’. Para Ana María Maiguashca, la discusión alrededor del manejo ético de los datos en un país que ya tiene a su población formal y con ciertos niveles de educación y de acceso a la tecnología es muy diferente a la que se tiene que dar en un país como Colombia.
Según Maiguashca, la IA tiene una oportunidad para aumentar la productividad en todos los sectores de la economía, pero es importante que la ruta que se sigue en los marcos regulatorios sea una rampa que impulse y no que frene.
“El hecho de que en Colombia tengamos ciertas reglas de juego para manejar los datos personales, por ejemplo en el sector financiero, va en desmedro del consumidor, porque el manejo de esos datos no es el más óptimo para que avancen en su proceso de inclusión financiera”.
Ana María Maiguashca, presidente del Consejo Privado de Competitividad.
En el caso de las pymes también existen algunas barreras regulatorias que no les ayudan a aprovechar plenamente no solo la Inteligencia Artificial, sino que también otras tecnologías.
“Nosotros tendemos a hacer marcos regulatorios para el mundo perfecto que no tenemos, porque no tenemos ni siquiera a todas las instituciones escolares conectadas. La regla con la que tiene que estar las pymes no puede ser la misma regla con la que juega las empresas grandes, y no se trata de segmentar”, afirmó Maiguashca.
La importancia del talento femenino para diversificar a la industria
En la industria tecnológica existen brechas notables de género que se hacen más evidentes cuando se analiza la participación de la mujer en el sector. Como parte de la conversación sobre cómo la IA está transformando el mundo, Ana Karina Quessep, presidente de BPro y vicepresidente de Aliadas, destacó que la industria tiene que ir mucho más allá de simplemente incluir a más mujeres en el sector.
“El 78 % de los programadores en la industria son hombres y solo el 22 % son mujeres. Hay que traer más mujeres, pero no se trata solamente incluir más mujeres, sino también de velar por la diversidad en general”.
Ana Karina Quessep.
“Hay que tener más mujeres adentro de las compañías haciendo programación para disminuir los sesgos”, @anakarinaqa Presidente de @BPrO_org. #PresenteyFuturoIA pic.twitter.com/BhGm9VIJbW
— Impacto TIC (@ImpactoTIC) March 9, 2022
El reto para diversificar a la industria no solamente pasa por incluir a más tipos de personas, sino que también incluye retos como la disminución de los sesgos en los algoritmos y los datos, pues estos son los principales elementos con los que trabaja la IA. Con el lanzamiento del kit de herramientas de C4IR se busca precisamente disminuir al máximo los sesgos en la Inteligencia Artificial y sobre todo los sesgos de género, ya que le pueden cerrar las puertas a las mujeres a oportunidades laborales o de crédito.
El problema con los sesgos en la Inteligencia Artificial no es nuevo y se viene detectando desde la década de 1980, por lo que organizaciones internacionales como la Unesco y los varios gobiernos del mundo han creado herramientas, marcos normativos y guías éticas para un uso responsable.
La eliminación de sesgos inconscientes en los datos y los algoritmos no siempre resulta un proceso fácil para las empresas y es por ello que los invitados a la conversación sobre cómo la IA está transformando en mundo celebraron la creación normas éticas y herramientas para el uso responsable .
Imagen principal: geralt (Pixabay)