Trabajo táctico y estratégico: claves para planificar y ejecutar metas

Publicado el 21 Oct 2021

Táctica y estrategia

Cuando hablamos de trabajo se nos vienen a la cabeza distintas cosas, como puede ser un puesto en una empresa, un esfuerzo, un sustento vital o incluso una pasión. Sin embargo, cuando propongo los términos ‘trabajo táctico’ y ‘trabajo estratégico’ seguramente habrá confusión; pero les aseguro que diferenciar entre estos dos tipos de trabajo es fundamental, no solamente en un ámbito empresarial, sino también para organizar y ejecutar metas, un tema que mis lectores saben que me interesa bastante y que abordo en mi libro ‘El arte de crear metas’.

La primera distinción que debemos hacer es de carácter temporal. En la planeación de metas hay dos tiempos claves: el presente y el futuro. Esto parece obvio, no obstante, es crucial detenernos por un momento. El presente es el momento de la acción, el futuro es el momento de la planeación; el trabajo táctico se enfoca en la ejecución del presente, lo que haces todos los días por una meta o negocio, o, en otras palabras, es trabajar en dicho negocio o meta. En cambio, el trabajo estratégico se preocupa por el futuro: su naturaleza es el análisis y la planeación, y su objetivo es el mejoramiento de la empresa o de la meta, es decir, trabajar dentro del negocio o meta. Mientras que el trabajo táctico cumple con lo necesario del hoy, el estratégico busca un mañana mejor.

Si tomamos como ejemplo una empresa, el trabajo táctico son todas las tareas operativas, financieras y de gestión necesarias para el funcionamiento diario. También incluye interactuar con los clientes, fabricar un producto, brindar un servicio, pagar facturas, preparar y revisar informes financieros, mantener las instalaciones y tu hogar limpio, capacitar y brindar apoyo a los empleados y más.

En pocas palabras, el trabajo táctico es el que haces todos los días en tu negocio para generar ingresos o en tu meta para generar avances. Tal vez esta sea la concepción de trabajo que más se acerque a la idea clásica que tenemos de este. Entonces, el trabajo táctico es el motor que mantiene en movimiento un proyecto.

Por otro lado y siguiendo con el mismo ejemplo, el trabajo estratégico se centra en las mejoras e innovaciones necesarias para crear una empresa excepcional, o que aporten a tu visión y a las metas enlazadas a ella. Comienza con la concepción del sueño, la visión personal o el propósito y la misión de tu empresa, y luego construye los sistemas que producen resultados excepcionales para tus clientes y todas las demás partes interesadas, incluyéndote a ti.

En resumen, el trabajo estratégico tiene que ver con las grandes preguntas: ¿Quién? ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué?

Imagen: Pixabay (Pexels).

El trabajo táctico se trata de respuestas, este es el sistema que usamos para hacer cada tarea. Así es cómo lo hacemos, cómo lo medimos y cómo lo monitoreamos. Otro ejemplo desde el punto de vista de la planeación de metas sería subir a la cima de una montaña. Un componente clave de tu estrategia es decidir de qué lado de la montaña vas a subir (el futuro). Tu táctica se enfocará en el equipo que vas a comprar, quién te acompañará, tu plan de viaje completo, cuánto tiempo te va a tomar llegar y cosas por ese estilo (el presente que te ayudará a llegar a ese futuro).

¿Todavía no sabes si tu trabajo es estratégico? Lee atentamente estas preguntas y piensa si son aplicables en la manera en que estás trabajando. Si te las has planteado, te aseguro que tu trabajo es estratégico y está enfocado hacia el mejoramiento futuro:

  • ¿Por qué estoy en este negocio? O ¿por qué me puse esta meta?
  • ¿Cuál es el problema o dilema del cliente que estamos tratando de resolver y cómo lo haremos mejor que nadie?
  • ¿Cómo será mi negocio cuando esté terminado?
  • ¿Cómo debe verse, actuar y sentirse mi empresa para que pueda competir con éxito?
  • ¿Cuáles son los indicadores clave que me dirán si estamos logrando o no los resultados que nos hemos definido?
  • ¿Cómo me debo sentir al conseguir mi meta específica?
  • ¿Esta meta es relevante a la situación actual que estoy viviendo?

Diferenciar entre estos 2 tipos (o momentos) de trabajo no solo es muy útil, sino también importante para definir metas y el plan para ejecutarlas. Estamos atrapados en el presente y el futuro es nuestra creación, así que trabajar de manera inteligente en ambos momentos permite generar tácticas y estrategias inteligentes que nos lleven a un mejoramiento continuo, creciendo desde hoy y pensando en el mañana.


Imagen principal: Mikael Blomkvist (Pexels).

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Amikam Yalovetzky

Profesional internacional de ventas y desarrollo de negocios en tecnología con cerca de 20 años de experiencia en el desarrollo y ejecución de estrategias innovadoras de ventas y en la construcción de equipos de marketing y ventas de alto rendimiento.Senior Manager Global Corporate Marketing en MediaTek, y fundador de Tiger Academy.Colaborador y consultor en Impacto TIC.

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