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Hitos y actualidad de Telefónica Colombia en la antesala de la fusión



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Mientras se concreta la venta a Millicom, la operación local de Telefónica Colombia mantiene su rumbo con mejoras en eficiencia, recuperación financiera y foco en clientes de mayor valor. 

Publicado el 30 de abr de 2025



Telefónica Colombia en la antesala de la fusión

Desde el anuncio de la venta de Colombia Telecomunicaciones (Coltel) a Millicom (Tigo), las miradas se han dirigido hacia las condiciones regulatorias y en el calendario de aprobaciones pendientes. No obstante, Telefónica Colombia ha mantenido el ritmo de su operación diaria ajena a las negociaciones, la cual no solo se mantiene sino que refleja un repunte en su desempeño, impulsado por una política de eficiencia y la mejora en el ingreso promedio por usuario (ARPU). 

Como no podemos sustraernos de la realidad, que es la futura fusión de la empresa de telecomunicaciones, vale la pena hacer un breve repaso por algunos de los hitos que han marcado la presencia de Telefónica en Colombia y, aprovechando la publicación del vigésimo ‘Informe de Gestión Responsable’ –una herramienta en la que  ha sido pionera en la industria–, revisar el estado actual de esa operación.  

21 años de su llegada al país

Telefónica inició su presencia formal en Colombia en 2004, tras la adquisición de las operaciones móviles de BellSouth, una movida que le permitió plantar bandera en uno de los mercados más dinámicos y prometedores –para entonces– de América Latina. Esa operación formó parte de una compra regional que abarcó 10 países y consolidó a la compañía española como un jugador relevante en la telefonía móvil regional.

Más adelante, en 2006, profundizó su apuesta al adquirir el control de Coltel, la antigua Telecom, que se encontraba ad portas de la quiebra.

La compañía española compró el 52 % de las acciones de Coltel subastadas por el Gobierno Nacional, superando en la puja a su eterna competidora regional, América Móvil, en un acuerdo que además incluyó asumir parte de las obligaciones pensionales de Telecom.

En 2012, luego de una capitalización, Telefónica fusionó su operación móvil, lo que resultó en una participación del 67,5 % de la española y 32,5 % del Estado en la compañía que se conoce comercialmente como Movistar.

En 2019, la casa matriz de Telefónica reconfiguró sus operaciones en América Latina, excluyendo a Brasil, bajo una nueva unidad llamada Telefónica Hispam, con el objetivo de ganar agilidad, eficiencia y capacidad de adaptación frente a al entorno macroeconómico y regulatorio de la región.

La estrategia se basó en el desacoplamiento operativo de los países, la promoción de modelos de infraestructura compartida, la venta de activos y una fuerte disciplina de costos. Este enfoque se ha seguido a rajatabla desde entonces, lo que le ha permitido estabilizar ingresos y mejorar rentabilidad, además de –en paralelo– preparar el camino hacia su salida, que ya se concretó en Argentina, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panamá y Perú.

Telefónica Colombia hoy

En la actualidad, Telefónica Movistar Colombia supera los 24,4 millones de clientes en telefonía móvil y fija, televisión por suscripción, internet móvil y banda ancha fija.

La línea de negocio de banda ancha fija ha sido uno de los focos de la estrategia en los últimos años, recibiendo una importante inversión destinada al despliegue de fibra óptica (FTTH). Gracias a ello, ya suma 1,5 millones de clientes conectados y 64.000 empresas digitalizadas en 92 municipios del país.

Como parte de la estrategia delineada hace 5 años, la empresa se asoció en 2022 con la firma de inversión KKR en ON*NET Fibra, creando el mayor proveedor de servicios neutrales de conectividad FTTH del país.

En el negocio de servicios fijos, parece haber optado por priorizar la rentabilidad sobre el volumen de conexiones, dejando de lado las líneas de negocio menos rentables y enfocándose en servicios de mayor valor agregado como FTTH.

Esta estrategia también se vincula al proceso de maduración del despliegue de fibra óptica, cuyos costos asociados se redujeron un 16,3 % (hasta $416.935 millones) interanual gracias a las eficiencias logradas por esta tecnología, en un contexto donde Telefónica concentra sus inversiones en hogares y empresas de mayor valor, reforzando así los ingresos de largo plazo.

Otro hito en la trayectoria local de esta multinacional se produjo el año pasado con el acuerdo de integración de redes móviles con Millicom, bautizado “Proyecto Imparables” en el Informe de Gestión Responsable 2024. Esta operación, que siguió al convenio de Unión Temporal para compartir espectro 5G, dio paso a la empresa conjunta Unired Colombia, con participaciones iguales del 50 % para cada socio. El registro contable de la integración ascendió a $2,6 billones en activos y $1,9 billones en pasivos, según el informe.

Si bien el total de accesos de Telefónica Colombia se redujo de 25,1 millones a 24,4 millones, el dato más relevante no es la caída del volumen, sino la mejora en la calidad de la base de clientes. El operador fortaleció su cartera de pospago móvil, el segmento que genera mejores márgenes de rentabilidad y mayor fidelización de usuarios. 

En un mercado móvil con una feroz competencia, donde la presión sobre precios fue la constante desde la llegada de WOM, Telefónica logró mejorar su ARPU en 2024 y llevó su margen EBITDA al 23,2 %, casi 2 puntos porcentuales por encima del año anterior, un avance significativo aupado en una estrategia de crecimiento sostenible que no se basa exclusivamente en el volumen.

En síntesis, el desempeño comercial de 2024 no se mide solo por cuántos clientes tiene Telefónica, sino, sobre todo, por cuánto valor aportan.

Aunque cerró 2024 con una pérdida neta de $466.957 millones, es significativamente menor (31,4 %) a los $680.808 millones del año anterior. Un avance palpable.

En cuanto a la sustentabilidad de la operación, logró reducir en 73 % las emisiones de dióxido de carbono, como parte de su estrategia de eficiencia energética y transición hacia fuentes más limpias. Además, en 2024 reportó la recuperación del 99,7 % de sus residuos.

Por último, es importante mencionar el brazo social de la empresa, el cual sin duda se va a extrañar: la Fundación Telefónica Movistar Colombia. Esta iniciativa ha beneficiado a 1,7 millones de colombianos en los 32 departamentos del país, en proyectos enfocados en educación digital, empleabilidad e inclusión.

Mientras avanza el proceso de venta y se avecina una futura integración con Tigo, Telefónica Colombia no solo mantiene su operación con normalidad, sino que da señales de recuperación. La mejora en sus indicadores financieros, el enfoque en clientes de mayor valor, la eficiencia lograda en sus redes fijas y móviles, y el compromiso social y ambiental, muestran a una compañía que no está esperando a que el mercado se reconfigure.

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