Desde concursos fotográficos hasta novelas, la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) está metida en estos días en todas las artes y la música no podía ser la excepción. ¿Pero qué iniciativas y artistas la están usando? ¿Música e Inteligencia Artificial, una pareja ideal?
Hace pocas horas terminó la última edición del evento de música electrónica más importante de Colombia, el Baum Festival, que reunió a más de 30.000 espectadores para disfrutar de un espectáculo que mezcló tecnología con arte sonoro. Por ello, es natural pensar que este tipo de música sería el primero en el que entraría la Inteligencia Artificial.
Y no está tan lejos de serlo. De hecho, en 1951, Geoff Hill, un científico australiano de computación, fue el primero en reproducir música en un ordenador. Pocos años después, otro experto en computación, Max Mathews, desarrolló Music, el primer gran programa de computadora para la generación de sonidos, sentando las bases para la música electrónica.
Pero tal vez aún más relevante fue el aporte del compositor estadounidense Lejaren Hiller, quien en 1956, junto al matemático Leonard Isaacson, creó el programa de composición musical “Illiac Suite” para crear música de forma automática.
Su nombre obedece al ILLIAC I (Illinois Automatic Computer), el computador de la Universidad de Illinois que se usó para crear la suite, una composición musical para un cuarteto de cuerdas a partir de algoritmos basados en música clásica.
Súper estrellas a bordo
En años posteriores, otros personajes, más allá de académicos e investigadores, también incursionaron en el uso de la Inteligencia Artificial en la música. Uno de ellos fue David Bowie, una de las estrellas de rock más importantes de todos los tiempos, quien en 1997 utilizó un programa llamado Verbasizer que creó junto a Ty Roberts.
Sí, como lo oye, David Bowie fue uno de los pioneros en el uso de la Inteligencia Artificial aplicada a la composición musical. Verbasizer tomaba las palabras escritas y las desordenaba de forma aleatoria.
Otros artistas más cercanos a nuestros días, como Holly Herndon, también han explorado el uso de la Inteligencia Artificial en la música. En su álbum de música electrónica “Proto“, lanzado en 2019, Herndon colaboró con una Inteligencia Artificial llamada Spawn, creada por ella y Mat Dryhurst.
Pero tal vez lo más impresionante sea Holly+, un modelo de Inteligencia Artificial creada por Herndon que imita la voz de su creadora humana. En una charla TED, Herndon realiza una demostración en vivo en la que Holly+ canta en múltiples idiomas que su misma creadora desconoce, y el resultado es impactante.
Otra demostración del uso de Inteligencia Artificial en la música fue llevada a cabo por Sony en 2016. Utilizaron la plataforma de software Flow Machines para componer una canción al estilo de los Beatles, después de analizar 13.000 canciones.
Más recientemente, la cantante Grimes, esposa de Elon Musk, lanzó al mercado una plataforma de IA en la que cualquier persona puede usar su voz para componer una canción. Sin embargo, las ganancias en caso de ser un éxito musical serían divididas en un 50/50.
Otras plataformas de música e Inteligencia Artificial
Así como nació Flow Machines, en la actualidad existe una oferta mucho más nutrida de plataformas para componer música usando IA, con nombres como IBM Watson Beat, Google Magenta, Jukedeck, Melodrive, el Creator Technology Research Lab de Spotify, AIVA y Amper Music, entre otros.
Esto sin mencionar varios artistas que ya se han destacado en esta área como Arca, Dadabots, YACHT y Taryn Southern. De hecho el número de artistas ha crecido tanto que ya existen organizaciones como AI Artist que agrupan a varios de ellos.
Estamos en un momento de transición entre la masificación de nuevas herramientas de Inteligencia Artificial para la creación artística y los retos regulatorios y de protección de derechos de autor.
De hecho, se rumorea que Google no ha liberado su impresionante Google Music LM precisamente para evitar problemas legales. Esta plataforma es tan potente que no solo puede generar música a partir de texto de otras canciones, sino incluso de imágenes.
Al mismo tiempo, las plataformas de streaming musical se encuentran en una cruzada para bloquear las canciones generadas por IA, al igual que algunas plataformas de ventas de imágenes bloquearon las piezas gráficas creadas con Midjourney o Dall E Mini.
Sin embargo, bloquear estas cosas no parece ser una buena forma de hacer negocios, ni tampoco bloquear una tecnología que facilita los procesos de creación de contenido. Por ello, varios analistas y artistas ven el futuro del arte como una co-creación entre el artista biológico y su plataforma de IA. Pero eso es una polémica que apenas comienza. ¿Usted cree que este será el futuro?
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