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Migración a la nube, súbase a la tendencia del momento



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Desde servicios de almacenamiento hasta sistemas críticos empresariales, las ofertas de proveedores de nubes para empresas están creciendo cada año, pero ¿por dónde deben empezar las organizaciones? A continuación, una guía de migración hacia ella.

Publicado el 16 de may de 2024



Migración a la nube

Introducción

La migración a la nube no es algo que deba tomarse a la ligera, y más cuando vivimos en un mercado inundado de ofertas de distintos proveedores. Incluso, se ha llegado a un punto de penetración tal que Gartner afirma que la nube se convertirá en una necesidad empresarial en 2028.

Gráfico: Gartner.

Para ser más concretos, este analista proyecta que el mercado global de servicios de nube pública ascenderá a 679.000 millones de dólares en 2024 y superará el billón de dólares en 2027. Y no se trata de una sola versión de nube, esta diversidad de ofertas y servicios ha creado una tendencia multicloud en la cual las organizaciones usan distintas plataformas para distintas labores.

Estas cifras gigantescas generadas por la nube no deberían ser extrañas tras el largo periodo de maduración que ha tenido esta tecnología desde su concepción en la década de 1960 por parte de Joseph Carl Robnett Licklide hasta nuestros días.

¿Qué es y en qué consiste la migración a la nube?

Como su nombre lo indica, la migración a la nube es el proceso de trasladar los activos digitales, bases de datos, servicios y aplicaciones de una organización, ya sea parcial o totalmente, a la nube.

Este proceso no solo aplica a las migraciones tradicionales de infraestructuras propietarias (hardware) de una empresa on-premise hacia la nube, también puede tratarse de una migración de una nube a otra por razones comerciales, de innovación, de precios o servicios, etc.

Por cierto, recordemos que para Forrester, la Computación en la Nube se define como la capacidad de entrega de tecnología estandarizada (servicios, software o infraestructura) a través de tecnologías estándar de Internet en una forma de autoservicio de pago por uso.

¿Por qué hacerlo?

Las razones para migrar a la nube son tan variadas como las empresas que las realizan. En algunos casos, se trata de procesos de Transformación Digital transversales o de toda la organización que buscan mayor eficiencia en los procesos y ventajas competitivas.

Incluso en algunos casos, se trata de cuestiones legales cuando a algunas organizaciones se les pide que los datos recopilados estén almacenados en algunas zonas geográficas. En este punto, existen varios ejemplos de normativas en soberanía y privacidad de datos como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en Europa, la Ley de protección de datos personales (PIPL) en China y la Ley general de protección de datos (LGPD) en Brasil, entre otros ejemplos.

Pero siendo más específicos, Gartner afirma que la mayoría de las organizaciones utilizarán la computación en nube como disruptor tecnológico o como potenciador de sus capacidades. Incluso esta firma predice que más del 50 % de las empresas utilizarán plataformas industriales en la nube en 2028 para acelerar sus iniciativas comerciales.

Tipos de migración a la nube

Dependiendo de los tipos de activos digitales, recursos o servicios a mover, las migraciones a la nube suelen tener diferentes características. Además, no todos los tipos de nubes son iguales, dividiéndose en tipos como nube pública, privada o híbrida y donde:

La nube pública ofrece recursos computacionales, como servidores y almacenamiento, proporcionados por un proveedor externo a cualquier persona o empresa que desee utilizarlos.

Es el mayor jugador de esta tendencia, al punto que la nueva guía de gasto de IDC prevé que el gasto mundial en servicios de este nicho alcance los 1,35 billones de dólares en 2027.

Gráfico: InBest Cloud.

La nube privada en la cual una empresa mantiene su infraestructura en la nube dentro de su propio dominio interno, restringiendo el acceso únicamente a usuarios predeterminados como algunos empleados y socios de negocios.

Y por supuesto, la nube híbrida que ofrece lo mejor de ambos mundos, permitiendo a las empresas aprovechar los beneficios de la nube pública y también el control y la seguridad de ciertos datos y aplicaciones del modelo privado.

Partiendo de estas bases, vemos varios tipos de migraciones como son:

Migración de centros de datos

Se trata del proceso de transferir el entorno operativo de un centro de datos a otro. También se le conoce como ‘reubicación de centros de datos’ e implica el traslado de servidores, almacenamiento, equipos de red, y a menudo se denomina “lift and shift”. También incluye procesos y datos.

Gráfico: Sun Technologies.

De esta forma, el Lift and Shift permite mover una aplicación y sus datos correlacionados a una plataforma en la nube, sin reestructurar la aplicación. Se trata de procesos que requieren de una planificación cuidadosa para garantizar que los nuevos entornos sean compatibles con las aplicaciones y soluciones actuales.

Migración a la nube híbrida

Se trata de una de las opciones más populares entre organizaciones en las cuales se mueven los activos digitales y aplicaciones de una organización de un entorno mixto que mezcla ingredientes privados y públicos.

Gráfico: Pager Duty.

Según proyecciones de Statista, se trata de un mercado con un crecimiento acelerado que pasó de 85.000 millones de dólares en 2021 y se espera que alcance los 262.000 millones de dólares para 2027.

Migración de nube a nube

Si la migración híbrida incluye componentes privados en el caso cloud to cloud, o de nube a nube, no es necesario tomar datos o recursos de equipos locales (on-premise) de una organización. O dicho de otra forma, este tipo de migración trata de trasladar datos, aplicaciones y otros elementos de un entorno de nube a otro.

Aparte de esta tendencia, cada día es más usual tener varias nubes. Un estudio de 451 Research encontró que el 98% de las empresas que utilizan la nube pública adoptan una estrategia de infraestructura multinube que les permite reducir la dependencia de un único proveedor y al mismo tiempo disminuir costos.

Migración de aplicaciones y bases de datos

Como mencionamos, no todas las migraciones son integrales, componiendo todos los componentes tecnológicos de una organización, y en su lugar se puede hablar de varios niveles de migración como los de migraciones y bases de datos.

En el caso de migraciones de aplicaciones, hablamos del proceso de transferir aplicaciones informáticas desde su ubicación actual a un nuevo entorno informático. Dentro de sus ventajas se encuentra que actualizar una aplicación mediante una migración es más eficiente y menos costoso que reconstruirla.

En lo que se refiere a la migración de datos, hablamos de transferir información a una ubicación, formato, entorno, sistema de almacenamiento, base de datos, centro de datos o aplicación diferentes de donde se encontraba previamente.

Modelos de servicios administrados

En este entorno nube es importante destacar el rol de los MSP o modelos de servicios administrados que son proveedores externos contratados por una empresa para la asistencia técnica, gestión y administración de sistemas, redes y otros componentes tecnológicos.

A la hora de elegir un MSP, se deben tener en cuenta múltiples factores que van desde la infraestructura tecnológica, experiencia en el mercado, cumplimientos regulativos, certificaciones y, por supuesto, costos. Las migraciones son procedimientos metódicos que requieren de planificación y tiempo para elegir la mejor opción.

Proceso de migración a la nube

Dada la importancia de los activos digitales, la migración hacia la nube debe hacerse de forma metódica, planificada en una estrategia que envuelve diferentes pasos y componentes que deben comenzar por una evaluación del entorno actual.

A partir de este primer diagnóstico, es posible calcular los servidores necesarios para cumplir con la demanda. Y se suele hablar de soluciones APM o application performance management que ofrezcan una visibilidad completa y en tiempo real del entorno y sus dependencias.

Otro paso necesario en esta estrategia es la selección del entorno de nube adecuado para sus necesidades: privada, híbrida, pública, etc., e igual de importante, las certificaciones de seguridad e infraestructura del proveedor seleccionado.

Una vez elegida una opción de nube y proveedor, se suele empezar con la migración de datos y aplicaciones que debe ser sometida a pruebas piloto y posteriormente a un monitoreo constante que garantice el “ajuste” del nuevo entorno a las expectativas empresariales.

Estrategias de migración a la nube

Para facilitar los procesos, ya existen varios modelos o tipos de estrategias de migración que en el caso de Gartner las denomina las “5 R de la estrategia de migración”, mientras Amazon las ha ampliado a las “6 R”. Se trata básicamente de variables como:

  • Lift and Shift: Trasladar las aplicaciones a la nube tal cual. A veces también se denomina realojamiento. Con este enfoque, se busca realizar la menor cantidad de cambios posibles. Esto permite una migración más rápida.
  • Replatform: Traslado de aplicaciones a la nube sin grandes cambios, pero aprovechando las ventajas del nuevo entorno. En esta opción, la arquitectura central de la aplicación permanece intacta.
  • Recompra: Esto significa trasladar las aplicaciones a un nuevo producto nativo en la nube, normalmente una plataforma SaaS. El reto es perder la familiaridad del código existente y formar a su equipo en la nueva plataforma. Especialmente útil si la plataforma actual es costosa y difícil de mantener.
  • Refactorización: O rearquitectura, una opción en la que es necesario reconstruir las aplicaciones desde cero. Suele ser la opción de organizaciones que buscan aprovechar todo lo que la nube puede ofrecer. Ideal cuando los programadores y la dirección deciden conjuntamente rediseñar el código y los marcos existentes.
  • Retiro: Cuando los componentes de la infraestructura tecnológica se han quedado obsoletos no solo son costosos, también se convierten en un riesgo de seguridad. En este caso, la mejor opción es retirar estos elementos, una medida en la que el ahorro de tiempo y recursos pueden solventar la inversión.
  • Retener: O Conservar. No siempre todos los componentes y datos son susceptibles de mudarse a la nube. De hecho, muchas empresas adoptan estrategias mixtas de migración dejando algunos componentes in situ.

Beneficios de migrar a la nube

La nube tiene múltiples beneficios de índole financiera, de recursos e incluso legales, dependiendo del caso y necesidades de cada empresa. Según la comunidad internacional de ingenieros IEEE Computer Society (CS), la migración permite a las empresas aprovechar la potencia de los servicios de nube pública, privada o híbrida, lo que se traduce en una mayor flexibilidad, escalabilidad y rentabilidad.

A continuación, los beneficios más frecuentes son:

Rentabilidad

Aunque la migración a la nube requiere que las organizaciones inviertan en nuevos proveedores o componentes, también es cierto que estos recursos se ven compensados por la reducción de los costos de mantenimiento de la infraestructura actual. Además, se trata de equipos que serán renovados en forma periódica sin necesidad de comprarlos ni de disponer de ellos al final de su vida útil.

Escalabilidad

Las soluciones externas en la nube pueden crecer tanto como se necesite de forma rápida y segura, ajustándose a las necesidades de forma automática y pagando solo por lo que se usa. Este crecimiento suele ser especialmente útil para cubrir las necesidades de empresas que sufren de picos periódicos de producción como los que ocurren en temporada escolar, San Valentín, Halloween, Navidad, etc.

Seguridad

Asegurar la infraestructura tecnológica no es algo sencillo ni barato, se debe realizar de forma periódica, por un equipo especializado y administrando varias soluciones generalmente de varios proveedores. Las soluciones en la nube tercerizadas tienen estos recursos que comparten entre sus clientes permitiéndoles reducir los costos y contar con la última tecnología.

Rendimiento

Al compartir la infraestructura tecnológica entre múltiples clientes, los proveedores de soluciones en la nube suelen contar con equipos de última generación que garantizan un mejor desempeño. Además, no se trata solo de servidores, también de recursos de conectividad, seguridad y almacenamiento que son gestionados por personal especializado.

Sostenibilidad

Al permitir una mejor administración de los recursos y en forma compartida, las soluciones en la nube suelen ser más eficientes tanto en el consumo de energía como de equipos informáticos al compararlos con las ineficiencias internas de cada organización. Además, los proveedores cuentan con certificaciones de cumplimiento ambiental que ayudan a las organizaciones en sus metas ESG.

Desafíos de la migración a la nube

A pesar de todos los beneficios que trae la migración hacia los entornos en la nube, también es cierto que existen diversos retos para esta transición. Después de todo, cualquier cambio organizacional, tecnológico o de hábitos de consumo, trae asociados ciertos “dolores” típicos del cambio y el crecimiento.

En este escenario, la migración a la nube suele presentar desafíos culturales y tecnológicos que no deben ser relegados al departamento de tecnología y en su lugar requieren el liderazgo de los altos cargos para llevar el mensaje a todos los niveles de la organización.

En este escenario, 3 retos usuales son:

Complejidad técnica

Las empresas suelen tener sus propias particularidades que las diferencian de otras ya sea por los productos que fabrican, el nicho de mercado, tamaño, ubicación geográfica, etc. Esta diversidad suele trasladarse a las soluciones tecnológicas que usan para satisfacer a sus clientes y cumplir con sus requisitos de producción. Sin embargo, la migración implica realizar un empalme entre una metodología que funciona a un entorno nuevo.

Estas diferencias obligan a las empresas a diseñar estrategias de nube cuidadosas que sean compatibles con la infraestructura informática interna existente y garantizar la continuidad de las operaciones.

Desafíos de escalabilidad

Aunque la escalabilidad suele ser uno de los grandes beneficios de la nube, que permite crecer de forma “ilimitada” los recursos tecnológicos de las empresas, también es cierto que la gestión de recursos dinámicos trae sus propios desafíos.

Por ejemplo, una mala planeación de la estrategia de nube puede significar usar más recursos de los que se necesiten o incluso resultar en rendimientos deficientes y a costos más elevados.

Brecha de habilidades

No basta tener la mejor planificación si no se cuenta con el talento calificado para ejecutar sus funciones. Una migración a la nube requiere de conocimiento que se debe trasladar a diferentes capas de una organización.

Esta información puede incluir variables sobre los nuevos cambios, mejoras disponibles, nuevas herramientas, fases de despliegue y mejores prácticas que ayuden a minimizar errores y costos asociados con cada cambio.

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