El viernes pasado, el mundo de la tecnología se sacudió luego de que se conociera que la compañía de Inteligencia Artificial OpenAI había despedido ni más ni menos que a Sam Altman, CEO y cofundador de la empresa que desarrolló ChatGPT. El impacto fue aún mayor cuando este lunes se conoció que Altman fue contratado por Microsoft para liderar un nuevo equipo de investigación avanzada de IA.
Aunque no hay una versión oficial sobre el despido, se supo que obedeció a desacuerdos de Altman con la junta directiva OpenAI entorno a la implementación de la Inteligencia Artificial. El desacuerdo también incluyó a Greg Brockman, cofundador y expresidente de la empresa, quien renunció a su cargo tras el despido de Altman.
Según medios estadounidenses, en la junta directiva OpenAI había preocupaciones de que Altman estaba subestimando los peligros de su tecnología y alejando a la compañía de sus objetivos. En un comunicado, OpenAI afirmó que “Altman no fue lo suficientemente sincero con el consejo y que ha obstaculizado la capacidad de éste para llevar a cabo sus responsabilidades”.
Menos de 72 horas después, se conoció que Microsoft contrató a Sam Altman y Greg Brockman para encabezar un nuevo equipo de investigación avanzada de Inteligencia Artificial. Satya Nadella, CEO de Microsoft, señaló que “Sam Altman y Greg Brockman, junto con otros colegas, se unirán a Microsoft para liderar un nuevo equipo de investigación avanzada de IA”. “La misión continúa”, publicó Altman en X.
Por su parte OpenAI nombró a Emmett Shear, exdirector ejecutivo de la plataforma de transmisión de Amazon Twitch, como nuevo director ejecutivo a pesar de la presión de Microsoft y otros inversionistas importantes para que recolocaran a Altman en el cargo.
Shear confirmó su nombramiento como director ejecutivo interino de OpenAI en una publicación en X este lunes, al tiempo que negó los informes de que Altman había sido despedido por preocupaciones sobre seguridad relacionadas con el uso de la tecnología de IA.
“Hoy recibí una llamada invitándome a considerar una oportunidad única en la vida: convertirme en el CEO interino de @OpenAI. Después de consultar con mi familia y reflexionar sobre ello durante unas horas, acepté”, escribió.
“Antes de aceptar el trabajo, verifiqué el razonamiento detrás del cambio. La junta no destituyó a Sam por ningún desacuerdo específico sobre seguridad, su razonamiento era completamente diferente a ese”, precisó.
Cabe destacar que OpenAI compite con otras compañías, incluida la propia Microsoft, Google y Meta, así como con empresas emergentes como Anthropic y Stability AI, en el desarrollo de aplicaciones basadas en la Inteligencia Artificial.
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