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Fibra óptica Amazonía: Conpes aprueba la ruta subfluvial 2035



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El plan de fibra óptica para la Amazonía tiene luz verde fiscal y política para llevar internet de alta velocidad a más de 227.000 personas. El proyecto, con una inversión de $ 683.000 millones, busca extender la fibra subfluvial por los ríos Putumayo y Amazonas, para luego conectar a Colombia con redes de China.

Publicado el 21 de oct de 2025

Sandra Defelipe Díaz

Periodista especializada en tecnología, en medios digitales, producción de contenidos y liderazgo editorial



Fibra Óptica Amazonía: Conpes aprueba la ruta subfluvial 2035

El plan de fibra óptica para la Amazonía, impulsado por la administración del presidente Gustavo Petro, es ahora una política de Estado con respaldo fiscal a largo plazo. El proyecto busca cerrar la histórica brecha digital en los departamentos del sur del país, a la vez que posicionaría a la cuenca amazónica colombiana como un eje de conectividad transcontinental, enlazando las redes nacionales con la infraestructura digital de Asia a través de los corredores fluviales y el Océano Pacífico.

La región Amazonía-Orinoquía se mantiene como una de las zonas con mayores desafíos en infraestructura básica y digital de Colombia. La brecha digital es considerablemente alta, pues aunque la proporción de hogares con conexión a internet (fija o móvil) a nivel nacional alcanzó el 65.6 % en 2024, según la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ECV) de 2024 del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). Los departamentos como Vichada y Vaupés (que forman parte de esta macrorregión) registran las proporciones más bajas, con niveles inferiores al 30.0 % de hogares conectados a internet.

La iniciativa del Plan de Fibra Óptica para la Amazonía no es solo una obra de infraestructura, sino una estrategia para que esta se región se convierta en una unión comunicacional, de pensamiento, del saber y de intelectualidad global, a través de la fibra óptica.

¿Qué es el plan de fibra óptica para la Amazonía?

El plan es un proyecto estratégico con un horizonte de ejecución que se extiende hasta el año 2035. Su objetivo primordial es llevar conectividad de alta velocidad a más de 227.000 personas y 100.000 hogares en nueve municipios entre Amazonas y Putumayo, territorios que se encuentran entre los de menor conectividad en el país.

Los municipios beneficiados incluyen Leticia, Puerto Nariño, Puerto Alegría, El Encanto, Puerto Arica, y Tarapacá en Amazonas, y Puerto Asís, Puerto Leguízamo, y San Miguel en Putumayo. La tecnología central del proyecto es el despliegue de fibra óptica subfluvial, una solución que ha demostrado ser más robusta y escalable frente a las conexiones satelitales, que se ven afectadas por las condiciones climáticas de la selva húmeda tropical.

El proyecto busca consolidar un anillo de conectividad internacional, fortaleciendo la soberanía tecnológica y la competitividad del país. Su visión final es la conexión con China, utilizando los ríos y el Pacífico como corredores, lo que lo convierte en un eslabón clave en la ambición de convertir a Colombia en una PotencIA Digital.

La hoja de ruta del plan de fibra óptica para la Amazonía

La viabilidad del Plan ha quedado blindada por una sólida estructura de apoyo institucional y financiero a largo plazo, trascendiendo los ciclos políticos y presupuestales anuales. A la fecha eston son los avances y aprobaciones del plan:

  • Aval Fiscal del Confis: El Consejo Superior de Política Fiscal (Confis) otorgó un aval fiscal de $ 683.000 millones (cerca de $ 672.000 millones de aporte de la Nación) para el Proyecto Estratégico de Fibra Óptica para la Amazonía, cubriendo el período 2026-2035.
  • Declaratoria de Importancia Estratégica del Conpes: El Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) aprobó la Declaratoria de Importancia Estratégica para el plan el 17 de octubre de 2025. Esta aprobación permite solicitar vigencias futuras (respaldo presupuestal) ante el DNP y el Ministerio de Hacienda, lo que autoriza el inicio del proceso contractual y la ejecución del proyecto.

La ministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Carina Murcia, celebró este avance, destacando su alcance regional: “Recibimos con gran satisfacción esta Declaratoria, porque sin duda se trata de un proyecto de importancia no solo para el país, sino para toda Suramérica, si tenemos en cuenta el plan del presidente Petro de conectar la Amazonia con China con fibra óptica a través de ríos y del Pacífico. Este es un primer paso en ese sentido”.

¿Que tan viable es el plan de fibra óptica para la Amazonía?

Dada la extrema dificultad técnica y logística para conectar el Amazonas con la red troncal desde el interior de Colombia, el éxito inicial del Plan depende de la alianza con Brasil. Y de hecho este país es el principal aliado, entre otras cosas, porque está a la vanguardia con el desarrollo del proyecto Infovia 02, con el que espera conectar 85 escuelas públicas, 13 hospitales y 8 centros de investigación por medio de una operación que ha financiado la Agencia Nacional de Telecomunicaciones de Brasil (Anatel), de acuerdo con Infoamazonia.

Esta alianza se formalizó con un Memorando de Entendimiento en abril de 2024, que culminó con la conexión de fibra óptica entre la ciudad brasilera de Tabatinga con Leticia, Colombia, a partir del 1 de julio de 2024. Este enlace fronterizo actúa como un catalizador directo para la inversión privada en la última milla en Leticia.

En Colombia, la extensión del cable subfluvial se centra en el río Putumayo, con el objetivo de llevar la red hasta Puerto Asís. La ministra Murcia viajó a Brasilia en octubre de 2025 para impulsar la agenda binacional, donde se revisaron los avances del estudio de pre-inversión para el despliegue de conectividad en este río, cuyos resultados están programados para ser entregados al gobierno colombiano en 2025.

Esta ruta es estratégica dado que el cable no solo conectaría a Puerto Leguízamo, el municipio más grande del Putumayo, sino que continuaría hasta el Océano Pacífico, ofreciendo a Brasil una ruta de redundancia en comunicaciones para sus conexiones, que actualmente dependen únicamente del Atlántico.

Desafíos técnicos, ambientales y prioridades

A pesar de la ambición, la ejecución del Plan enfrenta desafíos técnicos significativos, especialmente porque “no existe experiencia previa de este tipo de despliegues [subfluviales] en el país“. Los futuros procesos licitatorios deberán ser diseñados para seleccionar a aliados con experiencia global comprobada en el tendido fluvial. De hecho, la ministra Murcia solicitó el apoyo de Brasil para realizar estudios de factibilidad para el despliegue de fibra óptica subfluvial desde ese país por los ríos Negro, Atabapo, Orinoco y Meta. Adicionalmente, el Ministerio compartió que se revisaron los avances del estudio de pre-inversión para el despliegue de fibra óptica en el río Putumayo, cuyos resultados serán entregados al gobierno de Colombia a finales de octubre.

Por otro lado, el cable, que mide alrededor de 18 centímetros de diámetro, debe ser diseñado para soportar las condiciones extremas de los ríos, que tienen mucha sedimentación y arrastran vegetación.

Otro punto crítico es el alcance real del proyecto en la región: el despliegue subfluvial solo favorecería directamente a cerca del 60 % de la población del Amazonas (principalmente Leticia y Puerto Nariño). Para alcanzar a las 73 localidades aisladas restantes (que representan el 40 % de la población) , el Plan requerirá la estructuración de alianzas con proveedores de soluciones satelitales y de microondas.

Adicionalmente, el proyecto ha encontrado cuestionamientos sobre la priorización de la infraestructura y el impacto ambiental por parte de líderes de opinión. También se ha señalado que el proyecto de cable subfluvial por el río Putumayo requiere una licencia ambiental de la ANLA y se exige la presentación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) ante el riesgo de que el dragado para el anclaje de la fibra afecte sedimentos, peces migratorios y bancos de peces.

Otra línea de crítica se centra en la energía eléctrica ya que departamentos como el Amazonas no están integrados al sistema nacional interconectado (SIN), por lo que el servicio eléctrico depende principalmente de plantas de generación tipo diésel o soluciones fotovoltaicas individuales, lo que impacta la confiabilidad y calidad del servicio. Esta situación de precariedad en la infraestructura energética y de telecomunicaciones contribuye a que la Amazonía–Orinoquía haya tenido las tasas de incidencia más altas en la Pobreza Multidimensional Ajustada en 2024, siendo la vivienda (que incluye servicios públicos) y la educación dimensiones críticas para la pobreza en esta área.

El plan de fibra óptica para la región pproyecta un impacto transformador que va más allá de la mera conectividad, prometiendo la inclusión digital de más de 227.000 personas en nueve municipios, habilitando la telemedicina, el teletrabajo y la educación en línea. Además de catalizar la inversión privada la visión estratégica busca seguir transformando la Amazonía y convertir la región en un corredor de conocimiento y comunicaciones global, clave para la soberanía tecnológica del país. No obstante, el éxito del plan dependerá de superar los desafíos técnicos en el tendido subfluvial y de abordar la crítica esencial sobre la precariedad energética en las veredas, asegurando que la infraestructura digital se traduzca en una mejora real de las condiciones de vida.

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