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¿En qué consiste el almacenamiento en la nube ? 



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Aunque sus orígenes se remontan hasta mediados del siglo XX, el almacenamiento en la nube está más vigente que nunca. ¿En qué consiste, cuáles son sus requisitos y ventajas? Conózcalo a continuación.

Publicado el 18 de ene de 2024



Almacenamiento y tendencias en la nube
Gráfico de Freepik-

Vivimos entre nubes, desde los servicios de almacenamiento personal de las redes sociales hasta las plataformas de comercio electrónico empresariales. La computación en la nube se ha vuelto un común denominador gracias a sus ventajas de costo, seguridad y eficiencia.

Gráfico: Acumen.

En este segmento, el almacenamiento de datos se ha convertido en uno de los pilares de Internet y del mundo, conformando un mercado global de más de 490.800 millones de dólares proyectados para 2030, según datos de la firma analista Acumen.

Almacenamiento en la nube: definición y características

El almacenamiento en la nube o cloud storage es un modelo para el almacenamiento de datos digitales recopilados y administrados por proveedores externos, en equipos de cómputo ubicados fuera de las instalaciones de una empresa.

Después de todo, este modelo es una de las modalidades del Cloud Computing o ‘Computación en la Nube’, que no es otra cosa que el acceso a través de Internet a servicios virtuales de computación, redes y almacenamiento proporcionados por un proveedor remoto.

Algunos ejemplos adicionales del Cloud Computing son el SaaS, Software as a Service, y el PaaS, Platform as a Service, entre otros. Su crecimiento se ha disparado gracias a sus ventajas en calidad/precio sobre los modelos de almacenamiento tradicionales, donde las empresas debían hacer cuantiosas inversiones en equipos que con el tiempo quedarían obsoletos y requerían altos costos de mantenimiento (humanos y técnicos).

Pero estas son solo algunas de las principales características del almacenamiento en la nube, además de factores como:

Escalabilidad y Elasticidad: El almacenamiento en la nube puede crecer tanto como se necesite de forma rápida y segura, ajustándose automáticamente a las necesidades. Piense, por ejemplo, en empresas que tienen picos de alta demanda en algunas épocas del año como San Valentín o Halloween; en estos periodos, la nube puede crecer para ajustarse a la demanda.

Gráfico: Huawei.

Servicio a demanda: Una de las mayores desventajas de la Computación en la Nube, ni siquiera tecnológica, es su modelo de negocios y forma de pago: como un servicio. De esta forma, las empresas solo pagan por lo que consumen.

Acceso desde cualquier lugar: Al tener los datos en la nube, es posible acceder a ellos de forma remota, haciendo posible modelos como el teletrabajo y la colaboración entre equipos ubicados en distintas partes del mundo.

Explorando el almacenamiento en la nube en servidores

El almacenamiento en la nube ha evolucionado con los años. Desde comienzos de los ochenta, cuando la firma estadounidense Compuserve proporcionaba 128K a sus clientes, hasta las ofertas actuales casi ilimitadas. En medio de este camino, un elemento de hardware ha sido protagonista: el servidor.

Definido por el diccionario de Cambridge como “un ordenador central del que otros ordenadores obtienen información”, los servidores también pueden entenderse como equipos o sistemas que proporcionan recursos, datos, servicios o programas a otros equipos de cómputo, conocidos como clientes, a través de una red.

Los servidores pueden ser de dos tipos: físicos o virtuales, siendo los primeros más parecidos a los computadores tradicionales, equipos (hardware) conectados a una red donde operan como centros de cómputo. Por su parte, los servidores virtuales corresponden más al reino del software (VPS, Virtual Private Server).

Gráfico: Park place technologies.

Instalados en centros de datos, los servidores físicos suelen tener un mejor desempeño que los virtuales, pero son menos flexibles y más costosos. De hecho, los servidores físicos son capaces de alojar varios servidores virtuales coordinados y administrados por una capa de software conocida como Hypervisor.

Contenidos que pueden ser almacenados

Generalmente, al hablar del almacenamiento en la nube, lo primero que suele saltar a la cabeza son archivos multimedia de redes sociales, correos electrónicos y documentos del trabajo. Pero existe una clasificación más especializada. Así, al hablar de almacenamiento en la nube, existen tres grandes categorías: de objetos, de archivos y de bloques.

Gráfico: Stackscale.

Al hablar de almacenamiento de archivos, nos referimos a una forma jerárquica de almacenar los datos en un orden y estructura basada en carpetas. Es muy usada en las aplicaciones y es simple, permitiendo compartir los archivos con otros usuarios.

A diferencia del sistema de archivos, el almacenamiento en bloques descompone la información en pedazos más pequeños, sin una única ruta de acceso, y la almacena en lugares separados. Gracias a esto, puede manejar grandes volúmenes de información, datos estructurados, de forma más eficiente y segura.

Por último, el almacenamiento de objetos es el más indicado para manejar datos no estructurados: video, audio, imágenes, información de sensores, etc. Y lo que hace es dividir la información en módulos separados denominados objetos.

Cada uno de estos objetos tiene además adscrita metadatos con información variada que puede ir desde la fecha de grabación de vídeo hasta la identidad de los usuarios en una fotografía. Este modelo requiere de una API, interfaz de programación de aplicaciones, para acceder a la información.

Entendiendo el Storage Bucket

Todo sistema modular tiene una unidad básica, un pilar sobre el cual se construye todo. En el almacenamiento en la nube, nos referimos a ella como los Storage Bucket, en los cuales depositamos los datos para ser posteriormente administrados de una forma eficiente, dependiendo de las necesidades de cada empresa.

Gráfico: K21 Academy.

Para tal fin, los Storage Bucket deben cumplir con ciertos requisitos como un nombre, la ubicación donde residirán y la clase de almacenamiento a usarse. En el caso del nombre, debe considerarse con cuidado, ya que no podrá cambiarse posteriormente. Debe ser un nombre único y relevante.

En cuanto a la dirección donde residirán los datos, existen varias alternativas que dependen del nivel de redundancia que se necesite y la ubicación de los principales usuarios. Al igual que ocurre con los nombres, esta ubicación no puede cambiar. De esta forma, hablamos de opciones como:

  • Región
  • Región doble.
  • Multi región.

La primera opción sirve para optimizar la latencia y el ancho de banda de la red para los consumidores de datos. La región doble es ideal cuando se busca una mayor disponibilidad geográfica. Por último, la región múltiple ofrece un cubrimiento aún más amplio.

En lo que corresponde al tipo de almacenamiento, también existen varias opciones dependiendo del nivel de disponibilidad y frecuencia de uso/acceso a los datos con categorías como: Estándar, Nearline, Coldline o Archive.

Importancia y ventajas del almacenamiento en la nube

El almacenamiento y los servicios en la nube son el estándar de la actualidad, y su popularidad ha llegado a tal punto que la gran mayoría de las empresas se han decidido por combinar las ventajas de distintas plataformas y ofertas.

Para ser más exactos y según el último estudio ‘2023 State of the Cloud Report’ realizado por Flexera, se encontró que el 87 % de los encuestados afirmó tener una estrategia multinube, mientras que el 72 % adoptó un enfoque híbrido combinando el uso de nubes públicas y privadas.

Las razones para esta popularidad son sencillas y se deben a las múltiples ventajas que ofrece este modelo, dentro de las cuales se encuentran:

  • Ahorro de recursos.
  • Escalabilidad.
  • Redundancia y continuidad de procesos de negocios.
  • Colaboración.
  • Accesibilidad.
  • Seguridad.
  • Copias de seguridad.

Aunque la computación en la nube tiene varias ventajas tecnológicas, uno de sus principales impulsores es muy tradicional y es el dinero. Según una encuesta realizada por G2, la reducción de costos es el principal motivo de adopción en este nicho de mercado.

Casi igual de importante, la escalabilidad, la capacidad de crecer rápidamente y de manera dinámica, las demandas del mercado es otro de los principales puntos fuertes del almacenamiento en la nube. La redundancia que permite garantizar la continuidad de los procesos de negocios es otra de las ventajas más destacadas por los usuarios.

Gráfico: G2.

No importa cuánta seguridad tenga una empresa, casi sin duda la plataforma de seguridad e infraestructura de los proveedores de almacenamiento en la nube será superior. Por simple especialización, los proveedores cloud cuentan no solo con la tecnología, sino también con el personal capacitado para proteger los datos almacenados en sus centros de datos, realizando copias de seguridad con frecuencia.

Otras ventajas del almacenamiento en la nube están relacionadas con su facilidad de uso y acceso, desde cualquier lugar del planeta, facilitando el trabajo remoto y la colaboración entre diferentes equipos de trabajo, lo que repercute directamente en la capacidad de innovación de las empresas.

Casos de uso del almacenamiento en la nube

Según proyecciones de Statista para 2025, el planeta generará más de 180 zettabytes (ZB) de datos, una cifra enorme equivalente a 10^21 bytes y que supera con creces los 64.2 zettabytes de 2020. Las razones para este crecimiento son múltiples y van desde la mayor penetración de tecnología (dispositivos) entre la población y una mayor conectividad de la misma, hasta la popularización de nuevas plataformas de creación de contenido, entre otras fuentes.

Gráfico: First Site Guide.

Este aumento en la generación de información tiene también otra consecuencia; estos datos deben almacenarse para su uso, y la nube es la plataforma ideal para capturar, distribuir y administrar este volumen de datos. Pero esto es solo una muestra de los casos de uso del almacenamiento en la nube, destacándose otras opciones como son los servidores web, el contenido de sitios multimedia y de entretenimiento, las copias de seguridad empresariales, el desarrollo de aplicaciones y el análisis de datos, entre otros casos.

Piense, por ejemplo, en la cantidad de películas y vídeos de plataformas como Netflix o Youtube; estas obras son accedidas por millones de usuarios desde diferentes geografías, la opción ideal para satisfacer la demanda es la nube. Lo mismo ocurre con los servidores web, las plataformas que entregan el contenido de un sitio web (texto, imágenes, videos y datos) a quienes lo solicitan.

Las copias de respaldo son otro de los grandes usos del almacenamiento en la nube, permitiendo salvaguardar la información de las empresas ante las peores circunstancias o desastres que puedan atentar contra los datos de una organización.

Otros usos populares son para el desarrollo de aplicaciones, al facilitar el uso colaborativo de los productos y servicios, y el análisis de grandes volúmenes de datos, tareas que por su magnitud requieren de una infraestructura flexible y escalable.

Tipos de almacenamiento en la nube

Aparte de la clasificación por archivos, bloques u objetos, el almacenamiento en la nube también se puede clasificar según su filosofía, origen y acceso, siendo posible usar modelos de nube pública, privada e híbrida.

La nube pública se define como la infraestructura y servicios de computación proporcionados por proveedores externos, disponibles a través de Internet. Permite a las organizaciones aprovechar recursos compartidos y escalables, evitando la necesidad de invertir en infraestructuras costosas. Es especialmente adecuada para uso personal y pequeñas empresas.

Gráfico: Sydle.

En contraste, la nube privada se refiere a una infraestructura exclusiva dedicada a una organización específica. Los recursos de computación y almacenamiento se encuentran en servidores internos o centros de datos privados, brindando mayor control y seguridad. Puede ser administrada internamente por el equipo de TI de la empresa o gestionada por un proveedor externo.

La opción privada es preferida por grandes empresas que deben cumplir con altos estándares tecnológicos y regulatorios para garantizar la seguridad de la información en diferentes escenarios y países.

Además, existe una solución intermedia que combina lo mejor de ambos mundos, conocida como nube híbrida. Esta estrategia utiliza múltiples proveedores de nube, tanto públicos como privados, para satisfacer las necesidades específicas de la organización.

Requisitos cruciales para el almacenamiento en la nube

Así como existe una gran diversidad de usuarios, lo mismo ocurre con los proveedores de almacenamiento en la nube. Por ello, es importante considerar qué es lo más relevante para cada empresa: ¿velocidad, disponibilidad regional, seguridad y privacidad de los datos? Aunque todas las variables son importantes, algunas tienen prioridad sobre otras dependiendo del modelo de negocios.

Además, no toda la información se accede con la misma frecuencia. Piense, por ejemplo, en los archivos que contienen la fecha de cumpleaños de los empleados, los recibos de los muebles y compárelos con los reportes de ventas. Sin embargo, a pesar de esta diversidad, es posible compartir algunos requisitos generales a tener en cuenta a la hora de buscar un proveedor, como la replicación y el mirroring.

La replicación se refiere al proceso de copiar información de una base de datos a otra y sirve para proteger la información en caso de fallos o desastres naturales. Dicha replicación puede ser local, en un mismo centro de datos; regional, por zonas o incluso georredundancia (GRS), ubicando los datos en zonas lejanas. La replicación también puede ser sincrónica o asincrónica, dependiendo de la simultaneidad o no de la replicación.

A diferencia de la replicación, el mirroring implica la creación de una copia de una base de datos en una ubicación diferente que puede ser actualizada tomando imágenes posteriores a la copia original o generando clones, una copia completa de una máquina virtual o un entorno de almacenamiento.

Antes de seleccionar un proveedor, también es aconsejable conocer cuál es su IOPS (Inputs Outputs Per Second) así como su Política de Seguridad del Contenido (CPS). Realice pruebas de latencias y analice la infraestructura existente comparándola con las necesidades de su empresa.

Seguridad en el almacenamiento en la nube

Con pequeñas variaciones, diferentes proveedores definen la seguridad en la nube como un conjunto de políticas, procedimientos, herramientas y/o estrategias para proteger los datos y las aplicaciones que se alojan en la nube. En otras palabras, esta práctica busca proteger los datos almacenados y los que se mueven dentro y fuera de la nube contra amenazas de seguridad como el acceso no autorizado, el robo y la corrupción.

Entre los diferentes métodos para garantizar la seguridad en este nicho se utilizan elementos y prácticas como cortafuegos, soluciones de gestión de identidad y acceso (IAM), encriptación, pruebas de penetración y redes privadas virtuales (VPN), entre otras alternativas.

De esta forma, la seguridad en el almacenamiento de la nube es una práctica más de las políticas de ciberseguridad, por lo cual sigue los mismos principios de esta disciplina, como la confidencialidad de los datos, la integridad de datos y la disponibilidad de los datos. Así, solo las personas autorizadas pueden acceder a los datos o modificarlos; estos datos deben ser fiables y deben estar disponibles cuando se necesitan.

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