“No se puede hacer una reforma agraria a punta de azadón”, afirmó Mauricio Lizcano, el Ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia, en medio del panel ‘Inteligencia Artificial que potencia la evolución del campo’ que se llevó a cabo en Agroexpo 2023.
Con una agenda que incluye desde robots que ordeñan vacas hasta drones que riegan cultivos, la versión 2023 de Agrotech a veces pareciera más un recital de tecnología que un evento pensado en el campo. Por ello, no era extraño que existiera un espacio para hablar de Inteligencia Artificial.
Se trató de un panel que contó con Carolina Huertas, CEO de AgrodatAi; Pilar Zamora, directora de la Agencia Espacial de Colombia (AEC); Gerardo Vega, Director de la Agencia Nacional de Tierras, y Mauricio Lizcano, el Ministro TIC. Los voceros compartieron una charla alrededor del impacto de la tecnología en el campo.
Porque el Agrotec/Agritech, el uso de la tecnología en la agricultura, es una tendencia global y creciente que se proyecta pasará de ser un mercado de 19.542 millones de dólares en 2021 a más de 43.372 millones en 2030. Una iniciativa de la cual Colombia forma parte con sus propios retos y avances.
El caso de Don Tulio
El Agrotech es mucho más que simple tecnología, un punto que recalcó Carolina Huertas, de AgrodatAi, al enfatizar que “más allá de adaptar a los productores a la tecnología, se debe adaptar la tecnología a los productores”. Recordando las limitaciones de infraestructura de algunas regiones del país y el acceso a la tecnología por parte del campesinado.
Por ello, Don Tulio, un chatbot basado en Inteligencia Artificial, se pensó utilizando WhatsApp, la plataforma de comunicación más usada en el campo. Gracias a eso, esta plataforma cuenta actualmente con más de 334 mil usuarios que les permite a los campesinos acceder a una información variada que va desde el precio de los productos agrícolas hasta generar alertas sobre posibles heladas que puedan afectar sus cultivos.
Pero AgrodatAI ya está trabajando en mejorar las capacidades de Don Tulio para que, en un futuro cercano, pueda incluir capacidades de reconocimiento de voz y así los campesinos no tengan que escribir, dadas las limitaciones de lectoescritura de algunas regiones.
Otra muestra del uso de Inteligencia Artificial la explicó Pilar Zamora al hablar de algoritmos que permiten recopilar información satelital para conocer el estado de las tierras, los cultivos y posibles desastres naturales, recopilando solo la información necesaria y reduciendo así los tiempos y costos de operación.
Mentalidad y actores necesarios en el cambio
Gerardo Vega, de la Agencia Nacional de Tierras, destacó varios desafíos que van más allá de la misma tecnología y parten de la mentalidad, como, por ejemplo, la capacidad de compartir información entre los organismos estatales.
Otro reto destacado por Vega es incluso la complejidad de algunos formularios, como el de catastro multipropósito, que incluyen cientos de preguntas cuando en esencia solo se quieren conocer aspectos como quién es el propietario de la tierra, quién la ocupa y para qué se utiliza.
Al hablar de qué otros actores son necesarios para el desarrollo del campo, las respuestas fueron variadas y con algunas coincidencias. Para el ministro Lizcano, es fundamental incluir a los emprendedores y al campesinado, y de forma vital a los inversionistas. “Porque es necesario meterle dinero a esto”.
Zamora destacó el papel de incluir a los jóvenes y a las entidades educativas, además de la importancia de crear una Bolsa Agrícola que les permita a los campesinos conocer el verdadero valor de sus productos y su tierra.
Por último, el ministro Lizcano afirmó que la tecnología ya es una demanda de los mismos productores agrícolas, recordando que en los estudios regionales de Caldas, cuando se les preguntaba qué era lo que más necesitaban, durante más de 90 años afirmaron que necesitaban carreteras, pero recientemente pidieron otra cosa: tecnología.