La participación femenina en la industria tecnológica y particularmente en los puestos de toma de decisiones en algunas compañías del sector se ha ido incrementando en los últimos años, gracias –en parte– a iniciativas gubernamentales y no gubernamentales de formación para mujeres en carreras Stem (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
A pesar de esto, la brecha entre hombres y mujeres en la industria tecnológica e incluso en la ciencia parece no haber cambiado demasiado en los últimos años. En 2019, la Unesco presentó un informe en el que mostró que solo el 3 % de las mujeres estudiantes de educación superior deciden estudiar carreras relacionadas con las tecnologías de la información y las comunicaciones. Asimismo, apenas el 35 % de las estudiantes se matriculan en carreras Stem, y tan solo el 30 % llega a desempeñarse laboralmente en ellas.
La situación particular de la industria tecnológica no parece ser muy diferente, pues otro informe realizado por la iniciativa del BID LAB conocida como Wise (Women In Stem Enterpreneurship) indicó que los hombres tiene una participación del 74 % en el sector tecnológico, mientras que las mujeres apenas llegan al 26 %.
Más allá de hacer evidentes las brechas y lo mucho que falta por hacer, el especial de #MujeresEnTecnología de ImpactoTIC busca destacar y visibilizar a esas mujeres que se encuentran en puestos de liderazgo en empresas reconocidas del sector, y están abriendo espacios para fomentar la participación femenina.
Marzo es el mes para conmemorar esas luchas, pero el trabajo es a diario. Este especial busca darles un espacio de participación a las mujeres en el sector tecnológico para que sean referentes y ejemplos para seguir no solo por parte de las mismas mujeres, sino para todos los sectores de la sociedad.
Importantes avances para ser un camino pedregoso
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, el Twitter Space ‘MujeresTIC: misión, tecnología y liderazgo’, realizado por Impacto TIC el jueves 10 de marzo, convocó a varias invitadas que ocupan cargos ejecutivos en compañías de la industria tecnológica. En ese espacio reflexionaron y compartieron sus experiencias sobre la situación de la mujer en el sector.
Se estima que la participación de la mujer en altas posiciones en la industria tecnológica no es superior al 20 % en Colombia, aunque muchas organizaciones que tienen presencia en el país cuentan con cifras que puede superar el 40 % y llegar hasta el 50 %.
Independiente de las políticas internas de cada empresa, las cuales pueden ser más o menos conscientes sobre las brechas de género en el sector, el camino de muchas mujeres para llegar a posiciones de liderazgo en las organizaciones puede tener algunos obstáculos.
Para la gerente territorial de Check Point Software, Ivonne Pedraza, el sector tecnológico le está apostando a involucrar más mujeres en puestos de trabajo y particularmente en el campo de la ciberseguridad. Según la ejecutiva, en el 2013 había un escaso 13 % de participación de las mujeres en ciberseguridad, mientras que para el 2022 la participación femenina en este campo ya va en el 23 %.
Aunque el porcentaje de participación femenina en áreas como la ciberseguridad ha aumentado en la última década, el informe ‘Mujeres en ciberseguridad’ revela que los hombres las superan en una proporción de 3 a 1 en dicho campo. El reto de iniciar una carrera profesional en el sector no siempre resulta tan fácil para las mujeres. Sobre su experiencia, Pedraza señala que al principio fue bastante duro hacerse un hueco en la industria y que incluso tuvo un trabajo en el que la omitían como miembro del equipo de ciberseguridad.
“Al principio es bastante duro, pero los tiempos han cambiado y las empresas están teniendo una nueva visión. Las empresas le están apostando a que las mujeres estudien y se preparen para que tengan más oportunidades”.
Ivonne Pedraza
Sobre el tema, Claudia Rojas, socia y directora de ventas y mercadeo de Procalidad, añade que en sus casi 30 años de experiencia en compañías como IBM, Compaq y Procalidad sí ha visto un cambio a favor de la inclusión de más mujeres en la industria tecnológica, sobre todo en Colombia, pero todavía hace falta mucho trabajo para lograr mejores avances. Rojas también señala que Colombia está un poco mejor que la mayoría de países de la región: “Es duro cuando como mujer vas a un país extranjero a tratar de convencer a un grupo de ejecutivos para que hagan las cosas diferentes”.
“He podido comprobar que las mujeres en Colombia, respecto a otros países de Latinoamérica, han tenido mucha suerte al poder llegar a puestos de dirección en el sector. Creo que vamos más adelante que la mayoría de los países de América Latina”.
Claudia Rojas.
Que la situación en Colombia parezca estar mejor que en muchos países de la región, como lo manifestaron las invitadas a ‘MujeresTIC: misión, tecnología y liderazgo’, podría ser una de las razones por cuales para la gerente de ventas para el norte de Latinoamérica de Adobe, Karen Holguín, la mujer se destaca en la industria.
Para la ejecutiva de Adobe, el hecho de ser una mujer es un factor diferenciador en una industria dominada por hombres, ya que si una mujer hace muy bien su trabajo tiene más oportunidades de ser vista o tenida en cuenta.
“Es muy gratificante que en este sector se impulse a las mujeres para que sean líderes. Las barreras de siempre siguen estando presentes, pero son barreras que van más allá de ser mujer o no. Una mujer profesional que se destaca en lo que está haciendo tiene más chances de ser vista que un hombre”, asegura Karen Holguin.
Contrario a las experiencias de las demás invitadas, la consultora experta en regulación y miembro de Mujeres TIC, Isabel de Avila, cuenta que su trayectoria en el sector no ha sido ni fácil ni difícil, pero que sí ha experimentado situaciones de discriminación y acoso que la han hecho más fuerte a nivel profesional.
Aunque la brecha salarial existe, las mujeres pueden empoderarse más
Además de la brecha en cuanto a participación femenina que evidentemente existe en el sector, también se observa una importante diferencia entre los salarios que ganan las mujeres con respecto a sus colegas hombres. Algunas cifras indican que la brecha salarial entre hombres y mujeres que ocupan los mismo cargos en el interior de una organización se encuentra alrededor el 59 %.
En la conversación #MujeresEnTecnología, la mayoría de las invitadas concuerdan en que las mujeres se animan menos que los hombres a postularse a cargos en el sector y que las diferencias salariales se presentan principalmente en organizaciones nacionales.
Según Ivonne Pedraza, de Check Point Software, diversos estudios y encuestas muestran que a las mujeres les hace falta confianza al momento de presentarse a una entrevista para un cargo, pues muchas sienten que les están haciendo un favor al contratarlas: “Las mujeres sentimos que nos están haciendo un favor al contratarnos y precisamente por los temas de maternidad no nos damos la posición que merecemos”.
Al respecto, la gerente de mercadeo y comunicaciones de Epson, Mery Bojacá, piensa que no se trata de que las mujeres tengan miedo o sean malas negociadoras, sino que muchas veces no cuentan con la actitud para hacer una contrapropuesta que les permita llegar a un salario más alto.
Isabel de Avila concuerda con esta posición y añade que es probable que muchas mujeres necesiten empoderarse más al momento de negociar o solicitar un aumento de salario. “No somos capaces de sentarnos y decir: me parece que he aumentado mis funciones o he generado tantos resultados y considero que debo tener un aumento salarial de un tanto por ciento”, comenta.
En relación con la diferencia salarial, Ivonne Pedraza considera que este tema a nivel global ha mejorado mucho, pues las empresas multinacionales han establecido bandas salariales de acuerdo a los cargos que desempeñan sus colaboradores. Estas políticas salariales permiten que, por ejemplo, un programador junior y una programadora junior que ocupan la misma posición en una multinacional ganen el mismo salario.
Por el contrario, Pedraza resalta que las empresas nacionales todavía tienen trabajo por hacer para crear o fortalecer sus políticas salariales que ayuden a combatir la brecha: “En la industria nacional aún se ve que nos negocian a nosotras para los cargos, porque saben que nuestra posición no es la más fuerte. Algunas empresas se aprovechan de eso”.
En el caso de ciudades como Bogotá, por ejemplo, la brecha salarial disminuyó tan solo 160.000 pesos entre 2019 y 2021. Así lo evidencia el informe ‘El cuidado y la autonomía económica de las mujeres’ realizado por el Observatorio de Mujeres y Equidad de Género – Omeg y la Alcaldía Mayor de Bogotá. Este informe también indica que desde 2019, la tasa de informalidad en el trabajo de las mujeres ha estado entre el 42 % y 43 %.
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CON LA APROPIACIÓN, EL DISEÑO Y LA IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS Y PLANES DE PARTICIPACIÓN DE MUJERES EN LAS COMPAÑÍAS SE PUEDE LOGRAR QUE MÁS MUJERES SEAN LÍDERES EN EL SECTOR. NO ES UN PROYECTO QUE SE TRAZA EN EL ÁREA DE RECURSOS HUMANOS, SINO QUE ES ALGO QUE DEBE LIDERARSE DESDE LA CABEZA DE LA COMPAÑÍA.
Las mujeres sí necesitamos más confianza al momento de hacer negociaciones, pero definitivamente tiene que haber una sensibilización adentro de las empresas y organizaciones para no cargar sobre las mujeres el peso de negociar mejor el salario.
Es importante no dejar de lado el equipo que las mujeres pueden hacer con los hombres. Hay que inculcarles a las niñas y a los niños el trabajo en equipo y la idea de que todos llegamos en esta vida a aportarle algo positivo a la sociedad. Con las pequeñas metas que nos ponemos todos los días estamos rompiendo con los ‘techos de cristal’.
Nosotras mismas nos ponemos esas barreras y puede que la sociedad ya ni siquiera nos las esté poniendo. Más allá de competir contra los hombres por quién tiene más puestos de liderazgo, se trata de poder construir en conjunto una sociedad inclusiva y poder criar hombres que valores y que respeten las diferencias.
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Imagen principal: Christina (Unsplash)
