Es interesante ver cómo existe un discurso unificado y acciones articuladas desde distintos frentes en la administración de una ciudad que bien puede ser un pequeño país: Bogotá. Aunque parece algo evidente y lógico para pedirle a una administración, no en todos los casos se logra. Solo hay que analizar cuántas veces pasa por la cabeza la expresión “dicen una cosa, pero hacen otra“, o en cuántas ocasiones cada representante de un sector sigue su propio camino sin hablar siquiera con el vecino.
En materia de tecnología, innovación y ciencia pareciera que las fichas en Bogotá jugarán un destacado juego de ajedrez –la expectativa es alta tan solo un par de meses después del inicio de Gobierno–. Educación y desarrollo económico, aliados con las tecnologías de información y comunicaciones, están articulando una visión ambiciosa para Bogotá.
Felipe Guzmán, profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado, y especialista en Gobierno y Políticas Públicas, fue designado como Alto Consejero TIC y nos habló de la apuesta principal de su gestión: convertir a Bogotá en un territorio inteligente (nótese que el concepto va más allá que el de una ‘ciudad inteligente’).
Guzmán reconoció el trabajo realizado por su predecesor, Sergio Martínez, y no solo como una cortesía, sino porque logró avances significativos en infraestructura y economía digital, como la red de laboratorios, a los que ahora pueden ponerles objetivos más ambiciosos.
[su_note note_color=”#ffffff” text_color=”#000000″ radius=”3″ class=””]Conozca aquí que dejó la anterior Alta Consejería TIC y los retos que se plantearon para la nueva administración.[/su_note]
¿Qué se trabajará con tecnologías específicas y qué sectores van más adelantados? Estas y más preguntas las responde Felipe Guzmán en esta entrevista con Impacto TIC:
El arranque de la Alta Consejería TIC
A Claudia López, como a todos los alcaldes y alcaldesas del país, les corresponde presentar un plan de desarrollo para sus ciudades, la hoja de ruta que se seguirá desde todos los frentes. Por eso en los primeros meses del año esta actividad ha estado en el foco de la administración. Desde la Alta Consejería TIC, el trabajo se ha centrado en reconocer el ecosistema digital activo, todo lo que existe en la ciudad para apalancar ese plan, que responda a esa política de ‘Bogotá, territorio inteligente’ y a lograr agendas de transformación.
“Es una ventaja, porque llegamos a un camino recorrido donde no hay que inventarse nada y donde realmente puede uno aprovechar para acelerar temas, generar mayor impacto en las transformaciones y buscar los aliados que pueden llevar a que eso se acelere y se concrete”.
De entrada, la visión es clara y Guzmán conoce el sector: fue investigador del Observatorio de Gobierno, Sociedad y Tecnologías de la Información de la Universidad Externado y lideró la estrategia y el acompañamiento a regiones y a entidades públicas del país, en la dirección de Gobierno en Línea, del Ministerio TIC.
Uno de los temas que serán clave durante su gestión es el empoderamiento de los CIO (Chief Information Officer) de la ciudad, aquellos líderes de información de las entidades, los responsables de los sistemas de tecnologías desde el punto de vista de la planificación. Ellos son ellos quienes lideran las transformaciones de cada institución y no deben ser vistos como los encargados de soporte técnico.
Otro tema es precisamente articular y desarrollar un liderazgo en red para que los planes funcionen. “Aquí necesitamos que las empresas que pueden lograr acelerar esto jueguen un rol muy importante y sean un aliado tecnológico. Necesitamos que los ciudadanos tengan una corresponsabilidad distinta y una relación distinta con sus instituciones y esto lo tenemos que apalancar con el uso eficiente de un Gobierno abierto apoyado con tecnología”.
Reorganizar la casa puede ser necesario y en este sentido se está analizando qué rol juegan las distintas instancias, incluso la misma Alta Consejería TIC, ya que a veces se habla de la necesidad de una Secretaría. Aunque aún no es un tema definido, Guzmán explica que “la figura institucional no es la que detona los cambios”. Un ejemplo nacional es la coexistencia y articulación que logran dos figuras como el Ministerio TIC y la Alta Consejería para Asuntos Económicos y Transformación Digital.
Regresando a Bogotá, Guzmán aclara que puede ser necesario el rediseño institucional y repensar la arquitectura institucional del Distrito. Por eso, será necesario revisar cuál es el rol que juegan las distintas instancias.
Ciudadanos, en el centro
Aunque es una frase usual de campaña, el enfoque que plantea la Alta Consejería TIC es amplio y a la vez detallado. Claramente todo lo que se haga desde una Alcaldía debe ir encaminado a mejorar la vida de los ciudadanos. Aquí el punto está en que hay un interés especial por grupos específicos, mujeres, niños, niñas, jóvenes y adultos mayores (no significa que serán los únicos, no). El interés radica en que todos estos beneficios y posibilidades que la tecnología trae sean para todos. Solo hay que dar un vistazo al contexto de Colombia para entender qué tan lejos estamos realmente del trabajo del futuro o de la Cuarta Revolución Industrial.
“Que las iniciativas vayan enfocadas a esos elementos donde esté menos poblado el ecosistema. ¿Qué iniciativas de apropiación tenemos para la gente que está usando menos la tecnología y que en esta cancha tiene el lado más desnivelado?, ¿cómo ponemos al servicio de personas mayores la tecnología desde una lógica de reinserción laboral? […] Toda iniciativa (llámese plataforma, alianzas o lo que sea) que hagamos debe tener un propósito claro, de gran impacto, especialmente para las mujeres”.
Ahora bien, no se contempla al ciudadano como un mero beneficiario. Se le ve como un aliado, como ciudadano corresponsable y cocreador, que pone su conocimiento al servicio y construcción de ciudad. Por eso, otra apuesta es empoderarlo, para que sea el actor principal, activo, inteligente y transformador.
Coordinación y trabajo en red
Una sola institución se queda corta para abarcar temas tan transversales como lo son tecnología, innovación y ciencia, que están en todos lados. Por eso la articulación, no solo interna, será fuerte. Aquí se tiene en cuenta al sector privado, educación, los gremios y organizaciones que representan a los distintos sectores en la ciudad.
Hay que hacer cosas muy puntuales de coordinación: “Es casi que una tarea de acupuntura, donde hay unos elementos muy puntuales que nos toca acelerar y así acabaremos de detonar dinámicas maravillosas para la transformación de la ciudad”.
Justamente, durante el evento ‘Bogotá, capital latinoamericana del emprendimiento’, la secretaria de Desarrollo Económico, Carolina Durán, se refirió a otro de los temas que ha sonado: la creación de una agencia de ciencia. Sí se hará, pero desde la Secretaría de Educación, y adicionalmente se potenciará el emprendimiento de la ciudad desde Invest in Bogotá.
Y en cuanto a esa visión a largo plazo, Durán agregó: “Lo que marca una ciudad inteligente es el cumplimiento con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, y esta será precisamente una de las metas para 2038. Que se pueda lograr dependerá de toda esa transformación de cada una de las piezas de este tablero. Recordemos que en 2005 proyectaban a Bogotá como una sociedad de conocimiento para 2019 y de ese plan, por ahora, solo se destaca el rótulo.
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Foto de portada: AltaGamba @altagamba (Unsplash)