Entre el 24 y el 26 de noviembre pasados se celebró, presencial y virtualmente, la tradicional Semana de la Ingeniería en la Universidad del Valle. Y el tema en esta ocasión fue Mujer en la Ingeniería, muy pertinente en tiempos en los que se promueve la equidad de género en todos los campos, y en particular en la Tecnología, la Innovación y la Ciencia.
Impacto TIC acompañó este #EventoTIC y destacó lo más relevante en hilos de Twitter, que llegaron a una audiencia altamente interesada en estos temas.
Los malos mábitos de la Inteligencia Artificial
Aunque en muchos de los conversatorios se habló de los efectos visibles de la inequidad de género, en dos de ellos se expusieron los efectos imperceptibles que refuerzan los prejuicios de género.
En su conversatorio, la invitada internacional Londa Schiebinger, quien es profesora de Historia de la Ciencia en Stanford University, explicó que muchas de las tecnologías que usamos cada día, por ejemplo buscar imágenes de Google o algunos dispositivos médicos, tienen ciertos prejuicios implícitos.
En un ejemplo, la profesora Schiebinger mostró que Google Translate entrenó su algoritmo usando datos históricos (libros y otros textos de los últimos 40 años), pero resultó que casi todas las traducciones cambian el pronombre femenino por uno de hombre, porque este fue el uso más común en la base de datos.
“Con un solo algoritmo acabaron con 40 años de progreso de género, y no fue su intención”, explicó la profesora Schiebinger, añadiendo que “los pasados se proyectan hacia el futuro”. (En este artículo ampliamos más la realidad de que la IA puede ser sexista y racista).
Los mismos sesgos existen en hardware también. Este es el caso del oxímetro, una herramienta indispensable durante la pandemia que, desafortunadamente, no reportan la saturación de oxígeno correctamente en pacientes con piel más oscura, poniendo en riesgo a las personas.
Según la profesora Schiebinger, hay una interseccionalidad (cruce de diferentes factores), donde sesgos de raza y género puede combinarse y agravarse, por ejemplo tecnologías como muñecos de prueba desarrollado por hombres blancos que no toman en cuenta las necesidades médicas en mujeres de minorías étnicas.
Ella sugirió que no podemos volver a un mundo que ignora el género, pues no tenemos el lujo de ignorar tales oportunidades.
“No hacemos análisis de género para la física teórica, los agujeros negros no tienen nada que ver con el sexo y el género, pero con tantas otras cosas, deberíamos estar haciendo análisis de género…. Nos debería importar si hay un grupo de hombres diseñando algo, pues deberían tener estas cosas en cuenta”.
Mujeres en el espacio
Univalle cuenta con muchas egresadas en la industria aeroespacial y algunas de ellas compartieron sus experiencias en un conversatorio: fueron ellas las doctoras Nidia Gallego, Ingeniera en el Laboratorio Nacional, Oak Ridge, Tennessee; Bonnie Prado, de LeoLabs, una empresa estadounidense que protege satélites en órbita terrestre baja y Olga Lucía Quintero, de la Universidad EAFIT, además de Alexandra Erazo, estudiante de Ingeniería Fisica de Unicauca. Y no solamente hablaron de los retos de las mujeres en esta industria, sino también sobre las emocionantes oportunidades.
Prado explicó que el incidente reciente que involucró un misil ruso golpeando un satélite llamó la atención sobre su campo de desechos orbitales. “Las ciencias exactas no son fáciles, pero son muy interesantes”, dijo, y agregó que aunque ella y la doctora Gallego están en el exterior este no es el único camino.
“Sí, estamos en el exterior, pero todavía estamos muy involucradas con qué está pasando en Colombia… Tienes que trabajar duro para lograr tus sueños, pero salir del país permanentemente no es la única opción”.
[embedyt] https://www.youtube.com/watch?v=7JohaMdMG6s&width=696&height=392[/embedyt]La brecha económica se resiste a desaparecer
Uno de los conversatorios que tocó el área de la equidad fue presidido por la profesora Sara Aida Rodríguez, investigadora del Grupo de Investigación en Fatiga y Superficies. Ella dijo que en el caso específico de muchos campos de la ingeniería, las mujeres están ganando 15 por ciento menos que los hombres, a pesar de tener las mismas calificaciones, años de experiencia y cargas laborales… exactamente en el mismo trabajo.
Ella explicó que un aumento en la participación de mujeres en ingeniería puede ayudar a cerrar esta brecha: en general las mujeres ganan igual a hombres con al menos un año menos de formación, lo que representa una diferencia del 24% en el caso de los profesionales.
“Las mujeres ingenieras tienen salarios de enganche de un 2% más alto que el promedio de las mujeres profesionales y esta diferencia se incrementa con los años desde el grado y a los 15 años desde el egreso, una ingeniera tiene un salario 30% más alto que una mujer profesional promedio con los mismos años de graduada”, explicó la profesora Rodríguez.
Tecnología contra la violencia de género
En un conversatorio que mostró un uso muy práctico para cambiar vidas, Amal Hosni, Ingeniera de Sistemas y ganadora del Profesional más valeroso de Microsoft, y Ana Espinosa Moya, directora ejecutiva de la Fundación Violeta, mostraron un botón de pánico que desarrollaron.
Este dispositivo, con solo presionar el botón, puede emitir unos 90 decibeles de sonido y, en el mismo momento, enviar una alerta a tres personas elegidas. La esperanza es que este pueda ayudar a miles de mujeres que sufren violencia de género.
Aunque el producto, que incluyen el dispositivo y otros servicios, cuestan 90,000 COP en este momento la meta es que por medio de subsidios se ponga al alcance de más mujeres.
Espinosa Moya explicó que para enfrentar la epidémica violencia oculta, en cada nivel de la sociedad, hay una app que tiene todos los formatos de denuncia, por descargarlas. “Ellas mismas pueden denunciar”, dijo Espinosa Moya, añadiendo que la evidencia que se graba a través de la ‘app’ también puede ayudar adjuntando la evidencia que la Fiscalía necesita para enjuiciar a los abusadores.
Mujeres en ciberseguridad
Dos líderes en el campo de la ciberseguridad, Liliana Reyes, gerente de desarrollo de negocios de 5G y Telco Cloud para Fortinet América Latina, y Diana Rodríguez, especialista en marketing y gerente de renovaciones para Fortinet América Latina, desarrollaron esta conversación sobre el rol actual de las mujeres en este campo tradicionalmente masculino.
Rodríguez dijo que es importante que las mujeres sapan que hay más que un camino para llegar a una carrera exitosa en STEM: ella perdió materias en sus estudios, pero alcanzó sus metas. “Fui a la oficina de prácticas todos los días, pero no lo alcancé por mi promedio, busqué mi propia práctica y tuve la oportunidad de trabajar en IBM, Oracle y Microsoft”, dijo Rodríguez.
También, explicó Rodríguez, hay una impresión falsa sobre las trabajadoras de la ciberseguridad.
“No somos personas aburridas que no tienen vida… Trabajamos duro en la tema, pero en la pre-pandemia, yo tuve vida social, salí a bailar, tengo tres mascotas, es una vida muy normal”.
Una versión de este contenido fue publicada originalmente en el blog de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Valle y está reproducido con permiso, como parte de un acuerdo de cooperación Univalle-Impacto TIC.
