La Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil) ha puesto en marcha un proyecto de modernización a nivel nacional para elevar la gestión de su espacio aéreo. En este contexto, la autoridad ha reforzado su alianza con el gigante tecnológico Thales para actualizar la vigilancia aérea, particularmente en una zona estratégica del país. Este caso de implementación subraya la tendencia global de las autoridades civiles por integrar tecnologías avanzadas que no solo aseguren la eficiencia operativa, sino que también fortalezcan la soberanía y la ciberseguridad.
El punto focal de esta reciente actualización es la estación radar de Picacho, operada por Aerocivil en Bucaramanga. Para mejorar la vigilancia de la Terminal Manoeuvring Area (TMA) de Bucaramanga, el contrato contempla la modernización de la estación en alianza con la empresa local GyC.
El núcleo de esta mejora tecnológica es el suministro de una nueva estación de radar que incorpora dos equipos de última generación:
- STAR NG (Radar de Vigilancia Primaria de aproximación): Este radar proporciona información en tiempo real sobre aeronaves cooperativas y no cooperativas, un elemento clave para fortalecer la soberanía y protección del espacio aéreo nacional.
- RSM NG (Radar de Vigilancia Secundaria Mode S): Este meta-sensor asegura una identificación y seguimiento más precisos de las aeronaves, garantizando la continuidad de la información incluso en escenarios de interferencia o suplantación.
El proyecto, con un plazo de ejecución de 16 meses, implica que Thales fabrique, entregue e instale los equipos, mientras que el socio local GyC se encarga de la renovación de la infraestructura existente. El diseño y rendimiento de estos dos radares están específicamente configurados para permitir una mayor colaboración entre operadores civiles y militares en el país.
Entre los beneficios técnicos directos del nuevo sistema, destacan:
- Mayor vigilancia y soberanía aérea.
- Más confiabilidad y resiliencia en la identificación de aeronaves.
- Sólida protección cibernética, ya que ambos radares cuentan con las últimas actualizaciones de ciberseguridad para proteger los datos críticos de vigilancia.
Esta instalación se suma a una significativa huella de Thales en el territorio colombiano. Con la puesta en marcha de los equipos en Picacho, sumarán seis radares Thales en operación en el país, equipando sitios clave como Flandes, Cerro Verde, Santa Ana, Villavicencio y Carimagua.
Sobre la importancia de esta continuidad tecnológica, Jerome Copin, Director de Soluciones de Movilidad Aérea para América Latina de Thales, citó : “Thales se enorgullece de fortalecer su alianza de 25 años con la Aeronáutica Civil de Colombia. Este nuevo contrato potenciará las capacidades de vigilancia del espacio aéreo del país al combinar las fortalezas de sus radares primario y secundario. Resalta la versatilidad de los radares ATC de Thales para responder a las necesidades tanto de operadores civiles como militares, y demuestra nuestro compromiso a largo plazo con la excelencia en los sistemas de vigilancia y seguridad aérea”.
La Redundancia como pilar de la seguridad aérea nacional
La implementación en Bucaramanga se enmarca en la estrategia general de Aerocivil de fortalecer su sistema aéreo. La entidad ha defendido la solidez tecnológica del sistema aéreo colombiano, enfatizando que la seguridad operacional, la eficiencia y la transparencia son compromisos permanentes.
Según la Aeronáutica Civil, su enfoque en la inversión tecnológica se centra en la redundancia, un factor crítico para el control del tráfico aéreo. La entidad realiza “grandes inversiones en sistemas de vigilancia, radares, en sistemas de comunicaciones, en sistemas uno a uno. Eso significa que si un sistema falla, vamos a tener otro de respaldo”. En palabras de la autoridad: “La redundancia y solidez tecnológica hacen de Colombia líder en seguridad aérea”, una política que busca garantizar que cada vuelo sea seguro, eficiente y confiable en todo el territorio.
Este enfoque de inversión y modernización continua, ejemplificado con el proyecto de Picacho, busca mantener los altos estándares de seguridad y eficiencia requeridos en un sector tan dinámico como el transporte aéreo.








