Esta transformación tecnológica presenta un prometedor horizonte de oportunidades económicas para América Latina, mientras que simultáneamente plantea desafíos considerables en el ámbito de la ciberseguridad.
El crecimiento exponencial del mercado de IoT en la región se proyecta en cifras asombrosas: se espera que alcance de 47.000 millones de dólares para el año 2025.
Este floreciente ecosistema tecnológico no solo redefine la manera en que las empresas interactúan con los consumidores, sino que también establece un escenario propicio para la innovación y el desarrollo en la región.
En relación con esta expansión, se prevé que las conexiones IoT en América Latina alcancen aproximadamente 1.200 millones para el mismo año, con un llamativo 64 % de estas conexiones dirigidas al consumo individual.
Desde hogares inteligentes hasta ‘wearables’ y vehículos conectados, los dispositivos IoT se integran cada vez más en la vida diaria de las personas.
A pesar de las perspectivas económicas alentadoras, el espectro de la ciberseguridad se presenta como un desafío crítico en el entorno del IoT.
En este contexto, Oswaldo Palacios, Senior Account Executive de Akamai, resalta que el crecimiento de dispositivos IoT en el ámbito empresarial no ha sido exponencial.
Existe un alto riesgo en el uso de Internet de las cosas, ya que los ciberdelincuentes han encontrado una gran cantidad de huecos de seguridad en la conectividad y uso informático de IoT. Algunos de estos dispositivos no fueron previstos con la más mínima capa de seguridad, con lo cual la superficie de ataque es extensa
Oswaldo Palacios, Akamai.
Sin embargo, el entusiasmo que rodea al IoT también trae consigo un riesgo latente. Los ciberdelincuentes han encontrado huecos de seguridad en la conectividad y el uso informático de IoT.
Algunos dispositivos, lamentablemente, carecen de las medidas de seguridad más básicas, ampliando así la superficie de ataque a niveles preocupantes.
Este contexto, marcado por una proliferación de dispositivos conectados y vulnerabilidades explotables, crea un terreno fértil para la propagación de ataques cibernéticos. La amenaza es real y puede propagarse con rapidez incluso en entornos industriales.
En esta nueva era de IoT, los ciberdelincuentes pueden moverse silenciosamente y aprovechar la conectividad de estos dispositivos para extender su alcance y afectar activos críticos.
Además, tanto empleados como proveedores conectados a redes empresariales pueden, sin saberlo, introducir malware o programas maliciosos que ponen en riesgo la seguridad de la red.
En la lucha contra estos desafíos, la microsegmentación emerge como una estrategia clave. Esta técnica de ciberseguridad proporciona una administración y visibilidad superiores de las comunicaciones entre activos, permitiendo un control más riguroso y preciso sobre el flujo de datos.
En palabras de palacios “la microsegmentación nos pone un paso adelante en cualquier estrategia de ciberseguridad, ya que nos da completa visibilidad de quién tiene acceso a qué recurso y cómo se comunican los activos entre sí a nivel de proceso de comunicación.“
La microsegmentación se ha convertido en un aliado invaluable para proteger los activos de IoT en las empresas. Es especialmente crucial en sectores críticos como la automoción, la metalurgia y la salud, donde la transformación y el desarrollo son esenciales para la operación.
Esta tecnología permite identificar conexiones maliciosas y bloquearlas de inmediato sin perturbar el funcionamiento de equipos vitales.
En resumen, el Internet de las cosas se encuentra en el centro de una revolución que está moldeando América Latina en términos de oportunidades económicas y transformación empresarial.
A medida que el ecosistema de IoT se expande, la ciberseguridad debe ocupar un lugar destacado en la agenda.
La amenaza constante de ataques cibernéticos resalta la necesidad de adoptar estrategias de defensa sólidas, y la microsegmentación es una idea optimizada como herramienta esencial para garantizar la seguridad de los activos y la integridad de la red en esta nueva era digital.
