A través de una conversación entre líderes de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) y ETB, en el cubrimiento oficial de Impacto TIC en Smart City Expo, se abordaron temas como la colaboración entre entidades, elemento clave para mejorar la calidad de vida de los bogotanos y generar un entorno más competitivo y conectado.
El concepto de ‘Ciudad Inteligente’ ha ganado relevancia en los últimos años a medida que las ciudades enfrentan nuevos retos tecnológicos y sociales. Sin embargo, ¿qué significa realmente para Bogotá ser una Ciudad Inteligente?
En conversación con Mauricio Jaramillo, director periodístico de Impacto TIC, Jonathan Ardila, Vicepresidente de Tecnología y Líder de Transformación Digital de la Cámara de Comercio de Bogotá, y Sergio Gómez, vicepresidente de Empresas y Ciudades Inteligentes de ETB, compartieron sus visiones sobre cómo este concepto debe adaptarse a la realidad local y qué papel juegan las instituciones en este proceso.
La Ciudad Inteligente como respuesta a las necesidades locales
Para Jonathan Ardila, la clave de una Ciudad Inteligente no está en adoptar modelos internacionales sin reflexión, sino en crear soluciones que se adapten a las necesidades específicas de la ciudad. “Nosotros nos hemos caracterizado por adoptar tecnologías emergentes que pasan en otras latitudes, pero cuando hablamos de ciudades inteligentes nos enfrentamos a dos grandes retos: entender cuáles son las problemáticas de nuestra sociedad y descubrir las oportunidades que nos hacen únicos como colombianos“, afirmó Ardila.
En este sentido, Ardila subraya la importancia de alejarse de la traducción literal del término ‘Ciudad Inteligente’ y enfocarse en lo que realmente significa para Bogotá y su región. “No es lo mismo lo que les duele en Singapur o Nueva York que lo que nos duele en Bogotá“, apuntó. Según Ardila, para que una ciudad como Bogotá sea inteligente, debe basarse en su biodiversidad y sus características socioeconómicas únicas, lo que incluye tanto su diversidad natural como étnica.
La experiencia del ciudadano en el centro del concepto
Por su parte, Sergio Gómez plantea una visión pragmática y centrada en el bienestar de las personas. Para él, una Ciudad Inteligente es aquella que utiliza la tecnología para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. “Una Ciudad Inteligente es la que se preocupa por generar servicios, herramientas y funcionalidades que hagan que las personas se sientan mejor“, comentó.
Gómez insiste en que la tecnología debe acercarse a las personas, entendiendo sus necesidades cotidianas. “Esto aplica para cualquier ciudad en Colombia, pero aquí nos estamos concentrando más en Bogotá“, explicó. Con una población de entre 10 y 11 millones de personas, Bogotá enfrenta grandes desafíos en términos de movilidad, salud y seguridad. Gómez enfatiza que la clave está en utilizar tecnología para brindar soluciones reales y tangibles a estas problemáticas. “Temas como la movilidad o el acceso a servicios de salud no pueden quedarse solo en la implementación de sistemas, sino en entender cómo mejorar la vida de las personas en sus barrios, en sus localidades“, agregó.
El futuro de Bogotá en la Transformación Digital
Tanto Ardila como Gómez coinciden en que la Transformación Digital de Bogotá no puede llevarse a cabo de manera aislada. Las instituciones tienen un rol fundamental en este proceso, y la colaboración entre entidades como la Cámara de Comercio de Bogotá y ETB es esencial. “El fomento empresarial y la mejora de la competitividad son dos grandes pilares en los que trabajamos“, mencionó Ardila, aludiendo a la relación que ambas entidades han cultivado en los últimos años.
Ardila destacó que más del 90 % del aparato productivo de Bogotá está compuesto por micro, pequeñas y medianas empresas (MIPIMES). “Cuando junto con ETB entendemos esa lógica de que el aparato productivo está en las pequeñas empresas, comenzamos a conceptualizar ideas de transformación digital que apalanquen a este tipo de sectores“, aseguró. Según Ardila, la transformación digital no solo debe beneficiar a grandes empresas, sino que debe enfocarse en brindar herramientas tecnológicas que mejoren la competitividad de las pequeñas y medianas empresas que son el motor de la economía local.
La visión de Ardila y Gómez sobre la construcción de una Bogotá inteligente se basa en el entendimiento profundo de las necesidades locales y en la colaboración institucional para generar soluciones. Tanto la Cámara de Comercio como ETB han trabajado de la mano para impulsar la transformación digital de la ciudad, y ambos coinciden en que esta es la única vía para mejorar la competitividad y el bienestar de los bogotanos.
En palabras de Jonathan Ardila, “una Ciudad Inteligente es aquella que reconoce sus valores y características propias, y que utiliza la tecnología para potenciar lo que nos hace únicos“. Bogotá tiene el reto de convertirse en un referente de Ciudad Inteligente en Colombia, pero para lograrlo, tanto instituciones como ciudadanos deben trabajar juntos para construir un entorno más conectado, competitivo y sostenible.
Bogotá, imán regional de personas y oportunidades: una Ciudad Inteligente en expansión
Jonathan Ardila subrayó el papel de Bogotá como un centro gravitacional de Colombia, muy en sintonía con el concepto de ciudades magnéticas, no solo en términos de población, sino también en la concentración de industrias y empresas. “Bogotá es como un imán. Bogotá es el gran centro de concentración del país“, explicó Ardila. Esta característica de la ciudad ha generado diversas problemáticas, especialmente durante la pandemia, cuando muchos bogotanos optaron por buscar espacios fuera del frenético ritmo de la capital. Según Ardila, esta migración ha transformado la percepción de los límites de la ciudad. “La realidad es que los bogotanos nos sentimos cundinamarqueses, y que la región hace parte de nuestra lógica de ciudad“, agregó, enfatizando la importancia de un enfoque regional en la Transformación Digital, aunque no hay estudios de percepción que lo corroboren.
Sin embargo, la visión desde la CCB por propender hacia la integración regional impulsando la colaboración entre Bogotá y Cundinamarca, ha dado como resultado la celebración de convenios estratégicos que permiten que la Transformación Digital trascienda las fronteras administrativas. “Estamos en un ejercicio programático donde la lógica de la transformación digital va más allá de las fronteras“, señaló Ardila. En este marco, los Centros de Innovación y las ASCAS (Áreas de Servicios Compartidos para Startups) juegan un papel crucial, proporcionando a los jóvenes de Cundinamarca espacios para formarse en tecnologías emergentes sin necesidad de trasladarse a la capital.
La expansión digital en la periferia: conectividad y oportunidades
Sergio Gómez, por su parte, destacó el trabajo conjunto con la Cámara de Comercio para llevar la conectividad más allá del perímetro urbano de Bogotá. “La Cámara de Comercio tiene presencia en Chía, y allí estamos nosotros, dándole soporte técnico de conectividad y digital“, comentó Gómez, subrayando que la expansión de los servicios de ETB y las plataformas digitales facilita que las oportunidades de desarrollo tecnológico lleguen a las zonas periféricas.
La conectividad es un aspecto central en la transformación digital de la región. “Estamos llegando con conectividad de fibra óptica a la periferia de la ciudad“, mencionó Gómez, enfatizando la importancia de reducir la brecha digital. Esta infraestructura es esencial para permitir que las personas en las zonas rurales accedan a las mismas oportunidades tecnológicas que las que viven en la capital. “Son fronteras que en lo digital las podemos traspasar fácilmente“, añadió, en referencia a las conexiones que se están construyendo entre Bogotá y Cundinamarca.
Ciudadanía, empresariado y gobiernos inteligentes
Uno de los puntos clave de la discusión fue la necesidad de educar a los ciudadanos para que puedan aprovechar las oportunidades que ofrecen las ciudades inteligentes. “No solo se trata de tener tecnología, sino de tener ciudadanos inteligentes“, apuntó Gómez. En este sentido, explicó que es fundamental que las personas comprendan cómo utilizar la tecnología a su favor, desde mejorar su movilidad en la ciudad hasta acceder a servicios de manera más eficiente.
Gómez también mencionó que la Ciudad Inteligente no solo es para los residentes de Bogotá, sino también para aquellos que vienen a trabajar desde los municipios aledaños. “Tenemos que tener una ciudad que se construya sobre tecnología y que nos permita tomar decisiones inteligentes sobre la movilidad en tiempo real”, comentó, subrayando que este es uno de los mayores retos que enfrenta la región metropolitana.
Otro de los retos para que Bogotá se convierta en una ciudad verdaderamente inteligente es el desarrollo de empresarios con una visión digital sólida. “Sí, tenemos empresarios inteligentes, pero la realidad es que hay unas brechas en temas de formación y de talento ligado a las tecnologías muy notorias“, admitió Jonathan Ardila. Este déficit de talento especializado en áreas como ciberseguridad, Big Data, Internet de las Cosas e Inteligencia Artificial sigue siendo un obstáculo importante.
Ardila destacó la labor de la Cámara de Comercio en la formación de jóvenes y emprendedores para cerrar esas brechas y garantizar que el ecosistema empresarial pueda adoptar nuevas tecnologías. “El reto frente a un sector empresarial inteligente es permanente y está muy ligado al cerrar esas brechas“, afirmó, haciendo hincapié en la necesidad de educación constante para que las nuevas generaciones se familiaricen con el uso de la tecnología. El Campus de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTIB) de la Cámara es un espacio dedicado a este propósito, brindando herramientas a emprendedores y talentos para que experimenten con nuevas ideas en un entorno de prototipado y laboratorios especializados.
Sergio Gómez también abordó el rol fundamental de los gobernantes en la implementación de ciudades inteligentes. “Necesitamos también gobernantes inteligentes desde el punto de vista de las ciudades inteligentes”, destacó. Según Gómez, la apertura de los alcaldes y secretarios TIC a la adopción de nuevas tecnologías ha crecido significativamente en los últimos años. “Cada vez la apertura es mayor a los temas de tecnología“, celebró.
Este cambio ha permitido que más municipios implementen soluciones tecnológicas en áreas como la digitalización de trámites, algo que antes se consideraba secundario frente a otras necesidades básicas. “Cada vez es más frecuente encontrar un secretario o secretaria TIC en una gobernación o en una alcaldía“, afirmó Gómez, destacando que esto es clave para que las ciudades puedan avanzar hacia una mayor inteligencia tecnológica y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
Durante la entrevista, Ardila mencionó el impacto de las tecnologías emergentes en el futuro de Bogotá, señalando sectores como el gaming y el uso de drones. “Las futuras generaciones van a tener un impacto significativo en este tipo de tecnologías, que están muy ligadas a la cuarta revolución industrial“, comentó. Aunque tecnologías como el Big Data y la ciberseguridad han ganado protagonismo, Ardila destacó la importancia de estar atentos a nuevas áreas que, aunque menos visibles, tienen un gran potencial de crecimiento en la ciudad.
La evolución de Bogotá hacia una Ciudad Inteligente depende no solo de la adopción de tecnologías, sino también de la educación, colaboración institucional y la justa integración regional. La Cámara de Comercio de Bogotá y ETB están a la vanguardia de estos esfuerzos, enfocándose en cerrar las brechas tecnológicas y brindar herramientas a empresarios, ciudadanos y gobernantes. Con una visión clara y acciones concretas, Bogotá avanza hacia un futuro en el que la tecnología estará al servicio de todos sus habitantes, mejorando su competitividad y calidad de vida.
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