La abundante oferta de bienes y servicios en el mercado y las coyunturas con dinámicas cambiantes e insospechadas, como la del último año, han hecho que empresas grandes y pequeñas tengan la continua necesidad de desarrollar nuevas soluciones que aporten más valor a los usuarios y a los clientes, frente a los ofrecidos por la competencia.
Para diferenciar sus productos, las compañías utilizan la innovación, como respuesta para hallar nuevas oportunidades y atreverse a hacer posible lo imposible. Esta dinámica de inversión de tiempo y recursos en procesos de innovación, investigación y desarrollo tiene por resultado una creación intelectual, la cual se convierte en un intangible para las pymes y grandes empresas que debe ser protegido de usos no autorizados.
Nada representa tanto valor y riqueza dentro de las organizaciones como sus invenciones, tales como: áreas de investigación y desarrollo, patentes, conocimiento o tecnología que desarrollan, modelos de utilidad y diseños industriales, signos distintivos como marcas, lemas comerciales y nombres de dominio o secretos empresariales y know how. Todos estos factores pueden llegar a representar el 80 % de los ingresos en las compañías.
La Propiedad Intelectual (PI) se dio principalmente para que las personas y las empresas tengan el derecho sobre lo que están desarrollando y sobre el conocimiento que están creando.
Al respecto, el año pasado, la Oficina de Europea de Patentes (OEP) realizó un estudio que evidenció que las pymes que contaban con procesos de propiedad intelectual, manejaban indicadores de crecimiento y rentabilidad con resultados superiores al 54 % versus las organizaciones que no los tenían.
Ahora bien, todos los empresarios, tanto los emprendedores como las pymes y las multinacionales, deben entender que sus creaciones debidamente cuidadas y gestionadas con la protección intelectual son la clave para competir en mercados cada vez más desafiantes.
Todos los 26 de abril se celebra Día Mundial de la Propiedad Intelectual, fecha declarada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2000. Y qué día más especial para invitar a todos los líderes y directivos a que conozcan más a fondo sobre las diferentes herramientas que existen en el sistema de propiedad intelectual, y cómo éstas logran proteger y explotar intangibles. Pero la lucha no se reduce a esa fecha, sino que tiene que ser constante.
Las compañías deben asesorarse por buenas consultoras o firmas que les brinden diferentes soluciones y les guíen en todos los procesos de Propiedad Intelectual, además de descubrir cuáles son las ventajas competitivas que podrían ser un diferencial en mercados nacionales e internacionales.
La creación intelectual contribuye a la competitividad global, la expansión, a nuevas oportunidades de crecimiento y a la capacidad del emprendedor o empresario para identificar diferenciales valiosos como parte de su propuesta de valor. En ese proceso, la propiedad intelectual tiene la tarea de defender ese conocimiento y así generar un posicionamiento en el mercado.
El llamado es a seguir evangelizando sobre los beneficios de la PI y a generar oportunidades con cada desarrollo interno y conocimiento que se produzca al interior de las organizaciones.
Lea otros contenidos relacionados con Propiedad Intelectual en Impacto TIC.
Imagen principal: Free-Photos (Pixabay).