El programa de gobierno del presidente electo Gustavo Petro plantea un objetivo en materia de conectividad: “Lograr que a 2026 el 100% de los colombianos pueda acceder a Internet, sin importar el lugar del territorio nacional en el que se encuentre, a través de por lo menos una solución”, esto como base para llevar adelante una “transformación social y económica” por medio de las TIC, que desarrolla en otros capítulos del documento.
Para alcanzar la cobertura total de la población el programa enumera ocho líneas, entre las que resaltan el mínimo vital de Internet, el despliegue de redes neutrales en centros urbanos, la priorización de colectividad e internet en zonas rurales a través de white space Internet, cobertura satelital y 5G.
El documento hace un análisis de la situación actual del contexto TIC nacional citando fuentes autorizadas, aunque no desarrolla cómo llevará a cabo las iniciativas que propone (las cuales son solo enunciados) para alcanzar el acceso universal durante el mandato del Pacto Histórico. Algunas lógicas y otras, cuando menos, complicadas.
-Es el caso del ‘mínimo vital de Internet’, del que hay el antecedente del proyecto de ley 030 de 2020, presentado por los representantes a la Cámara León Fredy Muñoz, María José Pizarro y Oswaldo Arcos, que buscaba garantizar un mínimo de GB y acceso a la red en los hogares y entidades públicas, que, según la Agencia Nacional del Espectro (ANE), tendría un costo de $15 billones. Casi un tercio de la reforma tributaria con la que se estrenará el nuevo gobierno.
Para llevarlo a cabo, la representante Pizarro habló en su momento de la creación de un fondo de acceso universal que genere una articulación entre los sectores privado y público “sin afectar el desarrollo de la industria, pero que pueda cubrir las necesidades de los usuarios”.
Se entiende entonces que buscarían crear un segundo FONTIC (o FUTIC, Fondo Único de TIC), con una nueva carga fiscal para las empresas del sector.
Otro tema que propone es la priorización de conectividad en zonas rurales por medio de White Space Internet o TV White Spaces, que se traducen como porciones de espectro radioeléctrico que no son utilizadas por los licenciatarios en todo momento o en todas las zonas geográficas. Estas frecuencias están ubicadas en la banda UHF, asignada a la televisión, pero también pueden ser utilizadas para que funcionen como la tecnología Wifi.
Esta iniciativa tomó fuerza en 2010 y hubo un intenso debate regulatorio en varios países, aunque no despegó. Ahora vive un resurgimiento de la mano de Microsoft (bajo el nombre de Airband), que desarrolla pilotos en Chile y Ecuador para llevar conectividad a zonas rurales y lo propone en otros países de la región.
Se trata de una buena idea que maximiza la utilidad de un bien escaso como el espectro radioeléctrico, pero su modelo de monetización no es claro, tampoco está comprobado su funcionamiento a gran escala y carece de regulación en Colombia.
Sin embargo, hay otra opción que no menciona el programa y que ya han analizado el Ministerio TIC y la ANE: liberar la banda 6 GHz, o parte de esta, para acoger el estándar Wifi 6E que permite una mejor cobertura de banda ancha y mayores velocidades al reducir la congestión que sufren las bandas que están actualmente en uso para conectividad Wifi. Estados Unidos, Chile, Brasil y Corea del Sur ya lo adoptaron, lo que asegura economías de escala para que PC, celulares y dispositivos IoT incorporen el estándar.
-Mientras tanto, para llegar a zonas remotas y cumplir con el ciento por ciento de los colombianos cubiertos, Petro propone recurrir a “Internet satelital de órbita baja en las zonas en donde desplegar fibra óptica es difícil y costoso”, para lo que durante la campaña señaló que el país debe “obtener un satélite” y “desarrollar una agencia aeroespacial”.
Yo iría más lejos. Colombia incluso debería desarrollar sus propios satélites como lo hacen Brasil y Argentina. Por ejemplo, la industria satelital y aeroespacial del país austral exportó en 2019 más de US $925 millones en productos y servicios. Tiene 300 pymes aeronáuticas, 130 espaciales y 134 talleres aeronáuticos de reparación.
Cualquier avance en este campo redunda en profesionales más calificados, generación de puestos de trabajo y un efecto capilar hacia distintas industrias, como el agro, la pesca, los hidrocarburos y la minería, así como seguridad y protección del medio ambiente, mediante el desarrollo de soluciones de IoT, imágenes o comunicaciones.
-La subasta de espectro de 5G será uno de los principales temas que tendrá que abordar el nuevo gobierno en materia de conectividad e industria de las telecomunicaciones.
De hecho, a partir de esta podrá redefinir el rumbo del sector. ¿Quiere hacer una subasta con espíritu recaudatorio? o ¿priorizará la inversión en infraestructura?
En Brasil recaudaron 8.700 millones de dólares, de los que el 90% se destinó a infraestructura, no solo de 5G sino para de robustecer y dar capilaridad a las redes móviles y fijas, incluso en zonas poco atractivas financieramente. Ahí tienen un buen antecedente para analizar.
-El despliegue de redes de fibra óptica neutrales en centros urbanos será clave para una conectividad con baja latencia y altas velocidades de carga y descarga de datos. Aunque no es novedad.
Telefónica creo una sociedad con el fondo de inversión KKR para instalar y operar una red de fibra óptica neutral al hogar (FTTH) en 90 ciudades; mientras que la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) decidió poner su red de fibra óptica como parte de un acuerdo con la firma Ufinet, para ofrecer FTTH en Bogotá y las ciudades aledañas.
Imagen principal: Alina Grubnyak (vía Unsplash).
