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‘Contribución justa’ o discusión de la neutralidad de la red 2.0



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¿Es hora de replantear la relación entre las big tech y las ‘telcos’? Este es un debate que cada vez toma más fuerza en varios países del mundo.

Publicado el 17 ago 2023



Big data, digital marketing, financial and banking concept. Global business internet connection application technology and development in digital marketing.
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Netflix, Microsoft, Alphabet, Meta, Amazon y Apple son responsables del 48 % del tráfico en línea en el mundo. De hecho, el video lidera el torrente digital, constituyendo casi el 66 % de todo el movimiento en la red, donde Netflix, por sí sola, representa el 14,9 % del flujo de datos que permiten las redes de telecomunicaciones, señala el informe The global internet phenomena report. Mientras tanto, Europa y Brasil se preguntan si es hora de que estas empresas colaboren con el mantenimiento de los ‘fierros’.

El mismo informe dice que, de acuerdo con el Foro Económico Mundial, la democratización del acceso a Internet de alta velocidad en todo el mundo generará miles de millones de dólares en ganancias así como decenas de millones de empleos. Y subraya que las redes serán el motor de esas ganancias, pero dependerá de una gran inversión en fibra óptica y tecnologías móviles, de operadores que deben obtener un mayor retorno de la inversión para mantener el ritmo de la innovación, la calidad y el rendimiento.

Las empresas responsables de la conectividad invierten tanto como pueden en sus redes y buscan de forma obsesiva eficiencias en detrimento de su propia rentabilidad, en medio de una “feroz competencia” –como diría el ministro Mauricio Lizcano–, con unos márgenes de beneficio cada vez menores que rondan el 12 %, lo que, además, conduce a que sea la industria responsable de un cuarto de las fusiones y adquisiciones corporativas en el mundo.

Si lo traemos al mercado colombiano, según la Comisión de Regulación de Comunicaciones, para septiembre de 2022 el ingreso promedio por usuario (ARPU) de Internet móvil fue de $18.483, cifra que representó una disminución de 18,3 % con respecto al mismo mes de 2020.

Mientras tanto, estas empresas ven cómo fluyen los bits que convierten a las gigantes tecnológicas en las empresas mejor valoradas de la historia y a sus dueños en los hombres más ricos del mundo. ¿Es hora de replantear la relación entre las big tech y las ‘telcos’?

Esta no es una discusión nueva. En la primera década del siglo hubo un gran debate que concluyó con la declaratoria de la neutralidad de la red por parte de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos en 2010, que definió la igualdad de todos los datos en Internet, sin bloqueos ni privilegios.

Pero en 2021, los líderes de 12 proveedores de servicios de telecomunicaciones europeos, entre los que estaban Nick Read, el CEO de Vodafone; Timotheus Höttges, de Deutsche Telekom; Stéphane Richard, de Orange, y José María Álvarez-Pallete, de Telefónica, emitieron una declaración conjunta sobre la necesidad de que las grandes tecnológicas ayuden a financiar los costos de la red, afirmando que la situación de la industria no es sostenible.

Para ellos, al ser quienes construyen la infraestructura –que demostró su importancia estratégica para la economía y la sociedad durante la pandemia–, deberían obtener un mayor retorno de la inversión para aumentar la capacidad de las redes de banda ancha y cumplir los objetivos digitales fijados por la Comisión Europea. Lo que han llamado una ‘contribución justa’ de los grandes actores del ecosistema digital, supervisada por los reguladores, que no alteraría la neutralidad de la red.

Y la cosa va en serio, porque la Comisión Europea realizó una consulta en mayo pasado, cuyos comentarios de lado y lado analiza para tomar una decisión al respecto.

Brasil, por su parte, realizó este mes una consulta similar, la cual recibió 32 comentarios de operadores, plataformas y organizaciones sectoriales, que reúne un amplio informe del portal DPL News.

En el otro lado de la discusión aseguran que cobrar a los proveedores de contenido podría plantear desafíos a la esencia de la neutralidad de la red. Y que este enfoque resultaría en un Internet segmentado donde los proveedores más grandes y económicamente fuertes obtengan ventajas, mientras que los más pequeños quedarían relegados. 

Además, señalan que esto podría traducirse en precios más elevados para los servicios de transmisión y aplicaciones. Mantener un internet libre es crucial para fomentar la innovación y la competencia, aseguran quienes abogan por conservar la dinámica actual.

Una antecedente clave sucedió en 2019, cuando la subsidiaria de SK Telecom, SK Broadband (SKB), exigió tarifas de uso de la red a Netflix por llevar su servicio a los usuarios coreanos, lo que devino en una demanda ante la Comisión de Comunicaciones de Corea (KCC), que falló a favor del operador de telecomunicaciones al determinar que el servicio de streaming tiene la obligación de pagar una contraprestación a SKB por el uso de la red, o específicamente por la “conectividad”. Sin embargo, el tribunal lo dejó abierto a negociación entre las partes, argumentando que el tribunal debe respetar el principio de autonomía privada.

Estamos en un gran dilema, porque toca la equidad, la tecnología, la economía y el futuro de la conectividad en la era digital. La discusión está tomando fuerza y pueden venir importantes decisiones.

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