Estudiante de la Universidad del Valle (Univalle) ha combinado su pasión para ayudar a los animales con sus experticias en electrónica y sistemas, con el fin de producir una aplicación móvil y un dispensador automático de comida para perros que pasan la mayoría de sus tiempo solos.
El tamaño del mercado de las plataformas IoT para el cuidado de mascotas está valorado en 6.620 millones en 2022 y se prevé que alcance los 28.960 millones en 2031, según un reporte de mercado de Insight Ace.
Durante el trabajo de grado del Programa de Ingeniería de Sistemas en la Sede Tuluá de Univalle, Magrel Londoño incorporó conocimientos adquiridos de sus títulos como tecnóloga en sistemas y electrónica, para desarrollar un dispensador de comida inteligente que ayudará a dueños de mascotas monitorear los patrones de alimentación desde lejos.
“Esta app y dispensador puede ayudar a las personas a estar más pendientes de sus perritos”, dijo Londoño y añadió que en el futuro algo similar puede ayudar a las personas solas en casa también.
La investigación
Londoño explicó que el usuario puede ingresar el peso, altura y edad del perro. “Con estos datos proporcionados, la aplicación calcula la cantidad precisa de comida y agua que el perrito debe consumir diariamente” y agregó que posteriormente, el comedero inteligente dispensará automáticamente el alimento en las horas reglamentarias, basándose en la investigación planteada durante el desarrollo del proyecto.
Además, la aplicación cuenta con la función de diagnosticar hasta 11 enfermedades con ayuda de Inteligencia Artificial.
“Los datos enviados desde el dispensador hasta la app permite detectar tres síntomas los cuales son pérdida de apetito, toma poca agua o no toma agua”, planteó Londoño.
Implementando este proyecto del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) se requiere la integración electrónica de sensores y actuadores, la discretización de funciones de control, el manejo de los sistemas secuenciales, el conocimiento de los microprocesadores, la comprensión de los sistemas embebidos y el manejo de lenguajes de programación en bajo y alto nivel.
Londoño (quien pertenece al Grupo de Investigación Ciencia Acción y Desarrollo (CAD) de la Sede Tuluá) espera que en el futuro pueda desarrollar más funciones que permitan un trabajo conjunto con veterinarios, para monitorear y tratar enfermedades de los perros desde lejos.
Joshua David Triana Madrid, docente hora cátedra de la Universidad del Valle de la sede y adscrito al Grupo Guia: Grupo de Univalle en Inteligencia Artificial y uno de los supervisores del proyecto de Londoño, explicó que este trabajo puede ser una inspiración a otros estudiantes que quieren hacer investigación, especialmente en el campo del Internet de las Cosas.
“Se trata sobre todo en los perros, pero el potencial es infinito, es decir, podría aplicarse para cualquier tipo de mascotas, tanto pues con la información de los diagnósticos suficientes e incluso hasta con seres humanos”, dijo el profesor Triana.
El profesor Héctor García Arana, Gestor Académico del Programa Académica Tecnología en Electrónica Industrial en Tuluá estuvo de acuerdo con el impacto del proyecto.
“Es un ejemplo y referente para los estudiantes que con su gran labor invitan a realizar trabajos que integren diferentes disciplinas como la electrónica, la inteligencia artificial y la programación que nos lleven a solucionar un problema mediante una investigación formativa”, dijo el profesor García.
Importancia de la educación regional
Londoño y sus directores están radicados en la Sede Regional de Tuluá de Univalle, ubicada en una ciudad intermedia clave de la industria agropecuaria e intensiva en prestación de servicios del centro del departamento del Valle del Cauca.
Fundado en 1987 durante la creación del Sistema de Regionalización de la Univalle, la sede ofrece Tecnología en Electrónica, Desarrollo de Software, Alimentos; y títulos en Ingeniería de Alimentos e Ingeniería de Sistemas, entre otras.
Juan Sebastián Correa Fernández, docente hora cátedra de la Universidad del Valle Sede Tuluá en la Programa de Tecnología Electrónica, adscrito a los grupos de investigación SITE y MACAPLI, y uno de los directores de proyecto de Londoño, explicó que la investigación en las sedes regionales es de suma importancia, ya que impulsa el desarrollo local y resuelve desafíos específicos de la región mediante soluciones adaptadas a sus necesidades particulares
“Esto no solo beneficia a la comunidad local, sino que también fomenta el crecimiento de habilidades y el desarrollo integral de los jóvenes investigadores”, manifestó el profesor Correa.
Además, Londoño también recibió apoyo de la Sede Meléndez.
Carlos Rafael Pinedo Jaramillo profesor titular jubilado, adscrito al Grupo De Investigación En Percepción y Sistemas Inteligentes (PSI) expresó que la integración entre regionales y la sede principal de Melendez es fundamental, a nivel de investigación es de gran importancia por que cada zona tiene una diversidad de necesidades por comprender y la creación de soluciones por aportar.
“La integración con las regionales en investigación y las posibilidades del trabajo en equipo con sus integrantes, son benéficos para el desarrollo tecnológico y científico, aportan al desarrollo social y económico de las comunidades asociadas a los centros de estudio”, mencionó el profesor Pinedo.
Si le interesa contactar a la investigadora o conocer más sobre el proyecto, escriba a la Oficina de Comunicaciones Facultad de Ingeniería: comunicaingenieria(arroba)correounivalle.edu.co
Foto de la portada: Magrel Londoño, estudiante del Programa de Ingeniería de Sistemas de la Sede Tuluá. Crédito: Jonathan Bonett/Comunicaciones de la Sede Tuluá/Univalle