Cada año se celebra en Estocolmo, Suecia, la Semana Mundial del Agua. Este año va desde el 23 de agosto hasta el 1 de septiembre en un evento que reúne a profesionales, expertos, tomadores de decisiones, emprendedores, y empresarios de distintos países que plantearán ideas y propondrán soluciones e iniciativas frente a las problemáticas alrededor del vital líquido. En esta semana se pretende reflexionar sobre los problemas que llevan a la falta de agua en el mundo y a pensar en las posibles soluciones y políticas que permitan generar un cambio.
El 28 de julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas, reconoció el derecho humano al agua y al saneamiento mediante la Resolución 64/292. Se reafirmó así que el agua potable y el saneamiento son vitales para el cumplimiento de los derechos humanos.
Esto implica que cada persona debe tener acceso a la cantidad suficiente de agua lo que supone entre 50 y 100 litros al día. Además, para que el agua sea aceptable, segura y asequible, el costo no debe superar el 3 % de los ingresos del hogar.
La Semana Mundial del Agua también permite dar cumplimiento al objetivo 6 de desarrollo sostenible (ODS) ‘Agua limpia y saneamiento’ y al mismo tiempo analizar la relación que tiene el líquido con la salud, los alimentos y el cambio climático. Por lo anterior, también se celebra el lanzamiento anual de los informes sobre los indicadores del ODS 6 que arrojan estadísticas que facilitan los datos de calidad y seguimiento al cumplimiento de las metas que ha sido lento pero sostenido.
La tecnología al rescate para el cumplimiento del ODS 6
A continuación algunos ejemplos de cómo las nuevas tecnologías han permitido avanzar en la gestión inteligente y el saneamiento del agua:
- AgroPad: Es un dispositivo de papel inteligente que está alimentado por Inteligencia Artificial (IA). Esta tecnología fue creada por IBM Research y puede analizar muestras de suelo de forma rápida para determinar su composición química, lo cual puede ayudar a que los agricultores ahorren dinero y mejoren la sostenibilidad de sus cultivos, pues saber la composición que tiene el suelo permite usar y administrar de mejor forma el agua y los fertilizantes además de maximizar la producción de cultivos, teniendo en cuenta que la agricultura representa más del 70 % del consumo de agua anual en el mundo.
Actualmente, el AgroPad se está probando por Enveritas, una compañía que proporciona garantía de sostenibilidad para la industria del café. Actualmente se usa en aproximadamente 100.000 granjas de América Latina y África y también se está probando en Río de Janeiro y Brasil.
- Destiladores solares para agua: Los destiladores consisten en la desalinización y desinfección de aguas salobres por medio de la radiación solar para generar agua potable. Esta práctica permite disminuir costos de operación y reducir las emisiones GEI al hacer el proceso con energía solar. Sin embargo, cabe aclarar que las plantas tradicionales de destilación de agua si utilizan combustibles fósiles como energía.
- LifeStraw: Es una tecnología que emplea un tubo de plástico de 22 centímetros de longitud y 3 de diámetro, funciona igual que un pitillo. Es un sistema de filtración de agua que ayuda a eliminar bacterias y protozoos. Las versiones más nuevas también logran filtrar compuestos químicos y metales disueltos. Cada tubo puede llegar a filtrar hasta 4.000 litros de agua, lo que equivale al consumo de agua de una persona durante alrededor de 3 años.
Cabe resaltar que desde hace algunos años ya se están adelantando trabajos por parte de las Naciones Unidas en torno a la problemática del agua. Se han llevado a cabo varias reuniones que han ayudado a subsanar la crisis mundial del agua como la Conferencia de las Naciones Unidas en 1977, el Docenio Internacional de Acción “Agua para la Vida” de 2005 a 2015, o el Acuerdo de Paris en 2015, entre otros.
Lograr y alcanzar el ODS 6 es posible si seguimos creando e implementando tecnologías que aporten al cuidado del agua y a su purificación. Tal como compartió el coordinador del Programa de Evaluación Mundial de la UNESCO Stefan Uhlenbrook:
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