¿Podemos revertir el calentamiento global? 2 propuestas para recongelar los polos

Publicado el 09 May 2023

Foto principal: Alexander Hafemann en Unsplash.

Después de varias investigaciones e intentos por evitar el deshielo, por fin se tienen algunas ideas para volver a congelar los polos.

El deshielo en el Polo Norte se ha acelerado de manera inimaginable en los últimos años, lo que está generando el aumento rápido del nivel del mar y pone en riesgo a las poblaciones humanas y especies animales que habitan el Ártico, como el oso polar, el zorro ártico, el buey almizclero, el lobo ártico y la liebre ártica, animales que ya están en las listas de especies amenazadas. En los últimos 30 años, el grosor del hielo ártico ha disminuido en un 40 %, y desde 1901, el nivel del mar ha aumentado 19 cm.

¿Cómo afecta el deshielo a Colombia?

Jorge Luis Ceballos, glaciólogo colombiano del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), explica que no sólo el deshielo de los polos afecta a los diferentes ecosistemas y comunidades, sino que los glaciares que tienen los diferentes países también se están derritiendo y aportando al problema.

“En Colombia, tenemos 33.8 kilómetros cuadrados de glaciares repartidos en 6 pequeños glaciares”, explica Ceballos. Es alarmante saber que en los últimos 50 años se han estado perdiendo anualmente entre el 3 % y el 5 % del área total de los mismos.

Por lo tanto, el derretimiento de los polos y glaciares genera consecuencias graves, especialmente para las comunidades y ecosistemas costeros:

  1. Aumento del nivel del mar: Provoca graves afectaciones en las comunidades y ecosistemas al generar inundaciones y aumentar el riesgo de mareas de tempestad y erosión en las costas. Teniendo en cuenta que los glaciares del mundo cuentan con hielo suficiente para aumentar el nivel del mar alrededor de medio metro, esto podría dejar bajo el agua a varias ciudades costeras.
  1. Extinción de especies: Los polos y glaciares son hábitat para muchas especies que dependen completamente de los recursos de esos ecosistemas. Por lo tanto, el deshielo puede generar la desaparición de numerosas especies de animales acuáticas y terrestres.
  1. Disminución de agua dulce: La disminución del hielo de glaciares y los polos también causa la disminución de agua potable para el consumo humano y, por tanto, menos disponibilidad para el regadío. Esto también lleva a tener una menor capacidad para generar energía hidroeléctrica.
  1. Efectos en el clima: El derretimiento de los polos ralentiza las corrientes oceánicas, lo cual genera que las profundidades del océano absorban menos CO2 y calor, terminando este gas en la atmósfera y aumentando la temperatura en la Tierra.

Ante este panorama desalentador, ya se buscan alternativas para congelar los polos por medio de la geoingeniería, también conocida como la ingeniería del clima. 

Primer idea: Icebergs artificiales

Se estudia la posibilidad de crear icebergs artificiales, por medio de 10 millones de grandes bombas propulsadas por el viento. ¿Cómo funcionarían? Se propone liberar mensualmente un número (todavía no determinado) de placas de hielo hexagonales de aproximadamente 25 cm de diámetro, a través de recipientes de congelación listos para afrontar diversas condiciones climáticas.

Proyecto para volver a congelar el Ártico. Imagen: ASA.

Los congeladores estarían flotando en el mar y se hundirían sólo para recoger agua que entraría en el molde hexagonal, y dividiría el agua salada y dulce dentro de él. Este proceso se llama ‘desalinización‘. Mientras ocurre este proceso, la tapa del congelador se cierra durante un mes, realizando la incubación de los bloques de hielo que después serán expulsados a la superficie.

Los nuevos bloques que se expulsan se irían uniendo a los bloques de hielo más grandes gracias a su forma hexagonal, generando icebergs, permitiendo así congelar los polos. El proceso de crear nuevas placas de hielo se podría repetir las veces que sea necesario.

Este invento, llamado ‘reicebergisación’, se presentó en la competición internacional del diseño en 2019, convocada por ASA, y ganó el segundo lugar. Los creadores de esta idea son los arquitectos Fiera Alifa, Faris Rajak Kotahatuhaha y Denny Lesm Ana Budi.

Aunque es una idea llamativa, para algunos no es viable por ser un proyecto costoso y por diferentes cuestiones técnicas. Julienne Stroeve, profesora de University College London y científica principal del National Snow and Ice Data Center (Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo), asegura que a pesar de los esfuerzos para volver a congelar el Ártico, “el calentamiento global va a continuar”.

“El exceso de calor a bajas latitudes será transportado hacia el Ártico, por medio de la circulación atmosférica y oceánica, y eso va a contrarrestar los esfuerzos para producir hielo en el Ártico”.

Segunda idea: Modificación de la radiación solar

Se está explorando la posibilidad de generar un ‘bloqueo solar’, más conocido como ‘modificación de la radiación solar’, que consiste en reflejar la luz solar nuevamente al espacio para enfriar la Tierra y congelar los polos.

Proyecto para volver a congelar los polos. Imagen: Unsplash.

La idea es inyectar aerosoles estratosféricos de dióxido de azufre, lo cual generaría una niebla de partículas que reflejaría la luz del sol hacia arriba, dando sombra a la Tierra.

Este proceso dio resultado en 1991 de manera accidental, cuando el volcán Pinatubo, en Filipinas, entró en erupción y liberó miles de toneladas de este gas, permitiendo la reducción temporal de la temperatura global en 0.5 °C.

A finales de 2022, investigadores de la Universidad de Yale expusieron que teóricamente este método podría volver a congelar los polos. Por lo tanto, las Naciones Unidas han expresado su interés por explorar esta posibilidad.

Sin embargo, hay científicos y organizaciones que afirman que rociar este tipo de gas, que es un gas indirecto de efecto invernadero (GEI), es perjudicial y puede generar otros problemas.

Incluso, la directora científica del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Andrea Hinwood, advirtió que esta alternativa no es viable debido a la incertidumbre sobre posibles impactos negativos para el medio ambiente.

“El PNUMA coincide con el grupo de expertos en que, en la actualidad, el despliegue operativo o a gran escala de las tecnologías de modificación de la radiación solar no es necesario, viable, prudente ni suficientemente seguro, dados los limitados conocimientos científicos y la incertidumbre sobre los posibles impactos y consecuencias imprevistas”, aseguró Hinwood.

Agregó que el examen concluye que las tecnologías de modificación de la radiación solar no contribuyen a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero”.

Sin embargo, esta estrategia no está descartada completamente. Wake Smith, investigador de la Universidad de Yale y autor de esta propuesta, creó un plan hipotético para poner en práctica su innovador método.

Se utilizarían 125 aviones de vuelo alto para rociar las partículas a la atmósfera de forma periódica, en latitudes de 60 grados sur y norte, en el extremo sur de la Patagonia y alrededor del norte de Alaska. Esto con el fin de que las partículas se desplacen hacia los extremos y así se enfríe la Tierra aproximadamente 2 °C, logrando congelar los polos.


Foto principal: Alexander Hafemann en Unsplash.

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Daniela Jaramillo Castillo
Daniela Jaramillo Castillo

Soy ecóloga de la Universidad Javeriana, con experiencia en educación ambiental. Cofundadora de EcoChuspa, un proyecto de divulgación y educación ambiental por medio de redes sociales. Además, soy amante de la entomología. En Impacto TIC hago la coordinación de Impacto ECO, el proyecto de sostenibilidad y medio ambiente del medio de comunicación.

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