El Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos de 2021 expuso datos estremecedores:
- Actualmente más de 2.000 millones de personas en el mundo no disponen de un acceso regular al agua potable.
- 2 de cada 5 personas tienen dificultades de acceso a sistemas de saneamiento de agua.
- A nivel mundial, el uso de agua dulce se ha incrementado y continúa creciendo a un ritmo de aproximadamente el 1% anual desde 1980. Esto se puede atribuir a crecimiento de la población, al desarrollo económico y a los cambios en
los patrones de consumo.
- El 90 % de los desastres naturales están relacionados con el agua y se ha agravado por el cambio climático. Además, el 80 % de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas.
Con respecto a lo anterior, Néstor Jaime Ocampo Giraldo, un reconocido ambientalista de Calarcá, Quindío dijo a Impacto ECO:
“Debemos reducir el consumismo. La demanda del agua cada día aumenta más, y pensamos que se debe al aumento de la población, pero no solo es a eso, resulta que cada día cada individuo consume más agua, no solo la que es necesaria sino que para hacer un celular se necesita agua, igual para la producción de ropa etc. y nos hemos convertido en una sociedad que funciona en beneficio de empresas que nos han generado necesidades que realmente no tenemos…tenemos que vivir de otra manera”.
En el mismo sentido, Raquel Ivveth Ruiz, investigadora del laboratorio de ictiología de la Universidad del Quindío, señaló:
“Dado que al no reconocer la integridad y vulnerabilidad del agua como un ciclo planetario y la complejidad que ello conlleva, ha permitido la transgresión del equilibrio ecosistémico e hídrico de los territorios”.
Néstor Ocampo agregó que en el planeta hay aproximadamente 1.400 millones de kilómetros cúbicos de agua. Se pensaría que es abundante, pero en realidad no es tanta si hablamos de agua potable ya que el 97.5 % de ese recurso está en los océanos. Y gran parte del 2.5 % restante está en los casquetes polares y otra parte bajo tierra como aguas subterráneas. De estas últimas depende casi el 43 % de la agricultura en el mundo.
El problema de la crisis hídrica que afronta el planeta y que se agrava cada vez más por el cambio climático, así como la necesidad de mejorar la gobernanza del agua para que los gobiernos garanticen a los ciudadanos el acceso a este recurso, será uno de los temas prioritarios de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27) que se realizará en Sharm el Sheikh en Egipto entre el 6 y el 18 de noviembre.
Bajo el lema de la conferencia “Juntos para la implementación” y con el objetivo de renovar, extender y trabajar en los acuerdos alcanzados en el histórico Acuerdo de París de 2015, la COP 27 deberá pasar de las promesas y anuncios a los resultados y acciones concretas en temas como el diseño de políticas públicas globales que garanticen el acceso al agua potable.
Así lo señala Raquel Ruiz:
“El tema del agua es vital para todos, sin embargo, los compromisos adquiridos o realizados en las conferencias de la COP han sido hasta ahora un saludo a la bandera, letra muerta, pero la humanidad continúa esperanzada en que algo mejor y definitivo se logre por el bien de todos, pero mientras los acuerdos sean solo de voluntades lo veo muy difícil. La esperanza está en lo que se alcance y materialice locamente”.
Por lo que en vez de seguir haciendo acuerdos, se deben empezar a cumplir los mismos. Raquel Ruiz también comenta que durante la COP27 se debe tener en cuenta que:
“El tema del agua debe ser responsabilidad de las empresas y ciudadanos que hacen vertimientos y contaminan, es insostenible el discurso de que el que contamina paga… eso jamás será verdad por q los daños son irreparables”.
Además, Néstor Ocampo lo complementa diciendo el tema del agua es vital para el cumplimiento de las metas de la COP27.
“Tanto por el hecho de que el agua es vital, y escasa para nosotros, como por el hecho de que la mayoría de los desastres que nos ocurren en el planeta están relacionados con el agua. Pero lo principal es que se amplíe la atención a lo que hacemos en todo sentido. No solo a 6 GEI y, ahora, a los océanos. Se trata de las interrelaciones que existen entre TODO. Si no se avanza en eso seguiremos por el camino equivocado por el que hasta ahora nos han conducido los grandes poderes económicos del planeta y los gobiernos corporativos que solo atienden a sus intereses, no a los intereses de la humanidad y la vida en el planeta”.
En la COP 27 se pretende cubrir todos los temas relacionados con la gestión sostenible de los recursos hídricos y los temas más relevantes como la escasez de agua, sequía y manejo de los sistemas de alerta temprana. Es un tema de gran relevancia debido a que muchos países en desarrollo están sufriendo actualmente las consecuencias. Un ejemplo claro es el de Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
En esta ciudad, a mediados de 2018, se tenía planteada la llegada del ‘DÍA CERO’ o, en otras palabras, el día en el que no se pueda contar con más agua potable.
Luego de la alerta, la población empezó a regular y controlar el uso del agua llegando a disminuir en gran medida la perdida y el mal uso del acuífero, logrando postergar indefinidamente la llegada de este día. Según Néstor Ocampo, en Colombia se podría generar una situación similar en ciudades como Bucaramanga.
Otro ejemplo es la situación vivida en la capital mexicana. Arnoldo Matus Kramer, director de resiliencia de la Ciudad de México, nos deja un dato estremecedor:
“Dentro del sistema de manejo de agua implementado en la ciudad se estiman fugas de alrededor del 42 % del recurso hídrico. En otras palabras, casi la mitad del agua potable que circula por la ciudad se pierde en la tubería”.
En Colombia se vive una situación similar en distintas regiones, un dato importante es que en Bogotá se pierde el 36 % del agua potable según el Departamento Nacional de Planeación (DNP).
“En Colombia menos del 40 % de los municipios cuentan con un diagnostico de la cobertura urbana y rural del acueducto y alcantarillado, lo que presume una ausencia de mantenimiento, reforma y actualización de estos sistemas de infraestructura”.
Los factores que han llevado a la alteración de los regímenes pluviométricos en las regiones son:
- El agua subterránea ya está siendo usada y en su mayoría está contaminada por el mal uso del agua superficial. Tal como ocurre con el fracking.
- El agua dulce disponible es muy escaza en comparación a toda la que hay en el planeta además se debe tener en cuenta que el 70 % del agua se utiliza para la agricultura.
- La distribución del agua en el planeta se ha modificado por la crisis climática.
- La deforestación avanza en Colombia más o menos al nivel de 200 a 240 mil hectáreas anuales. Y las selvas son importantes para la regulación del ciclo del agua.
- Cultivos inapropiados para las diferentes regiones, como el eucalipto, pino o aguacate Hass.
- Infraestructuras de tratamiento de aguas mal construidas o no se les hace mantenimiento.
Es necesario tener en cuenta que Colombia, es uno de los países de América más ricos en recurso hídrico, el problema está en que según Néstor Ocampo:
“Estamos usando mal esa riqueza, la crisis no se da tanto por que falte el agua, sino por el mal manejo del agua, por cómo se contamina, porque no se trata adecuadamente, porque las infraestructuras están obsoletas o no se han hecho y además, la corrupción también es un problema”.
Debido a las problemáticas antes mencionadas, existe la necesidad por buscar soluciones, la tecnología y la innovación también aparecen como alternativas llamativas por lo menos en principio.
Según Ocampo, existen soluciones viables para Colombia:
- Hay muchas zonas en donde ni siquiera se ha construido infraestructura para el tratamiento de agua por lo que se requiere su construcción .
- Otra solución en zonas en donde no hay casi agua, es la implementación de las atrapanieblas, mallas que capturan las gotas de la niebla.
- Existen otras tecnologías como el condensador parecido a una cometa que recoge agua del aire.
- La tecnología Warka Water, una torre de bambú que también recoge agua del aire.
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Foto principal: Nathan Dumlao en Unsplash.