Desde su campaña y a lo largo de todo el gobierno Duque, pocas políticas generaron tanta expectativa como la llamada Economía Naranja. Las promesas de Duque iban desde una Economía Naranja con un mayor aporte económico para el país que el PIB minero, hasta la idea de convertir a Colombia en una potencia creativa en la región. Sin embargo, en el balance de Impacto TIC señalamos que la realidad de la Economía Naranja fue menor que la expectativa.
En términos generales, pese a incentivos para la exención de renta para empresas partícipes en las industrias naranjas, el aporte al PIB de esta economía se mantuvo estable alrededor del 3 % durante los 4 años del gobierno Duque. Esta disparidad entre promesas y metas cumplidas generó fuertes críticas y dudas frente a su efectividad de cara al futuro.
Una mirada a la reforma de Petro
El artículo 235-2 del estatuto tributario, que expone la “exención de renta como un incentivo tributario para empresas de Economía Naranja. Las rentas provenientes del desarrollo de industrias de valor agregado tecnológico y actividades creativas, por un término de 5 años”, fue derogado en su totalidad en la reforma presentada por el nuevo gobierno.
Esto significa que las empresas que no se encuentren dentro de la exención antes del 30 de junio de 2022 deberán seguir tributando al Estado normalmente. Sin embargo, José Ignacio López, director ejecutivo de Investigaciones Económicas en Corficolombiana, explica que es poco probable que en algún momento se puedan retirar estas exenciones antes de cumplir los 5 años establecidos. “Ya hay una ley que lo soportó, y en general las reformas tributarias no tienen contravención. Usualmente las leyes no pueden ser retroactivas”, explicó el director ejecutivo.
Según Daniel Rojas, miembro líder del comité de empalme de Gustavo Petro, “la Economía Naranja es un concepto que durante 4 años tratamos de entender y aún no entendemos”. Para el nuevo gobierno la Economía Naranja es ambigua y difícil de entender y por lo tanto hace parte de un grupo de 13 políticas del gobierno Duque que no tendrán continuidad.
Queda claro que todos los sectores incluidos en la Economía Naranja empezarán a tributar en el régimen simple una vez cumplidos los 5 años pactados. “De aquí adelante ya no van a haber exenciones, entonces todas estas categorías diversas van a tener que enfrentar tarifas de tributación iguales que la tarifa general. Todavía falta mucho para saber en dónde va a terminar”, afirma López, de Corficolombiana.
Si bien la Economía Naranja, tal y como fue propuesta por Duque, dejará de existir, es importante considerar que políticas similares pueden ser adoptadas por el gobierno Petro bajo marcos regulatorios diferentes.
La Economía Naranja, al igual que otras políticas de Duque, estuvo marcada por lo contrastes. El sector tecnológico, por ejemplo, fue de lejos uno de los de más crecimiento, con 7,8 % en 2018 y 12,5 % en 2020. Adicionalmente, el mercado laboral del sector pasó de 170.000 empleados a 190.000. Igualmente, de los emprendimientos beneficiados a la reducción del impuesto de renta, el 59 % son de tecnología y desarrollo de software.
Sin embargo, si bien el sector tecnológico tuvo ganancias importantes, es difícil entender qué tanto de este impacto han sido las políticas de gobierno y qué tanto han sido factores externos, como el estado de pandemia. Incluso así, mirada a grandes rasgos, la Economía Naranja en general estuvo muy lejos de cumplir las ambiciosas metas del gobierno Duque.
Tal vez la más ambiciosa de estas fue la promesa de llevar el PIB de la Economía Naranja de un 3 % a un 5 % en sus 4 años de gobierno. Sin embargo, el PIB se mantuvo estable alrededor del 3 %, contando incluso con un bajón a 2,5 % en el 2020 producto de la pandemia. Mirando con un microscopio, de nuevo vemos que el segmento de medios digitales y software representan más del 60 % de participación en el área de creaciones funcionales.
Hablando de ingresos, el gobierno Duque prometió que la Economía Naranja exportaría cerca de 1.000 millones de dólares para 2022. Evidentemente esta cifra está lejos de ser cumplida, y según las cifras del último reporte del Dane apenas se superaron los 20 millones de dólares en 2021.
Julio César Romero, economista jefe en Corficolombiana, explica que la Economía Naranja es un concepto muy amplio, que incluye tanto expresiones artísticas como rubros como los de papelería o calzado. Esta falta de claridad –especialmente en materia tributaria– fue en gran medida una de las grandes razones por las cuales el gobierno Petro ha propuesto derogar el artículo 235-2.
¿En dónde queda el emprendimiento?
En términos de emprendimiento la situación es confusa. Hasta el momento, la Ley 2069 de 2020, conocida comúnmente como la Ley de Emprendimiento no ha figurado de manera significativa en los planes del gobierno Petro. Esto significa que, de momento, no existen cambios mayores en los beneficios para impulsar la innovación que estableció el gobierno Duque.
Si bien el emprendimiento y la innovación eran discursos fuertes de la administración pasada, los grandes pilares de Petro están en el medio ambiente, mujeres, economía popular y democratización. Petro no ha hablado específicamente sobre emprendimiento, pero lo cierto es que propuestas como el cambio de una economía extractivistas a una economía productiva dejan entrever que el emprendimiento figura en los planes del nuevo gobierno.
En cifras exactas, Romero, de Corficolombiana, explica que las empresas acogidas a la Economía Naranja tenían un régimen especial del 9 %, mientras que el régimen simple es del 35 %. En la reforma tributaria de Petro se elimina este régimen especial y se pone un tope de reducción de 3 %, lo que significa que en teoría las exenciones no podrían bajar del 32 %.
“Una de las actividades que más estaba creciendo en el segundo trimestre del año, con una tasa superior al 30 %, es la del entretenimiento, pero no se puede decir si es resultado de las tasas tributarias o no”, dice Julio César Romero. Si bien el impacto verdadero de estas políticas está en veremos, lo cierto es que existe una preocupación generalizada hacia el futuro de la inversión en el país.
“Una de las exenciones importantes del gobierno Duque fue el de inversión”, dice Romero, y este es justamente uno de los puntos que se elimina en la reforma tributaria de Petro. “Más que ser negativa para un sector como la Economía Naranja, lo que llama la atención de esta reforma es que pueda terminar desalentando la inversión en general”, afirma.
“Nos preocupa el efecto sobre los incentivos de la inversión, no solo en la economía naranja sino en todos los rubros”.
José Ignacio López, director ejecutivo de Investigaciones Económicas en Corficolombiana
De la misma forma, gran parte del discurso educativo del nuevo gobierno está centrado en materias como las matemáticas, el inglés, programación de computadores y en general la alfabetización digital, así como la ampliación de la conectividad en el país. Por lo menos desde este punto de vista, el gobierno Petro está enfocado en crear una base de conocimiento mucho más robusta en el país, que a largo plazo será favorable para muchos emprendimientos de base tecnológica.
Tal vez uno de los retos más grandes, sin embargo, estará en materia de regulación a plataformas tecnológicas, así como la implementación de políticas en materia de Fintech y nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial y la privacidad de los datos.
Imagen principal: Presidencia