El ecosistema de remesas en América Latina se encuentra en plena transición, en medio de una Transformación Digital que congrega canales presenciales y digitales. Por ello, Paymentology y iupana lanzaron recientemente el estudio ‘Dinero sin fronteras: la oportunidad de las remesas para la banca y fintech’.
El informe resalta cómo las remesas ya no deben entenderse como simples transferencias de dinero, sino como un habilitador de inclusión financiera en América Latina. En este punto, Adrián Ramírez, regional advisory manager de Paymentology, afirma:
“Las remesas han existido ya desde hace mucho tiempo, pero se han estado haciendo en un proceso manual… Ahora, nosotros vemos justamente el siguiente escalón. O sea, ¿cómo digitalizar este proceso y hacerlo más eficiente y más conveniente?”.
Este estudio, de naturaleza cualitativa y cuantitativa, fue llevado a cabo por iupana entre abril y mayo de 2025 mediante su plataforma, boletines informativos y mensajes directos, recopilando las perspectivas de líderes financieros regionales a cargo de instituciones dedicadas a optimizar las condiciones para el envío de remesas.
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Algunos hallazgos del estudio
El informe revela que la principal prioridad para las instituciones financieras es la digitalización de los procesos de envío (cash-in) y recepción (cash-out) de dinero. Esta tendencia busca no solo modernizar el servicio, sino también capturar una mayor participación en el mercado.
A pesar del enfoque en la digitalización, la transparencia en los costos sigue siendo una asignatura pendiente. Solo un 19 % de las instituciones encuestadas afirma comunicar de forma clara a los usuarios los costos y comisiones finales de los envíos. Esta falta de claridad puede afectar la experiencia del cliente y la confianza en el servicio.
En cuanto a la velocidad, esta se ha convertido en un estándar de la industria. El 78 % de los envíos llega a su destino en menos de 24 horas, lo que confirma que la inmediatez es una expectativa fundamental para los usuarios. Esta eficiencia operativa contrasta con la variabilidad en los costos. Si bien el 81 % de las instituciones mantiene las tarifas por debajo del 5 % del monto transaccionado, un 14 % reconoce que estos cargos pueden alcanzar hasta el 10 %.
Otro hallazgo significativo es la persistencia de un modelo híbrido que combina canales físicos y digitales. Un 42 % de los participantes opera bajo este esquema, lo que refleja que una parte importante de los usuarios todavía depende de sucursales, cajeros o comercios para retirar el dinero en efectivo. De hecho, el 78 % de los encuestados indicó que menos de la mitad de las remesas se retira por canales físicos.
Impacto en la región y el camino a seguir
Los datos del estudio subrayan una oportunidad para que las entidades financieras fortalezcan su oferta de valor. La concentración de envíos a vínculos familiares, donde un 68 % de los participantes afirmó que más de la mitad de las transferencias se dirige a este grupo, permite desarrollar servicios financieros específicos para los hogares receptores. Las remesas pueden ser un punto de partida para ofrecer productos como cuentas de ahorro o programas de educación financiera.
El uso de tecnologías emergentes como las criptomonedas aún se encuentra en una fase exploratoria. El 78 % de los participantes en el estudio dijo no utilizar esta tecnología para el movimiento de remesas. Sin embargo, el informe señala que soluciones como las stablecoins y las monedas digitales emitidas por bancos centrales podrían en el futuro ofrecer operaciones internacionales más rápidas y económicas.
Si quiere conocer más sobre el estudio puede consultarlo en este enlace.