Las industrias se están moviendo –algunas más rápido que otras–, pero a final de cuentas todas tendrán que hacerlo. Incluso las más tradicionales, como puede serlo la industria textil, en la que ha sido habitual que las personas que trabajan allí lo hayan hecho durante décadas, en la que es tradición que los hijos de los hijos sigan en ella. Entonces, ¿cómo se promueve el cambio en esta industria?
Durante el Innovation Forum 2019, un evento realizado en Bogotá en junio, el exviceministro de Economía Digital Daniel Quintero Calle compartió su experiencia durante una visita a la escuela de diseño y mercadeo de moda Arturo Tejada. Allí, les preguntó a los estudiantes en qué iban a trabajar, a lo que ellos respondieron que seguramente en empresas reconocidas como Leonisa o cualquiera otra de la industria textil. “Les pregunté si ya habían considerado trabajar en la industria de videojuegos, porque resulta que ahora esas empresas contratan diseñadores para que hagan los atuendos de sus personajes”.
Este es uno de los tantos ejemplos que se pueden enumerar. Es probable, que las personas que hoy están estudiando alguna carrera, la que sea, resulten trabajando en algo que no habían imaginado.
Evolución tecnológica en la industria textil
La evolución tecnológica en la industria textil ha sido un motor fundamental para su transformación a lo largo de la historia. En sus primeras etapas, la producción textil se basaba en procesos manuales de hilado y tejido, limitando significativamente la capacidad de producción. Sin embargo, con la invención de la rueca en la Edad Media, se logró un avance importante en la eficiencia del hilado. La verdadera revolución llegó con la Revolución Industrial en el siglo XVIII, marcada por la mecanización de los procesos textiles. La invención de la máquina de vapor y la lanzadera volante permitieron una producción en masa de textiles, lo que transformó la industria y llevó a la creación de fábricas textiles.
En el siglo XIX, la tecnología textil continuó avanzando con la invención de telares mecánicos y la utilización de materias primas como el algodón. A medida que avanzaba el siglo XX, la industria se benefició de la automatización y la incorporación de fibras sintéticas, como el nylon y el poliéster. En la actualidad, la tecnología digital ha revolucionado la industria textil, permitiendo la creación de diseños personalizados y una producción más eficiente. Además, la investigación en materiales avanzados ha llevado al desarrollo de textiles inteligentes y sostenibles, marcando el camino hacia el futuro de la industria textil.
Tendencias de innovación en la industria textil
Mirando más allá de la automatización, estas son algunas de las oportunidades que se generan con la Cuarta Revolución Industrial en esta industria específica, en la que la transformación viene precisamente de quienes crean.
La Oficina Internacional del Trabajo (ILO, por sus iniciales en inglés) identificó que la inteligencia de mercado, diseño, materiales, proveedores y logística, producción, marketing, retail, y servicio al cliente son las principales áreas en las que las tecnologías tienen el mayor potencial de acción.
1. Impresión 3D
En 2015, la diseñadora Danit Peleg pensó en una colección que se pudiera hacer en casa. Ella misma se puso a la tarea de investigar, conectar con la gente que sabía de tecnología, aprender ella misma para lograr su objetivo. El resultado, faldas, blusas, vestidos y más prendas logradas con impresión 3D.
Ahora, ¿qué tal usar una aplicación que funcione como Shazam? Seleccionar un vestido al azar, que te diga cuál es su diseñador, pero mejor aún, comprarlo y poder hacer tu copia de ese atuendo en casa.
2. Nuevas fibras, nuevas materias primas
La ciencia también tiene mucho que ver aquí. Ya se ha hecho usual encontrar algunas prendas que se adaptan para mantener determinada temperatura, algo muy útil para deportistas o personas que se enfretan a climas fuertes (de mucho frío o calor) o quienes necesitan prendas resistentes.
Haciendo una analogía de la tela de araña, las fibras y filamentos artificiales que ofrezcan mayor resistencia y durabilidad, con flexibilidad y ligereza son cada vez más buscados. Por eso, en la industria textil se hace urgente que aumenten las competencias para la fabricación de nuevas fibras de alto rendimiento hechas con polímeros, carbono e incluso que puedan ofrecer soluciones para reciclar residuos.
En este punto también entran las llamadas prendas inteligentes, por ejemplo para mejorar los trajes de los bomberos o prendas para fines médicos, solo por mencionar algunas, que sean capaces de detectar, actuar, almacenar, generar (energía por ejemplo) y comunicar. Aquí los ‘wearables’ y ‘smart clothes’ tienen un vasto campo de acción y se unen con soluciones como el Internet de las Cosas (IoT), el análisis de datos (Big Data) o la Inteligencia Artificial, entre otras.
3. Moda circular, responsable y sostenible
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la industria de la moda es una de las que más contamina, incluso más que los vuelos internacionales y el transporte marítimo juntos. Dentro de algunos hallazgos alarmantes la ONU señala los siguientes:
- Se requieren 7.500 litros de agua para producir unos jeans.
- El sector del vestido usa 93.000 millones de metros cúbicos de agua cada año, una cantidad suficiente para que sobrevivan 5 millones de personas.
- La industria de la moda es responsable del 20% del desperdicio total de agua a nivel global.
- La producción de ropa y calzado produce el 8% de los gases de efecto invernadero.
- Cada segundo se entierra o quema una cantidad de textiles equivalente a un camión de basura.
- La producción de ropa se duplicó entre 2000 y 2014.
Por esto, y siguiendo los objetivos del Acuerdo de París, las principales compañías se comprometieron a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 30% para 2030, según informó CNN. También acordaron dar prioridad a los proveedores de transporte con bajas emisiones de carbono y favorecer los materiales inocuos para el clima. Es un compromiso mundial, aquí se necesitan muchas soluciones desde la ideación, el proceso de fabricación, distribución, venta y desecho. Aquí la economía circular también es clave.
La moda sostenible es una nueva tendencia que toma fuerza, reutilizar prendas. Las grandes marcas ya implementan programas para que los usuarios entreguen su ropa viaja a cambio de bonos, en algunos casos, para luego hacer nuevas piezas de ropa.
4. Experiencias inmersivas
Si hay algo que defina esta era es la personalización. Los clientes quieren cosas específicas, moldeadas a su gusto y que puedan experimentar antes de hacer la compra; la ropa, claramente, no es la excepción. De hecho es uno de los campos que más soluciones puede ofrecer.
Tecnologías inmersivas como la Realidad Virtual y Aumentada permiten que los usuarios vean y ‘prueben’ cómo se verían con determinada prenda, si está mejor en azul, rojo, verde, más larga, más corta o con estampados. En otros casos se aprovecha el potencial de los asistentes de voz como Alexa, que se convierten en asesores de moda.
Reconocidas marcas ya usan Realidad Virtual para vender en sus tiendas. El usuario solo necesitar enfocar el teléfono a distintos puntos en la tienda y verá una modelo con distintas prendas de la marca.
Estas no son las únicas innovaciones. Sin duda, con el paso del tiempo y las nuevas exigencias del mundo, esta y otras industrias tendrán que seguir moviéndose, transformándose constantemente. Los retos de cultura y formación son transversales, es necesario comprender el entorno actual y capacitar personas con nuevas habilidades.
En un estudio publicado en 2016 por la ‘European Technology Platform’ titulado ‘Hacia una Cuarta Revolución Industrial de textiles y confección. Una agenda de innovación e investigación estratégica para la industria europea textil y de la confección’ se perfilaban 3 tendencias que se posicionarían en 2025: digitalización y virtualización, colaboración y pago por uso, y la sustentabilidad y circularidad. Hoy podemos ver que hay varias tendencias adicionales para agregar, y tan solo han pasado 3 años.
Foto: Fancycrave.com (vía: Pexels)
5. Ropa inteligente
La ropa inteligente, también conocida como ropa tecnológica o wearable tech, se refiere a prendas de vestir que están equipadas con tecnología electrónica y sensores integrados para brindar funcionalidades adicionales más allá de la simple vestimenta. Estas prendas pueden conectarse a dispositivos móviles o computadoras para recopilar datos y proporcionar información en tiempo real. Algunos ejemplos de ropa inteligente incluyen relojes inteligentes, camisetas con sensores de actividad física, chaquetas con calefacción incorporada y zapatos con seguimiento de pasos. La ropa inteligente se utiliza en una variedad de aplicaciones, desde el monitoreo de la salud y el estado físico hasta la moda y la interacción con dispositivos electrónicos, y está en constante evolución con avances tecnológicos en el campo de la electrónica portátil.
6. Diseño generativo
El diseño generativo ha revolucionado la forma en que se crean patrones de tejido y diseños de moda en la industria textil. A través del uso de algoritmos avanzados, esta innovación permite generar patrones y diseños de manera automatizada y altamente eficiente. En lugar de depender completamente de diseñadores humanos, las empresas textiles pueden aprovechar el poder de la inteligencia artificial y la computación para explorar una amplia gama de posibilidades creativas.
Este enfoque no solo acelera el proceso de diseño, sino que también fomenta la creatividad al permitir la exploración de ideas que de otro modo podrían pasar desapercibidas. Además, el diseño generativo tiene en cuenta factores de eficiencia de recursos al optimizar el uso de tela y minimizar los desperdicios de material, lo que se alinea perfectamente con la creciente conciencia ambiental en la industria. En resumen, el diseño generativo está transformando la industria textil al combinar creatividad, eficiencia y sostenibilidad en la creación de patrones y diseños únicos.
7. Ropa conectada
La ropa conectada es una innovación revolucionaria en la industria textil que combina la moda con la tecnología de vanguardia, y está ganando terreno rápidamente en un mundo cada vez más impulsado por la tecnología. Esta categoría de prendas incluye sensores y conectividad IoT (Internet de las cosas), lo que permite una amplia gama de aplicaciones innovadoras. Por ejemplo, en el ámbito de la salud, la ropa conectada puede utilizarse para monitorizar signos vitales como la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal, lo que resulta especialmente valioso en entornos médicos y deportivos.
Lo que hace que la ropa conectada sea aún más emocionante es su capacidad para la personalización. Los consumidores pueden adaptar su ropa a sus preferencias y necesidades específicas a través de aplicaciones móviles, lo que les brinda un control sin precedentes sobre su estilo y comodidad. Además, la recopilación de datos en tiempo real por parte de estas prendas ofrece una valiosa retroalimentación para diseñadores y fabricantes, lo que les permite tomar decisiones más informadas en la creación de nuevas colecciones. En resumen, la ropa conectada representa una fusión emocionante de moda y tecnología que está transformando cómo vestimos y cómo interactuamos con nuestra indumentaria en la era digital.

8. Realidad aumentada en la moda
La realidad aumentada en la moda es una tendencia tecnológica fascinante que ha revolucionado la forma en que las personas compran ropa en línea. Al integrar la AR en aplicaciones de moda, los compradores pueden disfrutar de una experiencia de compra virtualmente mejorada. Esta tecnología permite a los usuarios probarse virtualmente prendas y accesorios sin tener que visitar una tienda física. Utilizando sus dispositivos móviles o incluso gafas de realidad virtual, los compradores pueden ver cómo les queda una prenda específica, cómo se ajusta a su estilo y si les gusta antes de realizar la compra.
Además, la AR también se ha utilizado en desfiles de moda virtuales y presentaciones de colecciones, ofreciendo a las marcas una plataforma innovadora para mostrar sus creaciones de una manera completamente nueva. Esto ha demostrado ser especialmente útil en un mundo donde las restricciones de la pandemia limitaron los eventos en persona. La capacidad de visualizar y experimentar virtualmente la moda ha ampliado los horizontes de la industria, haciendo que la moda sea más accesible y emocionante para los consumidores. En resumen, la realidad aumentada ha transformado la experiencia de compra y presentación de moda, abriendo nuevas posibilidades creativas y comerciales en la industria.
9. Blockchaing en la cadena de suministro
Blockchain se ha convertido en una herramienta vital en la cadena de suministro de productos textiles. Esta tecnología se utiliza para rastrear la procedencia y autenticidad de los productos textiles, desempeñando un papel fundamental en la lucha contra la falsificación y al mismo tiempo, garantizando la transparencia en toda la cadena de suministro.
La adopción de blockchain en la industria textil permite a las empresas y consumidores rastrear cada paso del proceso de producción y distribución. Desde la cosecha de materias primas hasta la fabricación y la entrega final al consumidor, blockchain registra y verifica cada transacción. Esto no solo ayuda a prevenir la entrada de productos falsificados en el mercado, sino que también asegura que los productos textiles cumplan con los estándares de calidad y sostenibilidad deseados. Además, al proporcionar un registro inmutable de cada acción en la cadena de suministro, blockchain promueve la confianza entre todas las partes involucradas, lo que es esencial en una industria que valora la integridad y autenticidad de los productos. Esta tecnología está redefiniendo la forma en que percibimos y gestionamos la cadena de suministro en la industria textil, ofreciendo un mayor nivel de seguridad y transparencia en todo el proceso.
10. Ropa autorreparable
Esta vanguardia tecnológica implica la creación de textiles que tienen la capacidad de repararse automáticamente en respuesta a daños menores, como rasgaduras o agujeros. Aunque todavía se encuentra en proceso de investigación y desarrollo, los avances en esta área prometen revolucionar la durabilidad y longevidad de la ropa y otros productos textiles.
La clave detrás de los tejidos autorreparables radica en la integración de materiales y tecnologías inteligentes en la estructura misma de los textiles. Esto podría involucrar la inclusión de microcápsulas llenas de un material adhesivo o compuestos que puedan sellar automáticamente cualquier daño. Cuando un tejido autorreparable sufre una raspadura o agujero menor, estos mecanismos de autoreparación se activan, restaurando la integridad del tejido sin requerir intervención humana. Este desarrollo no solo prolongaría la vida útil de la ropa, sino que también contribuiría a reducir el desperdicio textil y promovería una mayor sostenibilidad en la industria de la moda. A medida que la investigación avanza, los tejidos autorreparables están destinados a convertirse en una tendencia revolucionaria en la industria textil, ofreciendo productos textiles más duraderos y respetuosos con el medio ambiente.