Después de haber hecho un repaso por la forma como la ciencia ficción de hace unos años veía el presente que ahora vivimos, vale la pena revisar, entonces, como la ficción del presente nos muestra el mundo del futuro… (si no acertamos en las predicciones, al menos habremos logrado hacer un buen trabalenguas). ¿Serán visiones más positivas? ¿Tal vez el optimismo del pasado ha cambiado?
Aunque muchos de los avances que supuestamente ya deberíamos disfrutar todavía están lejos de ser realidades, la humanidad sigue pensando y soñando cómo viviremos en algunas décadas. Esta es la ciencia ficción del futuro.
Black Mirror – sin fecha precisa
No podemos empezar este listado sin nombrar una de las series que mayor impacto han tenido en los últimos años y que dedica casi enteramente su tiempo a mostrar posibles escenarios del futuro. La ventaja que tiene Black Mirror es que está basada en tecnología que ya tenemos y que en el pasado tal vez no existía.
Las redes sociales, por ejemplo, han tenido un efecto importante en cómo se mueve la industria. El futuro siempre conectado crea escenarios en los que los humanos acaban siendo controlados por las mismas herramientas que crean; la siempre existente malicia hace que la tecnología también perpetúe nuestros comportamientos no tan buenos y que, en últimas, Internet nos haga sentir más miserables.
Somos la raza que enseñó a la Inteligencia Artificial a ser racista y misógina, y la tecnología no puede perpetuar los errores del presente. Black Mirror es esencialmente eso, un espejo negro que nos hace mirar de nuevo a un futuro menos optimista para pensar ¿es esta la Cuarta Revolución Industrial que queremos?
Deus Ex: Human Revolution – 2027
Deus Ex – 2052
Si pensamos en la amalgama entre la tecnología, la biología y nuestro entorno digital, no es descabellado pensar que, en algún momento, nuestros cuerpos también serán máquinas. En el universo de Deus Ex, el perfeccionamiento humano ha permitido que la biotecnología cree mejoras a nuestros cuerpos.
Nuestros brazos, por ejemplo, son reemplazados por implantes que no solo nos vuelven más fuertes sino también más resistentes. Nuestros ojos, implantados con mejor ópticas para que funcionen como pantallas al futuro conectado. En un ambiente así, existen los puristas del cuerpo y los que creen que la humanidad debe ser ayudada por estos implantes en respuesta a los robots.
Elon Musk, de nuevo a la vanguardia en estos temas futuristas, ha pensado en Neurolink, una forma para conectar el cerebro humano con interfaces de computadores e Inteligencia Artificial. Tal vez una humanidad así no esté tan lejos de los que pensamos.
El universo de Deus Ex es sin duda alguna una visión un poco negativa del futuro, pero el hecho de que podamos anticiparnos a este tipo de cuestiones representa una gran ventaja. ¿Hasta qué punto los humanos son seres orgánicos y hasta dónde nos volvemos máquinas? Este es uno de los temas principales del juego.
Ghost in the Shell – 2029
Seguimos con una de las películas que más han tenido impacto dentro de la ciencia ficción. Ghost in the Shell nació originalmente como una película animada japonesa en 1996, aunque Hollywood también sacó una versión en 2017. La historia sucede en 2029, en la era de la información y en la que todos los humanos estamos conectados constantemente a Internet.
Los criminales, de la misma forma, han avanzado sus tácticas para hacer de la suyas y realizar crímenes enteramente basados en la nube. Los crímenes cibernéticos han venido en aumento desde que nuestra sociedad ha dado el vuelco hacia e Internet y lo digital. Así las cosas, la policía del futuro debe estar igual que preparada que los hackers, con cyborgs y mejoras biomecánicas.
Neuromante (Willian Gibson) – 2035
Neuromante es el nombre del libro que, además de revolucionar la industria literaria de la ciencia ficción, también creó el género que se conoce hoy como cyberpunk. Este libro cuenta la historia de un hacker al que, después de robar secretos de la compañía para la que trabajaba, le inyectan en su cerebro toxinas que dañan la posibilidad que tiene de conectarse con la ‘red global de computadores’.
Pensemos que el libro fue escrito en 1984, cuando Internet estaba todavía lejos de llegar a las masas, pero Gibson ya tenía una visión de lo que sería la red global. Por otro lado, también se menciona Inteligencia Artificial que controla a los humanos así como la legislación que podría regir.
La 4RI seguramente cambie la forma en la que nos relacionamos, y es importante que los gobiernos estén al tanto de los cambios para la seguridad que pueden traer los avances en robótica, robótica industrial e Inteligencia Artificial. Todavía tenemos 15 años antes de que seamos contemporáneos con el libro de Gibson.
The Moon is a Harsh Mistress (Robert A. Heinlein) – 2075
En español es conocida como La Luna es un cruel amante, y fue publicada en 1966. Robert A. Heinlein la escribió en plena Guerra Fría y Carrera Espacial, incluso 5 años antes de que el primer humano pusiera sus huellas en la superficie lunar.
Pues bien, la historia sucede en 2075, cuando la colonia lunar de humanos decide levantarse en armas para combatir el sistema opresivo que tiene la Tierra sobre ellos. Después de las misiones Apollo de la Nasa, la humanidad no ha vuelto a la Luna, y de cierta forma hemos estado volando alrededor de la Tierra por más o menos 50 años.
Sin embargo, la Nasa está segura de que la humanidad volverá a la Luna en 2024, y no solo en forma de misiones, sino con la intención de crear una base orbital lunar y también un centro de comando en la superficie del satélite natural.
La ciencia detrás de esto no es solamente para los astronautas, sino que las posibilidades de la investigación espacial pueden llegar incluso hasta los mismo productos que utilizamos. Pensemos que Adidas ha enviado experimentos a la Estación Espacial Internacional para mejorar sus procesos de manufactura en la Tierra. La ciencia, en otras palabras, de alguna forma se decanta hasta llegar hasta nuestra vida cotidiana, tal y como la 4RI.
Tenemos todavía 55 años antes del año en el que ocurre la novela, y todavía es difícil predecir qué tipo de exploración espacial depara el futuro lejano, y sobre todo cómo es que esta exploración espacial llega más allá de la creciente red satelital de comunicaciones que da la vuelta a la Tierra varias veces al día.