Antes de empezar, tres preguntas clave: ¿Tiene una tableta?, ¿aún la usa? y, aún más importante en estos tiempos, ¿sabe lo qué es una tableta?
El mercado de las tabletas ha sido muy particular. Aparecieron como una gran novedad a comienzos de esta década, han tenido avances interesantes y picos puntuales en ventas, pero de un tiempo para acá han vivido más en decadencia que en auge. Las cifras generales del mercado han tenido una tendencia estable a la baja desde 2014, con algunos repuntes de trimestre a trimestre. Esa ha sido la norma general, pero como toda norma tiene su excepción: se llama Apple y es la única empresa que logró mostrar crecimientos significativos de un periodo a otro, incluso sin contar con un precio asequible como su aliado.
Pero en el caso de la empresa de Cupertino hay que tomar en consideración el comportamiento “atípico” de muchos de los fieles seguidores de la marca: que suele ser favorable con casi todos los dispositivos de la manzanita a pesar de cualquier circunstancia; mientras que los detractores –y algunos críticos objetivos– han mantenido las dudas con los de la competencia, en especial con las tabletas que funcionan con Android.
Tabletas con Android, una estrategia poco clara… ¿hasta ahora?
En el mundo Android, el asunto de las tabletas nunca ha estado del todo claro. Parecía como si fuera un mercado en el que había que estar, pero sin una estrategia clara. Algunos usuarios pensaban en las tabletas con Android como si fueran smartphones grandes, pues las aplicaciones no estaban optimizadas para el tamaño el rendimiento de una tableta.
Por eso llama la atención que Lenovo –el quinto fabricante de tabletas del mundo, según cifras de IDC, pero el tercero de América Latina y el primero en Colombia, según datos de la empresa– se esté tomando este segmento más en serio que el resto de los jugadores que usan la camiseta de Android. De hecho, dentro de sus planes está que sean las tabletas con Android, no los parlantes inteligentes, los verdaderos centros de control y entretenimiento de los hogares del futuro. Y no de un futuro lejano: empezando en 2020.
Impacto TIC habló con Jefry Lozano, gerente de producto de este segmento en Lenovo Colombia, sobre las tabletas con Android y sobre la visión de la compañía con respecto a estos dispositivos. Esto nos contó.
Impacto TIC: ¿A qué se debe la caída constante del mercado de tabletas desde 2014?
Yo creo que hubo un error que cometimos todos los fabricantes cuando empezó la categoría y es que no supimos aclarar cuál era la función principal de una tableta. Entonces salimos a mostrar los nuevos productos de 7 y 10 pulgadas que había en el mercado, pero en ese momento la gente pensó que eso le iba a remplazar un portátil. Entonces salieron a comprar masivamente.
Por otro lado, muchas marcas blancas salieron a desarrollar productos pensando más que nada en el precio, lo que entonces tenía dos problemas: primero, que el cliente compró, se fue a su casa y se empezó a sentir defraudado con lo que significaba una tableta, porque si iba a escribir un mail era bien difícil; para leer una tabla en Excel, peor. Segundo, cuando empezó a interactuar con el producto, en algunos casos la calidad se quedaba un poco corta para lo que esperaba el cliente.
Entonces por eso el mercado arrancó con un pico, pero empezó a bajar cuando el usuario entendió que una tableta era un producto de entretenimiento que no le iba a servir para su día a día de productividad.
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Lea en Impacto TIC: Tabletas, el queso del sánduche entre smartphones y portátiles.
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Entonces, ¿cuál es el mercado de las tabletas?
Las tabletas están desarrolladas para ser un dispositivo de entretenimiento o de consumo de información. Es decir, no para productividad –aún–. Y hacia donde yo veo que va la categoría es a dar precisamente un mejor uso para esos usuarios en cuanto a multimedia: mejores parlantes, mejor pantalla, mayor velocidad de consumo de datos, lo que va a hacer que sea un dispositivo óptimo.
También tenemos otra variable y es el boom de la tecnología streaming (Youtube, Spotify, todos estos medios que han empezado a nacer, Netflix, Disney+…). La gente empieza a necesitar un dispositivo para consumirlos. Entonces, claro, tenemos televisores con pantallas de 55 o 60 pulgadas, pero tienen un inconveniente y es que todo el mundo tiene que ver lo mismo o nadie puede ver lo que quiere.
Cuando uno piensa en Netflix hoy, es una plataforma personal, que va administrando mis gustos; de acuerdo con lo que me va gustando, me da propuestas de nuevo contenido. En ese sentido, la tableta se vuelve un dispositivo propicio para consumir ese tipo de tecnologías, porque es un producto que en su tamaño de pantalla me permite ver claramente y disfrutar de una experiencia de video como Netflix en 4K o en FHD. Y si quiero, tengo unos parlantes de buena capacidad, que no van a hacer demasiado ruido para distraer a los que están en la misma sala, pero que sí me brinda a mí personalmente una buena experiencia multimedia.
Por otra parte, está el Internet de las Cosas. Ahora estamos viviendo la tecnología 4G y vamos hacia 5G, que de pronto en nuestra región se va a tardar un poquito más, pero todo apunta hacia que cada vez los hogares, dispositivos y vehículos van a ser más inteligentes. Entonces vamos a tener una vida mucho más conectada que tiende a simplificarnos en algunas cosas.
Es así que se vuelve necesario un dispositivo multifamiliar para el control de todas estas tecnologías. La integración con mis cámaras IP, mis luces, con los enchufes que también ya son inteligentes, con los sensores de movimiento, con mi nevera… todos estos dispositivos controlados por uno solo que no me lo llevo de la casa.
Porque, claro, los celulares han avanzado un montón, ya la capacidad de cómputo de un celular, si la comparamos con los de hace 5 años, es una locura. Pero es un dispositivo que yo me llevo para mi trabajo, para un paseo, para donde sea, entonces quien esté en mi casa se queda sin el acceso a esas tecnologías y se vuelven un accesorio más sin que yo los pueda utilizar.
¿Qué quiere decir con que las tabletas no son herramientas de productividad “aún”?
La gente joven no tiene un dispositivo único para productividad. Anteriormente, en el hogar, uno buscaba tener un dispositivo de escritorio y desde ahí toda la familia entraba, hacía sus trabajos, consultaba Internet… pero ahora, las nuevas generaciones tienen hasta 4 dispositivos propios: un televisor smart, una tableta, un celular, un portátil y otro dispositivo inteligente, como un parlante.
El crecimiento a futuro es ver cómo las tabletas se pueden integrar a una productividad –no profunda, como la de un portátil de 14 pulgadas con procesador core i7 de 10ª generación–, algo en lo que yo pueda rápidamente ver mis correos o escribir con una experiencia buena.
Entonces, vienen unos nuevos dispositivos a partir del próximo año –que aún no puedo hablar al detalle de ellos– que van a estar enfocados también hacia dar una productividad. Si yo quiero, lo utilizo como un dispositivo de entretenimiento, pero fácilmente lo puedo voltear y puedo redactar un mail, de una manera útil como lo hago en un portátil.
No van a reemplazar directamente a un portátil, porque la razón de ser de un portátil es su capacidad de cómputo, pero la experiencia de usuario va a ser fluida y mucho más apta para lo que va a necesitar.
¿Pero la tableta sí va a desplazar otros dispositivos, como los parlantes?
Un parlante inteligente tiene una funcionalidad grande, tiene el Google Assistant o a Alexa metido en un dispositivo que me puede escuchar o me puede hablar. Pero la tableta se complementa con el video. La Yoga Smart Tab, por jemplo, tiene el Google Assistant ya incluido, con tres micrófonos de alto alcance, es como un parlante inteligente con una pantalla inteligente. Lenovo hoy tienen unos dispositivos inteligentes con parlante, pero hacia donde está migrando es más hacia tener una pantalla inteligente con asistente de voz.
¿Y cómo compite Lenovo con las tabletas económicas de otros fabricantes?
No buscamos ser el más barato del mercado, porque debajo de nosotros existen muchas marcas que ofrecen tabletas desde $150.000. Hasta allá, por la tecnología que tenemos, va a ser imposible llegar.
Nuestra estrategia es tener un precio medio con un dispositivo óptimo para el consumo de entretenimiento y con un nivel de procesamiento acorde con lo que estoy pagando. Es decir, no llevar tabletas de $2 millones que son premium y en las que todo debe funcionar perfecto, pero sí tabletas desde $240.000 en adelante con un desarrollo muy bueno en desempeño y en multimedia.
Y en cuanto a la funcionalidad del producto, más allá del precio, ¿qué hacen para evitar que la gente piense que las tabletas con Android son un smartphone grande?
Lo primero es el trabajo que se ha hecho para que todo el line-up (todas las referencias) tenga el último sistema operativo de Android. Nosotros incluso durante este año todavía estábamos trabajando algunos productos con Android 6, lo que hacía que nuestras tabletas tuvieran problemas con algunas aplicaciones. Al migrar al nuevo Android 9 y con actualización automática a 10 vamos a asegurar que las aplicaciones van a estar optimizadas para ese tipo de producto, para una tableta.
Por otro lado, los problemas también se presentaban porque no había unas aplicaciones precargadas y el cliente tenía que buscarlas por otros medios (en Google Play o en Internet). Ahora tenemos aplicaciones nativas, precargadas en las tabletas, creadas para disminuir esos riesgos. Por ejemplo, el Tablet Manager, que permite, entre otras cosas, eliminar datos basura o los datos temporales que van quedando con la navegación en Internet o por el uso de aplicaciones. Puedo ver qué aplicaciones usan qué tipo de contenido en mi dispositivo.
Otra característica es el Kids Mode, que ya está disponible en nuestras tabletas de 10 pulgadas para crear una interfaz óptima para los niños. No solo controla el tipo de aplicaciones, sino el tipo de contenido que el niño puede ver y así mismo va migrando respecto a su edad.
Al final, ¿las tabletas compiten con los smartphones, con los portátiles o con los dos?
Para mí, la tableta es el dispositivo que debe completar la experiencia entre el smartphone y el portátil. Hoy, el consumo de entretenimiento está cambiando: yo puedo arrancar una tarea desde mi computador, me voy para la casa y durante el trayecto voy con el celular, pero cuando llego a la casa esa pantalla ya es demasiado pequeña, entonces la dejo y puedo terminar mi experiencia en una tableta de 10 pulgadas, por ejemplo, para terminar de ver mis series. Ya estoy en mi casa tranquilo y mientras mi esposa puede estar viendo el programa que quiera, yo estoy al lado de ella acompañándola, pero viendo la serie que yo quiero ver.
Entonces, la tableta se vuelve el complemento de las otras dos, porque está hecha para movilidad, tiene LTE (por lo tanto, puedo tener conectividad); pero no es mi dispositivo principal de conexión, como sí es mi celular. Y mi portátil lo dedico a productividad y no lo voy a sacar en el transporte público, pero esto sí puedo hacerlo con una tableta de 7 u 8 pulgadas.
Para mí, la tableta está en la mitad de esas dos tecnologías, pero con una propuesta de valor clara respecto a qué es lo que no puedo hacer en un celular y qué es lo que no quiero hacer con un portátil.