Una de las enseñanzas de la pandemia fue evidenciar la capacidad que tiene la tecnología para cambiar la realidad en la que vivimos. Las videollamadas se convirtieron en la nueva cotidianidad, al mismo tiempo que tecnologías como el reconocimiento facial y distintas apps se convirtieron también en elementos cotidianos.
Dentro del ambiente tecnológico, sin embargo, pocas tecnologías tienen tanto potencial como la Inteligencia Artificial (IA). Si bien hemos empezado a ver la ventaja de sus aplicaciones en nuestro diario vivir por medio de elementos como la banca digital, la ciberseguridad o las aplicaciones, lo cierto es que todavía tiene un potencial enorme que puede ser aprovechado para lograr una mejor sociedad.
Este mensaje es justamente el que dejó la primera Cumbre de Inteligencia Artificial en Colombia, cuya agenda se enfocó en las industrias en donde la IA ya está marcando tendencia.
IA para las nuevas ideas
Toda tecnología que sea verdaderamente disruptiva generará una gran cantidad de ideas en las mentes de las personas. La IA no es la excepción a esa regla, y por eso ha impulsado la creación de innovación en muchos ambientes distintos. De hecho, Colombia ha visto la creación de unicornios como Rappi que utilizan la IA para mejorar sus servicios, pero también empresas como Treble AI y Home Capital que basan gran parte de sus servicios en la IA.
En el ambiente de las compras en línea, la personalización de los contenidos y productos es un pilar importante para cualquier empresa. Más allá de buscar mejores ventas, la meta principal está en mejorar la experiencia del usuario, lo que se traducirá en mejores ventas y un mayor grado de fidelización. Actualmente, en un mundo en donde el usuario toma decisiones en segundos, la tarea más relevante está en cómo lograr destacarse por medio de nuevos y mejores servicios.
La Inteligencia Artificial y el análisis de patrones y recomendaciones son tal vez algunos de los algoritmos más conocidos, pero lo cierto es que no son los únicos. De hecho, una de las revoluciones más grande la IA se está dando en el terreno de las artes. Aunque pueda sonar extraño, la IA ha encontrado usos importantes en el mundo artístico, no solamente como una tecnología de soporte sino también como una creativa.
Joaquín Restrepo, artista plástico y conferencista, explicó cómo el Museo Nacional está utilizando el análisis de IA para clasificar las obras y la historia que por casi 200 años han conservado. Sin embargo, existe una dicotomía, ya que se han empezado a ver ejemplos de IA utilizada para la creación de arte. ¿Será que la IA podrá reemplazar a los artistas y diseñadores?
La popularidad de algoritmos como Dall-e 2, que crea imágenes con las palabras que le damos, puede que no augure la desaparición del artista, pero sí que muestra un cambio disruptivo en la industria. “La pregunta que nos queda es que si Dall-e 2 y los demás algoritmos nos van a dejar sin trabajo, y tal vez va a ser el nuevo D1 del arte, ¿quiénes van a ser los dueños de esos algoritmos?, ¿quiénes van a ser los que escriben esos algoritmos y si tal vez nosotros vamos a hacer parte de eso?”, se pregunta Restrepo.
Y justamente esta pregunta funciona como una invitación a pensar en la IA en términos de responsabilidad. Si bien hemos visto que funciona muy bien, es importante también preguntarnos por cómo podemos utilizarla para crear una sociedad y un mundo mucho más sostenible.
Inclusión y diversidad
En ocasiones es muy fácil pensar que la IA, por ser un proceso automatizado y robótico, no tiene sesgos a la hora de tomar o emitir recomendaciones o decisiones. Sin embargo, lo cierto es que estamos frente a un riesgo real de implementar y al mismo tiempo perpetuar algunos prejuicios que han plagado la industria tecnológica por varios años.
“El 72 % de los programadores a nivel mundial trabajando en IA son hombres, y eso crea sesgos. Sesgos que se ven muy claros en muchísimos de los desarrollos, como por ejemplo el algoritmo de traducción de Google”, explicó David Trejo, de Singularity University.
Históricamente, las mujeres no han tenido una representación significativa en el sector tecnológico. Un algoritmo basado exclusivamente en datos históricos, por ejemplo, podría simplemente empezar a tomar decisiones que no reflejan el pulso verdadero de la industria. Este es un ejemplo común, pero que suele ser unos de los primeros obstáculos en el largo proceso de eliminar sesgos y otros elementos poco productivos de la IA.
En general, una de las metas más grandes de la Cumbres está en lograr que la IA se convierta en una tecnología de inclusión. Esta inclusión no solamente está enfocada a temas importantes como el de género, sino también al de sectores con poca participación en la industria tecnológica. La inclusión financiera, por ejemplo, es un reto gigante que tanto bancos como Fintech están abordando de maneras distintas, pero con un mismo objetivo: hacer que la tecnología convierta verdaderamente en un bien común.
En últimas, si bien la Inteligencia Artificial tiene el potencial de marcar un antes y un después en nuestra sociedad, es extremadamente importante tomar esta oportunidad para construir una mejor sociedad. La IA es una tecnología enorme, pero igual de enorme es entender que también acarrea nuevas oportunidades y más responsabilidades para todos.
Imagen principal: Sebastián Romero/Impacto TIC