El 6 de febrero fue radicando ante el Congreso de la República de Colombia, el Plan Nacional de Desarrollo (PND 2023-2026), un documento que podría resultar en la conformación de una Agencia Nacional de Seguridad Digital, pero esto ¿qué significa y cuáles son sus consecuencias?
Con el nombre “Colombia, potencia mundial de la vida” fue presentado, ante el Congreso, el Plan Nacional de Desarrollo un documento que establece las directrices del próximo cuatrienio, y cuya extensión abarca desde política ambiental hasta las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC). Y es en este escenario, donde se habla de la conformación de una Agencia Nacional de Seguridad Digital.
El tema de la Agencia Nacional de Seguridad Digital no es algo nuevo y tampoco lo son las directrices legales para promover la ciberseguridad y combatir la ciberdelincuencia en el país. Existen diferentes Conpes desde el 2011, 2016 y 2020 que han trabajado en este campo. Entonces, ¿de qué novedades estamos hablando?
Las primeras descripciones, hablan de la Agencia Nacional de Seguridad Digital como un ente que velará por la protección del Estado, la infraestructura crítica del país y las entidades gubernamentales de ataques cibernéticos. Un tema más que urgente teniendo en cuenta los crecientes ataques presentados en América Latina y la misma Colombia.
El camino del coordinador a la agencia
Jorge Fernando Bejarano Lobo, empresario y consultor en temas de transformación digital y ciberseguridad y quién tuvo un papel protagónico en la elaboración de uno de estos Conpes (2016), comenta, a título personal y sin comprometer a ninguna de las organizaciones con las que trabaja, que:
“En atención a las recomendaciones de una misión de expertos internacionales que hizo la Organización de Estados Americanos(OEA), en el año 2014, se puso sobre la mesa la necesidad de contar con un marco institucional más claro y se estableció la necesidad de que existiera una autoridad responsable de la coordinación a nivel nacional de los temas relacionados con ciberseguridad y ciberdefensa“.
Fruto de estos esfuerzos se creó, desde el 2016, la figura de un Coordinador Nacional de Seguridad Digital cuyas funciones fueron asignadas inicialmente al Departamento Nacional de Planeación (DNP) y posteriormente a la Consejería Presidencial para Asuntos Económicos y Transformación Digital. Aunque esta figura fue un paso adelante en los temas de coordinación nacional en ciberseguridad, también es cierto que tenía limitaciones.
“Los documentos Conpes y las acciones en ellos previstas no tienen carácter 100 % vinculante y por lo tanto, acciones tan importantes como la de adecuación institucional solo se podrán materializar a este nivel si parten de una ley” afirma Bejarano.
Además, los Conpes son documentos establecidos en un marco temporal, la Agencia Nacional de Seguridad Digital que se está discutiendo, en la actualidad, sería un organismo no solo con más estabilidad política, sino también con mayor poder e influencia en la orientación de esta materia al estar operando directamente bajo la Presidencia de la República (Dapre).
Aprovechar el camino recorrido
Pero aunque aún falta definir muchos puntos sobre esta Agencia Nacional de Seguridad Digital hay algo claro y es que se deben aprovechar los logros obtenidos hasta el momento en regulación. Un sentimiento compartido por la industria privada.
Antonio Amador, Country Manager para Colombia, Ecuador, Centroamérica y el Caribe de Check Point, afirma: “Lo primero es construir sobre lo construido. En Colombia existen una serie de iniciativas que permiten tener un ojo puesto sobre la infraestructura crítica. Para eso se han desarrollado políticas y controles. Hay que aprovechar esto. Lo segundo es integrar todos los grupos de trabajo que existen actualmente, y lo tercero, es, ya pensando hacia futuro, empezar a segmentar las estrategias”.
Para ser más exactos, Amador explica como cada nicho de la industria tiene sus propias particularidades y que estas deben tenerse en cuenta para diseñar sus propias regulaciones. “Es decir, hay que desarrollar una estrategia, como agencia, para el país, una para la industria de carácter financiero, otra para, por ejemplo, la de carácter de infraestructura crítica, otra para lo que es comercio…”.
Otros aspectos a tener en cuenta, para crear una agencia efectiva, son promover la participación y colaboración de diversos segmentos como la academia, el sector privado y el gobierno etc. Además, es necesario el estímulo para la mayor generación de talento tecnológico, especializado en seguridad.
Por otro lado, aunque la idea de la Agencia Nacional de Seguridad Digital parece ser un proyecto visto con buenos ojos por una mayoría del sector tecnológico, también es cierto que hay un segmento de la opinión pública, que ve este proyecto con desconfianza.
Para ser más exactos, la senadora de Centro Democrático, Paloma Valencia, ha expresado que la Agencia Nacional de Seguridad Digital sería una agencia de inteligencia a cargo del Presidente lo que ha generado suspicacias entre la oposición por el uso de este nuevo instrumento.
Sin embargo, aún falta mucha tela por cortar en este debate político que apenas comienza y dónde la única certeza, es que el país efectivamente necesita coordinar de mejor manera los esfuerzos con todos los actores del ecosistema digital, desarrollar capacidades en las instancias a cargo y estar actualizado en temas de ciberseguridad, para mejorar la postura nacional en esta materia.
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