Univalle investiga impacto a comunidades por uso de mercurio en minería artesanal

Publicado el 09 Ago 2022

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Este artículo fue publicado originalmente en el Boletín Ingeniería Informa de Univalle (lea el original)
Aunque el uso de mercurio en la minería artesanal de oro está restringido por la ley en Colombia, sigue circulando en los mercados para-legales, impactando la salud de comunidades vulnerables. Así lo expone una nueva publicación científica escrita por investigadoras de la Universidad del Valle (Univalle) y una universidad internacional.

Irene Vélez-Torres, profesora titular de la Escuela de Ingeniería de los Recursos Naturales y del Ambiente (EIDENAR) de Univalle y autora principal de la publicación científica en mayo, “Contentious environmental governance in polluted gold mining geographies: The case of La Toma, Colombia””, dijo que estudió las disputas por la minería de oro en la región del Alto Cauca en el sur del Colombia por más de una década, en particular en La Toma, una comunidad en la municipalidad de Suárez.

“Durante la última década, el uso de mercurio ha sido más visible, lo cual ha alertado sobre todo a las mujeres y los jóvenes del territorio, quienes desde 2016 han percibido cambios drásticos en el ambiente y en la salud local”, expone la profesora Vélez-Torres, añadiendo que desde entonces buscaba financiación para esta investigación, junto a Diana Vanegas, egresada de la Universidad del Valle y quien hoy es profesora asistente de la Clemson University en Carolina del Sur, EEUU.

Colombia cerró 2020 con una producción de 47,6 toneladas métricas de oro (según la Agencia Nacional de Minería, ANM); sin embargo, sólo el 13 % de la producción nacional de oro procede del sector formal con el uso de mercurio, que es muy frecuente en la minería de oro artesanal y de pequeña escala (ASGM por sus siglas en Inglés.)

Las emisiones de mercurio en la atmósfera procedentes de la ASGM representan casi el 38 % del total mundial, y un estudio en 2011 encontró que Colombia tiene récord en emisión per cápita de mercurio a escala global.

Según el estudio de Vélez-Torres y Vanegas, a pesar de las prohibiciones legisladas en Colombia, el mercurio sigue circulando en los mercados para-legales de la minería aurífera; las agencias gubernamentales han elaborado informes sobre la contaminación que están sesgados, incompletos y fragmentados, lo cual crea una ignorancia que complica la gobernanza ambiental. Además, la falta de consenso entre los mineros locales para eliminar el mercurio permite la expansión de la frontera contaminante de la minería del oro y pone en riesgo la salud de la población local.

Gráfico: La ubicación de La Toma dentro de Colombia. Crédito: Irene Velez/Diana Vanegas.

Orígenes y objetivos

El estudio de la profesora Vélez-Torres aporta en tres sentidos significativos al campo de la investigación ambiental en contextos de los países en desarrollo del Sur Global.

“Primero, al plantear el carácter profundamente político de los procesos de degradación y contaminación ambiental, lo cual implica que es necesario comprenderlos desde las trayectorias de dominación coloniales, capitalistas y patriarcales”, manifestó la profesora Vélez-Torres. Añadió que también cuestionaron las maneras en que las instituciones públicas generan reportes incompletos, obsoletos, fragmentados y, de esta manera, crean (intencionalmente o no) sistemas de ignorancia frente a los problemas ambientales.

“En tercer lugar, al pensar que en los territorios de frontera expansiva de los extractivismos, particularmente en el Sur Global, crean zonas de sacrificio y poblaciones marginadas, relaciones que reproducen el racismo estructural ambiental en Colombia”, dijo la profesora Vélez-Torres.

La profesora Vélez-Torres explicó que para comprender los posibles orígenes de ese cambio ambiental, estaban pasando inicialmente por una investigación muy exploratoria con sensores de bajo costo, luego poco a poco fueron robusteciendo la metodología transdisciplinaria para comprender el problema.

Trabajo Comunitario

La profesora Vélez-Torres dijo que el equipo de investigación ha hecho un gran esfuerzo para trabajar con las comunidades, en parte por su filosofía de ‘investigación activista’; es decir, es necesario desarrollar conocimiento científico de la mano de las comunidades locales y sirviendo a la misión social de transformación de las relaciones de injusticia social y ambiental.

“Partimos de reconocer que las comunidades tienen un importante conocimiento sobre sus cuerpos-territorios, siendo los primeros en percibir los cambios socio-ambientales que pueden originarse de procesos intoxicantes”, explicó la profesora Vélez-Torres, añadiendo que la comunidad de La Toma y del Alto Cauca ha sido muy activa en buscar soluciones a los problemas ambientales y sociales generados por la minería a gran escala y la minería contaminante.

La profesora Vélez-Torres planteó que el trabajo con comunidades “nunca es fácil” porque los tiempos de los proyectos no son los mismos tiempos de la gente.

“Nuestro esfuerzo consistió, precisamente, en buscar permanentemente acoplarnos a los ritmos locales, a las necesidades de conocimiento locales y a las agendas políticas de las comunidades a través de un diálogo de saberes, que en la racionalidad metodológica hemos caracterizado como transdisciplinar”, manifestó la profesora Vélez-Torres.

La profesora Vanegas indicó que Univalle es una institución pública y como tal tiene una vocación misional de servicio al público. “Las investigaciones con/para comunidades vulnerables, tienen amplio potencial de impacto social, y por lo tanto deberían ser priorizadas en los portafolios de investigación de las universidades públicas”, agregó la profesora Vanegas.

Espíritu de la colaboración internacional

La profesora Vélez-Torres indicó que la colaboración internacional fue clave para el éxito del proyecto.

“La principal colaboración que he fomentado para este trabajo ha sido con la Dra. Vanegas, así como también con el profesor Eric McLamor (también de Clemson University), quien desde el principio se interesó en nuestro trabajo y no ha dejado de apoyarnos en cada paso”, manifestó la profesora Vélez-Torres, añadiendo que lograron involucrar tanto estudiantes de Clemson como estudiantes y docentes de la EIDENAR de Univalle.

La profesora Vanegas explicó que para acceder a algunas de fuentes de financiación como la Fundación Nacional de Ciencias (National Science Foundation), investigadores tienen que mostrar una fuerte relación de colaboración académica, por ejemplo como la relación que existe entre Clemson University y Univalle.

“Que no sea como un equipo improvisado, sino que haya historia: publicaciones en conjunto entre los colaboradores, intercambio de estudiantes, procesos documentados”, planeó la profesora Vanegas, añadiendo que tampoco puede ser una relación donde solo un lado está beneficiando.

La profesora Vélez-Torres expresó que la financiación internacional fue esencial para el proyecto.

“Este proyecto sólo fue posible gracias a la financiación durante tres años del IHE de Holanda, y la escritura de este artículo se logró gracias a la beca Fulbright Visiting Scholar de la que fui beneficiaria en 2021”, articula la profesora Vélez-Torres.

Si le gustaría contactar a las investigadoras o conocer más sobre los proyectos, escriba a la Oficina de Comunicaciones Facultad de Ingeniería: comunicaingenieria(arroba)correounivalle.edu.co.

Foto de portada: Irene Vélez-Torres (mano derecha) Crédito: Irene Vélez-Torres

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