[Escenarios TIC] Los centros de ciencia se reinventan, se reformulan y se reacomodan

Los centros de ciencia se proyectan como poderosos aliados de la educación en el aislamiento. Esto están haciendo los principales escenarios TIC de Bogotá

Publicado el 02 May 2020

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Centros, parques o museos de ciencia son escasos con Colombia, se pueden contar con los dedos de las manos –a ellos los identificamos como escenarios TIC–. Esto incide directamente en la apropiación de la ciencia en las diferentes poblaciones, porque la inquietud de cómo llevar ciencia, que se reconozca su valor e importancia en todas las áreas, hace que la labor de esos espacios sea vital. Pero en una coyuntura de aislamiento social también se registran como víctimas al estar a puerta cerrada.

Con el cierre inminente de las puertas físicas, la principal consecuencia fue económica, porque su sustento depende en gran medida del recaudo de taquilla. Sin embargo, las tareas de escenarios TIC como Maloka , el Planetario de Bogotá y Parque Explora –al ser actores de educación– se multiplicaron y se transformaron.

¿Qué están haciendo estos centros de ciencia durante la pandemia y qué preparan para continuar durante el aislamiento social?

Maloka complementa su reinvención

Cortesía: Maloka.

El museo de ciencia de Bogotá venía de un proceso particular de rescate. Luego de estar al borde de la quiebra y de haber declarado un estado de emergencia en 2017, se comenzó a trabajar en su renovación, la cual estaba a punto de culminarse. Aquí hubo cambios de estatutos, junta directiva, personal, estrategias, remodelación, de exposiciones y espacios. El nuevo lanzamiento es una de las actividades que se pospusieron, pero la renovación continúa y de hecho se potenció y aceleró.

Llevábamos 2 años trabajando en el rescate, con experiencias nuevas y justo llegó esta crisis, pero hay que seguir trabajando con creatividad“, le comentó a Impacto TIC María Cristina Hernández Capdevilla, directora de Comunicaciones y Cultura de Maloka. Pero a pesar de la circunstancia difícil, el museo de ciencia hizo clic y todo su equipo se volcó a la reinvención.

[su_note note_color=”#FFFF66″ text_color=”#333333″ radius=”3″ class=””]Lea también: ¡Maloka vive! Y en 2018 celebra 20 años con una transformación profunda. [/su_note]

¿Cómo participar y ayudar en educación a familias, niños de colegios y profesores a distancia?, ¿cómo involucrar a los guías y a todo el talento? Diseñando y creando contenidos.

La agenda cultural se volvió virtual. En una primera etapa comenzaron a publicar juegos y experimentos a través de sus redes sociales, para apoyar a papás y mamás en casa, para que tuvieran recursos educativos en el tiempo libre con sus hijos. Al tiempo iban desarrollando programas de apoyo a la Secretaría de Educación, ‘Ciencia en casa’, que se enmarca dentro de la estrategia ‘Aprende en Casa’.

El programa de ‘Ciencia en casa’ es resultado principal de sus esfuerzos y será el principal proyecto de Maloka en el año. Será lanzado en mayo y cuenta con recursos educativos virtuales y analógicos, teniendo en cuenta a las poblaciones sin conectividad. (Será potestad de la Secretaría de Educación decidir cuáles son las familias priorizadas para recibir estos elementos).

Adicionalmente, otra meta es seguir reactivando otro tipo de públicos. Maloka ya venía realizando actividades para público mayor (no solo niños) y la franja también se extenderá al entorno digital. “La gente está contenta y ha participado mucho. El propósito es ampliar esta red”.

Hasta la fecha no se han realizado despidos, están tratando de tener equipos activos y productivos, la decisión ha sido mantener a todo el personal, pero sí urge diversificar las fuentes de ingreso. En este punto también se está trabajando.

Maloka se está renovando totalmente y esta situación va a ampliar el horizonte hacia lo que finalmente el mundo está migrando, la virtualidad, y va a ser un complemento muy interesante de la renovación física.

María Cristina Hernández Capdevilla, directora de Comunicaciones y Cultura de Maloka.

La reacomodación del Exploratorio y Parque Explora

El Parque Explora de Medellín es un gran universo lleno de constelaciones, que vendrían siendo sus proyectos e iniciativas. Este centro de divulgación de ciencia le apostó en algún momento a tener un laboratorio de experimentación y creación, lo cual deja entrever que aquí ya se habían dado pasos de transformación.

Ese laboratorio es el Exploratorio, un espacio para crear cosas nuevas, de manera colectiva. Dentro del Exploratorio se generan nuevas metodologías, apuestas y experimentos para involucrar a sus participantes en la creación. Pero llegó el COVID-19 y obligó el encierro: “Por todos esos ejercicios que se han creado, nos dimos cuenta de que Exploratorio está más allá de ser un espacio físico y eso ha sido muy lindo”, compartió Camilo Cantor, coordinador del Exploratorio. En vez de reinvención –palabra muy de moda– aquí abordan más una reacomodación.


El Exploratorio tiene unos 15 grupos de experimentación, que van desde programación de videojuegos, experimentación audiovisual, Biohacking, Realidad Virtual, etc. (conózcalos aquí). Esa gran red que se ha formando, sigue trabajando, creando y encontrándose pero desde otros espacios: los virtuales. Por ejemplo, ‘La orquesta de laptops’, ensaya en vivo y hace música con código, por lo que la dinámica es diferente a la de un ensamble de música tradicional y sus presentaciones de hacen a través de la cuenta de Instagram del Exploratorio.

Por otro lado, también desde el Exploratorio se han empezado a generar alianzas para crear contenido, que si bien ya los creaban, se quedaban en sus grupos y público específico; ahora están aprovechando la posibilidad de llegar a más personas a través de diferentes plataformas: “Esto nos ha permitido amplificar algunas voces, algo que antes no era posible”, señala Cantor. Lo hacen a través de actividades de experimentación en casa.

Ahora bien, existen diferentes tipos de actividades y de accesos, dependiendo del tema y del objetivo. Hay algunas que son de consumo masivo, hay otras que son más técnicas y especializadas. Cada actividad responde a objetivos diferentes, por lo que algunas son para grupos reducidos y otras son abiertas a todo público, dependiendo del tipo de contenido- “[Porque] nos interesa más allá de talleres, la generación de proyectos y reflexión”, así como poder interactuar de manera efectiva con las personas. Por ejemplo, en un taller con 200 personas conectadas será muy difícil responder a todos los mensajes, por eso se realizan actividades con grupos pequeños en muchos casos.

En cuanto a las actividades más abiertas, se han creado espacios como ‘Música para cerrar los ojos’, en el que reúnen a un músico local con uno de Latinoamérica, para experimentar y a la vez que la gente se relaje, ya que se realiza a las 9 de la noche. Algo que antes de pronto no hubiera tenido tanta acogida, porque si bien, como dice Cantor, ahora somos esclavos de las pantallas, antes lo éramos de la presencialidad.

También han lanzado otras propuestas para el encierro, como charlas de diferentes temáticas o el encuentro de museos que hicieron con pares latinoamericanos. “Hemos tenido una programación variada y al ser un laboratorio, nos pone precisamente a experimentar con más formatos y metodologías”. De otro lado, están apostando por el hacer entre todos, fortalecer tejidos y redes, para pensar y para hacer. Ahora están trabajando en ‘Celeste’, con el que conectarán 4 cielos: los de Bogotá, Cali, Medellín y Madrid (España) a través de una exposición.

Pasamos de ser mediadores hacedores a ser ‘youtubers’ en un abrir y cerrar de ojos. Ha sido interesante esa transición desde la cual nos reímos muchos.
A pesar del estrés y la angustia colectiva, hemos empezado a entender estas posibilidades reales que da Internet a través de la conexión. Experimentar, usando Internet como herramienta.

Camilo Cantor, coordinador del Exploratorio.


¿Y los desconectados?, la eterna pregunta. Cantor reflexiona sobre esta preocupación que ahora se posiciona en la agenda pública como una urgencia, pero ¿por qué hasta ahora? Las poblaciones desconectadas estaban desde antes y poca atención recibía –fuera del mundo TIC, porque es justamente la discusión que se viene generando desde hace años y solo hasta ahora el público general comienza a ver la desconexión como una problemática social–. “Hoy sí nos preocupa un montón. Que esta sea una oportunidad para responderla”.

Reconoce que en el caso del Exploratorio no había una estrategia para esta población y esta situación sirvió justamente para reflexionar sobre sus contenidos, herramientas, metodologías y plataformas, teniendo en cuenta que la difusión venía exclusivamente en el paquete digital que las redes sociales ofrece.

Ahora, otro es el caso del Parque Explora como gran paraguas de estos espacios y aquí los grupos de líderes sociales, que gestionan comunidades, vienen realizando diferentes iniciativas. Por ejemplo, para celebrar el Día de los niños, el equipo de facilitadores del Parque Explora puso en marcha una campaña para leer y pasar cuentos en formatos livianos a las comunidades. Es decir, libros que se pudieran compartir fácilmente a través de WhatsApp (a veces hay que sacrificar la calidad, el HD, en aras de llegar a más personas); tomaron sus bases de datos y se pusieron a llamar con el fin de leer esos cuentos. En esa jornada, cruzando bases de datos, se dieron cuenta de que en Medellín hay personas que no conocían el parque. 

La programación continúa y el alcance se amplifica, tanto para las actividades específicas del Exploratorio, como las de Parque Explora en general, que a propósito tiene una sección exclusiva llamada ‘Parque Explora en casa’.

El Planetario se abre al universo de la comunicación

De otro lado, el Planetario de Bogotá –un escenario TIC del Instituto Distrital de las Artes, Idartes– venía adelantando la tarea, sin saber a lo que se enfrentaría. Carlos Molina, director del Planetario, comentó que antes de que se iniciara esta coyuntura, ya venían reformulando algunos aspectos y transformándose.

Se cuestionaron sobre todo por cuál era su papel en espacios como las redes sociales. “¿Cómo el Planetario está conversando con la comunidad? Eso hizo que, como un mes antes de la coyuntura, se comenzaran discusiones sobre el lenguaje y programación en redes“, y no solo el publicar por publicar, sino entender el potencial de estos canales y de la interacción.

Carlos Molina, director del Planetario de Bogotá.
Cortesía: Idartes.

Por eso venían trabajando en la creación de nuevos contenidos y estrategias precisamente para fortalecer la comunicación, pero realmente conversando con los ciudadanos.

Con ese cambio de chip, el Planetario de Bogotá ha logrado capitalizar la dificultad actual. Sigue ofreciendo nuevos contenidos, diseñados tanto para el contexto actual como para responder a su inquietud de comunicación. Y los resultados los han percibido, tanto en el número de seguidores que crece orgánicamente (sin pagar), como en la respuesta de su comunidad: hay preguntas, hay interés y más interacciones.

Este es un tiempo de trabajar en reconstruir el tejido del escenario hacia la comunidad.

Las puertas al conocimiento siguen abiertas, están invitando a conocer el universo a través de diferentes franjas, tomando como base temática los espacios del planetario. Los lunes está la sección ‘Bajo el mismo cielo’, dedicada a conocer constelaciones y noticias de la astronomía.

Los miércoles sale la cápsula de ‘Orígenes’, en la que se abordan diferentes perspectivas los orígenes del universo, esto relacionado con la temporada de este escenario para el año 2020, denominada ‘Orígenes, la vida y lo vivo del cosmos’.

Todos los jueves a las 3:00 p.m. por Facebook Live, se emite ‘Hablemos del Universo’, un conversatorio en vivo con expertos en astronomía y ciencias del espacio. Los viernes son para las cápsulas ‘Vive el Planetario en tu Casa’, un espacio de experimentos en casa, que se basa en los contenidos del museo del espacio que se aloja dentro del Planetario. Y los sábados, a las 10:00 a.m., salen los episodios del podcast ‘Universo de Historias’, una producción que trae temas de la Astroteca del Planetario.

Más allá de la programación de contenidos virtuales, y al igual que en el caso de Maloka, el Planetario de Bogotá viene trabajando en alianza con la Secretaría de Educación con el foco de desarrollar elementos de aprendizaje, sincrónicos y asincrónicos. En este capítulo también exploran nuevos caminos pedagógicos y plantean la creación de cursos con metodología Inquiry (un tipo de enseñanza reflexiva, por indagación), y también proyectan una campaña muy cercana a las localidades de la ciudad.

“Este momento nos ha puesto a pensar mucho sobre la forma como afrontamos los procesos de formación. Nos hace el llamado a ser más atractivos, más precisos, a valorar el conocimiento”, explica Molina. El parte es positivo, claro sin desconocer la afectación económica y los retos que genera.

Finalizando la charla con Molina, compartió un mensaje específicamente para quienes tienen la responsabilidad de ejecutar acciones y direccionar el rumbo, bien sea en el caso de los escenarios TIC, en la esfera política, empresarial o educativa y tantas otras.

Para tomar decisiones tenemos que activar el pensamiento crítico y debemos tomarlas basadas en hechos y en datos, que nos da el acercamiento real para el trabajo con la sociedad“.

Cortesía: Idartes.

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Sandra Defelipe Díaz
Sandra Defelipe Díaz

Periodista de la Universidad de la Sabana, productora, formadora y emprendedora digital, con 12 años de experiencia en periodismo tecnológico, en los medios ENTER.CO y, desde su concepción, de Impacto TIC, medio en el cual ha liderado procesos periodísticos y de redes sociales. Mantiene la curiosidad por temas de tecnología, emprendimiento, música, periodismo, marketing digital y deportes, y su segunda profesión es la capoeira. También ha sido estratega digital en proyectos como Hangouts de Periodismo, el programa radial Mujeres en Almanaque, en la emisora comunitaria La Exitosa Radio, e impulsa un emprendimiento familiar y cooperativo de productos orgánicos y campesinos, Huerta Don Iván.

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