“Si no sabes lo que tienes, tampoco vas a saber cómo gestionarlo”, afirmó Evelin Calderón, especialista en ciberseguridad industrial de Rockwell Automation para la región andina. La vocera destaca la proactividad y la visibilidad como elementos esenciales en las estrategias de ciberseguridad para la región.
Además, esta experta en automatización de ciberseguridad para entornos industriales (OT – Operation Technologies) enfatiza que la ciberseguridad va más allá del hardware: “En ciberseguridad no hay una solución ‘one shot’, no es una cajita que yo conecto en mi empresa y ya todo está resuelto. Esto es un proceso, esto es un camino; de hecho, es un ciclo”. Esta afirmación cobra mayor relevancia al hablar de entornos OT.
Es importante recordar que, aunque la automatización en ciberseguridad se aplica tanto en entornos de Tecnologías de la Información (TI) como en Tecnologías de la Operación (OT), existen diferencias fundamentales en su enfoque, objetivos, retos y herramientas debido a la naturaleza de cada entorno.
Mientras en TI la automatización de la ciberseguridad busca principalmente proteger la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos y sistemas digitales, así como agilizar la detección y respuesta ante amenazas, en OT el objetivo central es garantizar la continuidad y seguridad de los procesos físicos e industriales.
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Necesidad de automatización y visibilidad
Al hablar de OT, nos enfrentamos a entornos muy diversos que incluyen sensores, controladores, sistemas SCADA y máquinas de manufactura, entre otros. Todos ellos conforman el tejido del Internet de las Cosas (IoT) y, al mismo tiempo, generan información de forma continua. Esta conectividad, además de compleja, produce cientos de miles de alarmas al día que son difíciles de gestionar manualmente, lo que hace necesaria la automatización.
“Normalmente, la estrategia de ciberseguridad, por décadas, ha sido enfocada siempre al entorno corporativo. ¿Qué ocurre con esto? Que hay algunas prácticas, algunas políticas e incluso algunas medidas que, cuando llegas a un mundo tan complejo como el de los procesos industriales, definitivamente ya no son aplicables”, explicó Calderón. A esto añadió:
“Entonces, ¿cómo definimos la automatización en ciberseguridad industrial? Es justamente cómo generar herramientas y habilitadores tecnológicos que nos permitan gestionar el gran universo de alarmas y de incidentes que se pueden presentar en el entorno industrial y cómo, obviamente, utilizarlos para llevar acciones que permitan fortalecer la industria”.
La visibilidad en ciberseguridad, entre ruidos y balances
“Cuando tienes la visibilidad de todas las posibles vulnerabilidades que se generan en un ambiente industrial, muchos de ellos —más de dos tercios o incluso mucho más— van a ser falsos positivos. Es decir, es información que realmente no me va a aportar y que me puede generar ruido”, afirmó Evelin Calderón, destacando uno de los retos de la automatización en procesos industriales.
Sin embargo, la automatización en las estrategias de ciberseguridad no está pensada para reemplazar el conocimiento y el aporte de los expertos. “Sirve más bien como una plataforma que me ahorra horas de trabajo innecesario y me permite analizar, con todas las facilidades que tenemos en temas de visibilidad, para tomar acciones de manera mucho más inteligente”.
IA en la ciberseguridad industrial
Actualmente, es imposible hablar de automatización sin mencionar la tecnología del momento: la Inteligencia Artificial (IA). De hecho, la IA y el aprendizaje automático (machine learning) fueron protagonistas del Automation Fair de Rockwell Automation, celebrado en septiembre.
En el ámbito de la ciberseguridad, las plataformas que se nutren de diversas fuentes de datos —como sondas de identificación de amenazas, firewalls y herramientas para acceso remoto— pueden construir tendencias y algoritmos predictivos a partir del tráfico generado. Esta capacidad de predicción se traduce en beneficios para la Transformación Digital, permitiendo, por ejemplo, estrategias de mantenimiento predictivo en plantas, lo que maximiza el tiempo de operación al reducir paradas.
La aplicación de la IA también se extiende a la optimización de procesos y el consumo energético, lo que contribuye a la sostenibilidad al mejorar el uso de recursos como materia prima, agua y electricidad. Esto no solo optimiza los costos de producción, sino que también favorece la reducción de la huella de carbono.