Elecciones: ¿cómo contrarrestar el efecto de las campañas digitales sucias?

La manipulación en redes sociales es real y Colombia está en un no selecto grupo de países que la sufren. Así está el panorama.

Publicado el 07 Oct 2019

manipulación en redes sociales

A pocas semanas de las elecciones para alcaldes y gobernadores en Colombia, la actividad política en Internet y la maipulación en redes sociales se acentúa, tanto por parte de las campañas como de los mismos electores. Y si algo nos han enseñado casos como el de Cambridge Analítica y otros tantos de un corte similar es la gran influencia de estos medios sobre las decisiones de los votantes.

Siempre hay que estar atentos, pero en época de elecciones es necesario redoblar la atención, afinar el sentido común, conocer y usar herramientas, porque la manipulación en redes sociales se desborda, con todas las consecuencias que esto trae.

Según una reciente investigación del Instituto de Internet de la Universidad de Oxford, Colombia es uno de los 12 países donde existen ‘cibertropas’ que difunden campañas políticas por WhatsApp. Y adicionalmente quedó en evidencia –aunque no sorprende– que en cada país hay al menos un partido político o agencia de gobierno que usa las redes sociales para influenciar las actitudes del público.

¿Quiénes son los responsables? En principal medida, los gobiernos y partidos políticos.

Se trata de un problema global que sigue en aumento, pues el estudio identificó que estas campañas de manipulación de redes sociales” por parte de gobiernos o partidos políticos se adelantaron en en 70 países durante 2018, frente a los 28 países en que se contabilizaron en 2017.

Aunque Facebook es la plataforma principal de manipulación, según el estudio, las demás –Instagram, Youtube, WhatsApp y Twitter– también participan y así es la distribución:

El informe también explora las herramientas y técnicas usadas para difundir la desinformación. En Colombia, atacar al opositor y dividir opiniones son las técnicas más comunes y predominan las cuentas humanas y las bot, pero así está el panorama global:

  • En el 87% de los países usaron cuentas humanas.
  • En el 80% de los países usaron cuentas de bot.
  • En el 11% de los países usaron cuentas de cyborg.
  • En el 7% de los países usaron cuentas pirateadas o robadas.

Para enfrentar esta situación, las redes ya han estado tomando medidas. Facebook ha sido la más señalada desde las elecciones presidenciales en Estados Unidos, y todos recordamos a un descompuesto Mark Zuckerberg (el CEO de la compañía) rindiendo cuentas en 2018.

via GIPHY

Esta red puso en marcha una iniciativa para garantizar que no pueda ser utilizada para manipular a los usuarios, que incluye formar equipos y desarrollar herramientas para reconocer y eliminar estas campañas.

Por su parte, Twitter establece en sus políticas: “No puedes usar los servicios de Twitter con el propósito de amplificar o suprimir información de forma artificial, ni llevar a cabo acciones que manipulen u obstaculicen la experiencia de los usuarios en Twitter”. Pero más allá de lo que está escrito, aún recaen muchas críticas sobre esta y otras plataformas, por su incapacidad para frenar la manipulación, los ejércitos de usuarios falsos y las ‘fake news’, entre otros males.

Sin embargo, la acción principal tanto de Facebook como de Twitter ha sido eliminar cuentas. En febrero de 2019 Facebook hizo una barrida y eliminó 783 páginas, grupos y cuentas que mostraban “un comportamiento falso y coordinado en Facebook e Instagram” desde Irán. Por la misma época, Twitter eliminó más de 2.000.

La eliminación de cuentas ha continuado a lo largo del año. Sin embargo más allá de eso, ¿qué se puede hacer? Los debates sobre qué hacer con las cuentas, por ejemplo, de los políticos que propagan información falsa, es uno de los más polémicos, y aquí entran a jugar todo tipo de derechos: libertad de expresión, a la información y demás. Y aún no se encuentra una solución final.

Recientemente Facebook anunció que desarrolla herramientas de inteligencia artificial para ayudar a identificar contenido que sea abusivo o que viole las políticas del sitio; también trabaja en su Pestaña de Noticias (News Tab), un servicio curado por seres humanos.

Y a raíz de las protestas en Honk Kong, Twitter prohibió por completo las campañas publicitarias por parte de medios estatales. En Colombia, la medida ha sido cuestionada por ir en detrimento de la discusión pública.

[su_note note_color=”#AED6F1″ text_color=”#333333″ radius=”3″ class=””]Lea también: Hong Kong y la tecnología en las protestas del siglo XXI.[/su_note]

Ahora, la información para manipular viene en todos los empaques imaginables. Los memes entran a hacer parte de esta cadena. Incluso Facebook ya queda a un lado cuando de ellos se trata, pues los memes se abren un espacio preocupante a través de Instagram. ¿Cuándo se identifica esa difusa línea entre humor y mentira o manipulación? Aún es minoría la proporción de usuarios que se detienen a pensar sobre un contenido antes de difundirlo.

El asunto con Instagram es importante porque esta red es más íntima, los usuarios son más selectivos a la hora de seguir cuentas, lo que genera que sus creadores tengan mayor influencia sobre esa audiencia.

La pedagogía como antídoto

Mientras las plataformas siguen eliminando cuentas e intentando aplicar el poder de la tecnología para identificar y contrarrestar estas fuentes de información falsa, hay que volver al principio. A la educación de las audiencias, pues si ellas mismas no replicaran información sin verificar, los políticos no encontrarían en las redes sociales ese ‘dulcecito’ para sus estrategias engañosas.

Uno de los ejemplos más recientes de pedagogía es la colaboración entre Twitter y la Organización de los Estados Americanos (OEA), que en septiembre presentaron el documento ‘Alfabetismo y Seguridad Digital. Mejores prácticas en el uso de Twitter‘. El documento está disponible en línea para descarga gratuita e incluye una serie de pautas sobre buenas prácticas en temas de seguridad de cuenta, y en el monitoreo, consumo y distribución de información.

¿Qué pueden hacer los candidatos?

Hay que tener presente que, desde el marco legal, el régimen que impera no es el de ‘vale todo’, aunque en la práctica a veces pareciera lo contrario. El Consejo Nacional Electoral (CNE) define la publicidad política de la siguiente manera: “Toda forma de publicidad realizada con el fin de obtener el voto de los ciudadanos a favor de partidos o movimientos políticos, listas o candidatos a cargos o corporaciones públicas de elección popular”.

Dentro de su explicación el CNE agrega que la propaganda electoral puede ser directa o indirecta, y que puede manifestarse en:

• Canciones y poemas
• Manillas
• Pendones
• Avisos o adhesivos en vehículos
• Pasacalles
• Vallas
• Prendas de vestir
• Volantes

¿Y dónde están los medios y plataformas digitales? En su documento ‘Ruta Electoral 2019′, la Misión de observación Electoral nos dice: “No existe certeza sobre el tratamiento de este tipo de publicidad (en Internet), no obstante el CNE ha manifestado que la publicidad o propaganda electoral por Internet goza de la misma finalidad y objetivo que la realizada por prensa, pasacalles, radio y televisión entre otros, lo que la hace diferente es el medio”.

Dentro del Internet –siendo este un universo interactivo– se puede hacer publicidad en términos generales utilizando diferentes medios, tales como portales interactivos, textos, links o enlaces, banners, web, weblogs, blogs, logos, anuncios, audio, video, animación, videojuegos, descargas,
redes sociales y mensajería instantánea, entre otros.

Lo anterior nos permite deducir que hay una autorización del CNE para realizar propaganda electoral a través de Internet; no obstante, no se hace una claridad sobre cuál es su tratamiento, si se les debe dar el mismo de la propaganda en espacios públicos o el de la propaganda en medios de comunicación, subsistiendo el vacío en relación con su regulación.

Corporación Viva la Ciudadanía.

Lo cierto es que no hay claridad y es preocupante ver que la regulación vigente es de 2010 (Resolución CNE No. 4030 del 21 de septiembre de 2010, Magistrado Ponente: Bernardo Franco Ramírez). Como señala la Corporación Viva la Ciudadanía, se da a entender que las redes sociales, al ser de uso es privado, no son consideradas como un espacio público. ¿Están en un limbo?

Luego de analizar 80 publicaciones, la tesis de grado de Tsetian Tovar Niño para el programa de Ciencia Política de la U. del Rosario, sobre los principios de la actividad electoral en la era digital (2016), explica:

“…al profundizar en la más reciente perspectiva del CNE frente a las redes sociales, esta Corporación no considera la misma como propaganda electoral. No obstante, no ha tenido en cuenta, que las mismas se financian y se mantienen en el mercado por el pago de publicidad. Esta situación evidencia que muchos candidatos, utilizan estos medios para realizar propaganda electoral bajo los términos del CNE. Así pues, una vez realizado un pago por parte del candidato o una agrupación política, esta propaganda se divulga por la red social sin mediar la voluntad del espectador y de manera que todo el público reciba esa información. Además, al no existir un filtro en la información que se divulga se pueden presentar casos de propaganda electoral que atente contra la honra de otros, o encuestas que no cumplen con las condiciones legales”.

Tsetian Tovar Niño, ‘Principios de la actividad electoral en la era digital : una aproximación al control administrativo colombiano de la propaganda electoral en Internet’.

Por su parte, el abogado Néstor Daniel García explica en una publicación del portal Venga le cuento: “En las redes sociales sí está permitido hacer cualquier tipo de campaña política en cualquier tiempo para contenidos no pagos, es decir, la publicidad o propaganda paga en redes tiene la misma prohibición que la propaganda electoral en espacio público. Para los contenidos en Página web, Facebook, Twitter y otras redes sociales que se hagan desde perfiles personales no hay ninguna prohibición y se pueden transmitir todo tipo de mensajes que busquen convencer al votante”.

Si aún persiste un vacío legal sobre los principios básicos de la propaganda política, ¿cómo ejercer control sobre la desinformación y las acciones dirigidas a generar información falsa con el objetivo de ejercer manipulación en redes sociales? Hasta ahora las acciones legales que se han adelantado en este campo han prosperado por el control y vigilancia de las partes involucradas.

El rol de la ciudadanía

Por lo anterior, la ciudadanía es la principal veedora en estos casos y su rol es esencial para el ejercicio político.

Por un lado, es necesario desarrollar la alfabetización mediática, que es la que tiene que ver con la lectura crítica del mundo y la producción y consumo crítico de información. Es decir, tener la capacidad de identificar qué tipo de información es la que se recibe; si no se sabe, dudar y conocer las herramientas necesarias para verificarla, antes de compartirla.

El entorno digital ofrece alternativas de verificación, como es el caso de Colombia Check, tal vez el ejemplo más destacado, aunque no el único. Si tienen una duda sobre información que esté circulando, ellos le ayudan a verificarla.

También es necesario ser el ‘cansón’ de la familia o de los grupos de amigos, decir “esto es mentira” o promover el no compartir información si no se está seguro de su veracidad. En consecuencia, es necesario informarse.

Seremos parte de la solución si no ayudamos a propagar mentiras. Entonces, ¿la resistencia digital podría ser una alternativa? La difusión no es el único problema, pues las campañas políticas compran bases de datos con la información relevante de los usuarios, para saber qué los enoja o los emociona, y basadas en eso construyen los estrategias de manipulación.

El 27 de octubre, los colombianos tenemos una nueva cita con las urnas, para definir en manos de quién vamos a dejar el futuro de nuestras ciudades y departamentos. Lo menos que podemos hacer es llegar informados a los puestos de votación, seguros de que no les hemos hecho un favor a las campañas sucias, promoviendo argumentos falsos sin ejercer siquiera nuestro derecho a dudar. Impacto TIC los invita a votar con la seguridad del deber bien cumplido. #CandidatosHablenDeTIC.

Foto:  jcomp (Freepik)

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Sandra Defelipe Díaz
Sandra Defelipe Díaz

Periodista de la Universidad de la Sabana, productora, formadora y emprendedora digital, con 12 años de experiencia en periodismo tecnológico, en los medios ENTER.CO y, desde su concepción, de Impacto TIC, medio en el cual ha liderado procesos periodísticos y de redes sociales. Mantiene la curiosidad por temas de tecnología, emprendimiento, música, periodismo, marketing digital y deportes, y su segunda profesión es la capoeira. También ha sido estratega digital en proyectos como Hangouts de Periodismo, el programa radial Mujeres en Almanaque, en la emisora comunitaria La Exitosa Radio, e impulsa un emprendimiento familiar y cooperativo de productos orgánicos y campesinos, Huerta Don Iván.

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