Windows 10 lleva con nosotros un poco más de 6 años –desde julio de 2015–, y en ese tiempo se ha convertido en una de las piezas de software más importantes para Microsoft. Esto no solo porque reemplazó Windows 8.1, una de las versiones más impopulares, sino porque también representó cambios importantes en la visión de Windows.
Windows 10 fue una de las primeras veces que Microsoft ofreció actualización gratuita a todas las personas con Windows 7 u 8, y esto se vio recompensado con una alta tasa de adopción que para finales de 2019 superaba a Windows 7 y se imponía con un 39 % de participación en el mercado de los sistemas operativos –equivalente a unos 700 millones de dispositivos–.
Así mismo, Windows 10 fue la primera versión que Microsoft ofreció con un modelo ‘As a Service’, lo que significa que tuvo 2 actualizaciones importantes al año y varias actualizaciones menores. Esto se traduce a que el Windows 10 de 2015 es muy distinto al Windows 10 de 2021, con este último fuertemente arraigado al segmento de computadores y con varias actualizaciones importantes.
Con este panorama, Windows 11 no entra a competir con Apple o con Linux, sino que de cierta forma compite con Windows 10 para ganarse un espacio en los dispositivos de sus usuarios. “En 2015, compartimos nuestros planes de ofrecer Windows como servicio para brindar nuevas innovaciones y actualizaciones de manera continua con valor continuo para los clientes”, dice Ulises Cabrera, gerente de Surface y especialista en soluciones de trabajo moderno en Microsoft México. “Este compromiso permanece: Windows nunca tuvo la intención de estar estancado”.
Hablando de requerimientos
Windows 11 está disponible oficialmente desde el pasado 22 de octubre, aunque su despliegue ha estado marcado por algunos puntos importantes. Primero que todo, Microsoft aclaró que Windows 11 es una actualización gratuita para todos los usuarios de Windows 10. Desde octubre la compañía ha estado desplegando la actualización directamente por medio de Windows, lo que hace el proceso mucho más sencillo, incluso para quienes no conocen mucho de computadores.
En segundo lugar, Microsoft ha ofrecido estas actualizaciones de manera paulatina a algunos usuarios basados en parámetros internos. Esto quiere decir que, si bien Windows 11 está disponible desde octubre, Microsoft planea expandir su rango de usuarios hasta bien entrado 2022. En otras palabras: si no ha recibido la actualización, hay que tener paciencia.
Sin embargo, un punto de contención ha sido el de los requerimientos que tiene Windows. Una CPU con al menos 1 GHz y de 64 bits, 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento disponible; todo suena normal hasta cuando leemos que Windows 11 requiere tener activado un módulo de seguridad llamado TPM, o Trusted Platform Module.
El requerimiento sorprende principalmente porque es nuevo y de entrada cierra la puerta de la actualización a procesadores fabricados antes de 2017. Según Cabrera, la principal razón de esto ha sido la seguridad, ya que la incrementa en hasta un 60 % frente a ciberataques.
Este es un hardware que se vuelve muy difícil de poder hackear, se utiliza para guardar temas biométricos, por ejemplo, cuando utilizas Windows Hello, para guardar pines, o lo utiliza el sistema operativo para guardar datos de virtualización, claves, datos bancarios.
Ulises Cabrera, gerente de Surface y especialista en soluciones de trabajo moderno en Microsoft México
En otras palabras, de entrada, Windows 11 probablemente tendrá una tasa de adopción más lenta que 10. Aunque muchos fabricantes de portátiles y computadores de mesa han enviado actualizaciones para activar esta función, queda la duda de cuántos usuarios verdaderamente actualizan sus equipos regularmente.
Para quienes deseen comprobar si son elegibles para recibir Windows 11, pueden revisar la página oficial y descargar ‘PC Health Check’ (al final de la página), o revisar directamente los requerimientos.
La nueva interfaz
En nuestro caso, con una CPU Ryzen 3600 y una tarjeta madre que soporta TMP 2.0, recibimos la notificación de actualización una semana después del lanzamiento oficial. La actualización no tardó demasiado en ser descargada, y el proceso en total tomó poco más de una hora en un disco duro de estado sólido. Una vez terminado todo, Windows 11 nos saluda y está listo para ser usado.
De todas las versiones de Windows, la 11 es tal vez con la que menos hemos tenidos problemas. Durante más del mes que ha sido usada constantemente no hemos encontrado pantallas azules, fallas de controladores o funciones de Windows. Acá empezamos a notar que, más que cambios fundamentales, como pasar de Windows 8 a 10, Windows 11 tiene cambios internos relativamente menores.
De entrada, lo primero que notamos es que la barra de tareas está ahora en la mitad, muy parecido a como sucede en macOS. En la barra también tenemos nuevos botones e íconos, como por ejemplo para abrir los Widgets de Windows y cambiar de escritorios. La barra de inicio también ha cambiado, ya que ofrece íconos y aplicaciones recientes y esconde el menú por lista de Windows 10 detrás de un botón.
También encontramos por primera vez que Microsoft Teams ahora está integrado por defecto en Windows. A diferencia del Teams que conocemos, esta versión se siente mucho más ligera e intuitiva. Ulises Cabrera, de Microsoft, explicó que esta integración está fundamentada en el deseo de Microsoft por conectar más usuarios. “Lo que quisimos hacer como Microsoft es alcanzar todo el tema de colaboración para los usuarios y que sea accesible, por eso hoy Windows 11 incluye la parte de Teams para usuario final y lo puedes conectar no solo con las empresas, sino que también con otras personas que utilicen Windows 11”, explicó.
Esto nos hace preguntarnos qué pasara con Skype, una aplicación casi olvidada no solo por sus usuarios, sino también por el mismo Microsoft. Adicional a esto, la implementación de Teams en Windows 11 no es compatible con la versión empresarial. Esto significa que, si recibimos una invitación de Teams desde nuestro lugar de trabajo, es necesario instalar separadamente la versión para empresas.
Por el lado de la interfaz, otra función importante es lo que Microsoft llama Snap Layouts y Snap Groups. En resumen, cuando mantenemos el cursor sobre el botón de minimizar, Windows ofrece rápidamente formas para orientar la ventana, por ejemplo para ponerla a la derecha o a la izquierda de nuestra pantalla. De la misma forma, Windows 11 tiene una implementación más robusta en configuraciones con varios monitores, que recuerda en qué monitor estaban las ventanas y con qué tamaño.
Sin embargo, acá notamos algo interesante y molesto. Cuando tenemos más de dos pantallas, Windows 11 solamente muestra el reloj y calendario en la pantalla principal. Es decir que, si tengo una aplicación a pantalla completa en el monitor principal, no puedo ver la hora ni la fecha en otros monitores. Esto es un negativo respecto a Windows 10, que sí tenía esta función.
Y acá empezamos a ver un tema recurrente a lo largo de todo Windows 11. En muchos casos, ofrece la misma experiencia o una experiencia no tan buenas como la de Windows 10. Esto es entendible: Windows 10 tiene 6 años de actualizaciones y mejoras, mientras que Windows 11 apenas acaba de salir. Sin embargo, algunas de estas funciones se sienten un tanto básicas como para que falten en el nuevo sistema operativo.
Explorador y menús
Uno de los elementos que más nos gustan es el nuevo explorador de Windows. La integración del tema oscuro de Windows es mucho más bien lograda en Windows 11, y esto se ve en temas como los menús, la barra superior y los íconos del sistema. Al hacer clic derecho, Windows ya no muestra un menú gigantesco de opciones, sino simplemente algunas de las opciones más comunes que facilitan la navegación.
Así mismo, los menús de configuración también han sido cambiados para poder ofrecer un sistema que a primera vista se siente más cohesivo. Y digo a primera vista porque, en el momento en el que necesitamos una configuración avanzada, los menús vuelven a ser los mismos que vemos casi desde Windows XP. Puede ser un detalle menor, pero en ocasiones Windows 11 se siente más como un cambio de tema que como una actualización mayor al sistema operativo más utilizado del mundo.
Para Microsoft, la accesibilidad es un punto muy importante, y por eso Ulises Cabrera resaltó que Windows 11 incluye mejoras en las ayudas de accesibilidad para que sea mucho más fácil de utilizar por personas con discapacidad. Desde un teclado en pantalla mejor integrado hasta lectura en voz alta, Windows 11 sin duda tiene añadidos importantes para las personas con discapacidad.
Tal vez una de las funciones más importantes, sin embargo, es la capacidad de poder abrir nativamente aplicaciones Android en Windows. Esta solamente es una función muy atractiva para actualizar, pero la versión actual de Windows 11 no la tiene implementada y debemos esperar algunos meses más. Sin embargo, esta implementación de Android tiene sus detalles.
Microsoft ha implementado el código base de Android en Windows 11, lo que significa que las apps corren nativamente. Sin embargo, la única tienda de Android disponible será la tienda de Amazon, lo que deja por fuera al distribuidor más grande aplicaciones Android: Google. Sin duda es una implementación interesante, pero todavía le faltan algunos meses antes de ser lanzada y de madurar un poco más.
Videojuegos en el centro
Así como en Windows 11 empezamos a ver un ecosistema Microsoft más integrado que antes, no podían faltar también la mejoras por el lado de Xbox. Aunque en el pasado Microsoft veía a Windows y Xbox como divisiones separadas, Windows 11 marca la pauta hacia un ecosistema Xbox mucho más integrado entre consolas y computadores.
“Windows 11 es la mejor versión de Windows para jugar y desata todo el potencial del hardware de tu sistema con tecnologías como DirectX12 Ultimate, DirectStorage y Auto HDR”, dijo Ulises Cabrera. La aplicación de Xbox en Windows 11 está mucho mejor integrada y en general notamos una respuesta más positiva comparada con Windows 10.
Auto HDR, por ejemplo, es una función previamente exclusiva de las consolas, y su paso hacia el mundo de los computadores muestra también un deseo de Microsoft para pasar de vender juegos a vender un ecosistema. Esto obviamente también está capitalizado por Game Pass, que también está integrado en la aplicación de Xbox.
Hasta cierto punto, Windows 11 se siente como un intento moderno de Microsoft por unificar sus productos y empezar a ofrecer más completos que integran software o hardware. Con paquetes como Microsoft Edge, Microsoft 365, Xbox Game Pass o Microsoft Teams, Windows 11 es de cierto modo el primer sistema operativo que conecta y unifica estas piezas para crear una pintura completa.
Veredicto
Windows 11 no representa una revolución como lo fueron 7 o 10, lo que de cierta forma es positivo y negativo. Aunque 11 carece de funciones menores que 10 sí tiene, este listado es relativamente pequeño y muy seguramente sea reducido a medida que gana relevancia y tiempo en el mercado. El programa Windows Insiders también deja entrever que Microsoft está constantemente liberando actualizaciones para el sistema, lo que refuerza el compromiso de la compañía con su nuevo sistema.
Sin embargo, Windows 11 también se siente como una actualización menor. Aunque mejoras gráficas y en el diseño del sistema son agradables a la vista, esta es difícilmente una razón fuerte para abandonar un sistema tan robusto como Windows 10.
Es difícil tener un veredicto sobre un producto que tiene más potencial a futuro que cambios sustanciosos en el presente, pero lo que vemos definitivamente es un sistema más simple, elegante y unificado. Si su computador o portátil cumple con los requerimientos para actualizar, no vemos una razón verdaderamente fuerte para no hacerlo. Si su computador no es compatible, tampoco hay que preocuparse demasiado ya que Microsoft seguirá lanzando actualizaciones para Windows 10 hasta 2025.
Imagen principal: Microsoft.
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