La experiencia del cliente es más importante que nunca, como nos lo recuerdan los estudios de McKinsey que encontraron que el 70 % de las experiencias de compra se basan en cómo se sienten tratados los consumidores.
Por ello, millones de organizaciones en todo el mundo se están rediseñando para construirse alrededor del cliente, de sus necesidades, dolores y deseos. En otras palabras, estamos llegando a una era donde, más que los productos, lo importante son las experiencias y las emociones que generan.