¿Qué tienen en común la Inteligencia Artificial, la Transformación Digital y la Computación en la Nube? Si pensó en datos, acertó. Porque el planeta Tierra nunca había generado tanta información, y es en medio de este caos donde se encuentra la ventaja competitiva de las organizaciones. Para encontrarla es necesario partir de dos términos: Data Analytics y Big Data.
Para 2025, el universo digital del planeta generará más de 180 zettabytes de información, un número antes inimaginable. Por cierto, para darnos una idea de la magnitud de esta cifra, basta decir que en un solo zettabyte podemos almacenar 12.288 millones de vídeos 4K.
Y aunque este volumen de datos puede parecer una pesadilla, para los departamentos de sistemas, es al mismo tiempo el sueño dorado para los gerentes de mercadeo, porque en este diluvio de datos están escondidos los deseos de los clientes, el historial de la competencia y el surgimiento de las nuevas tendencias de consumo, entre otras posibilidades. Ese es el potencial del Big Data.
Pero Big Data no es solo gestionar mucha información, es aprovechar ese conocimiento para generar decisiones acertadas basadas en datos, constituyendo la base de las empresas hoy conocidas como Data- Driven.
Por ese motivo, en el corazón del Big Data hay un componente que se roba las miradas, y es el análisis de datos (Data Analytics), que en esencia es una herramienta que busca aprovechar el valor de esos gigantescos volúmenes de información usando sofisticadas tecnologías y modelos estadísticos.
Y es sobre Big Data que se construye otra tendencia que está más de moda que nunca, y es la Inteligencia Artificial, porque solo usando herramientas, como el Machine Learning, es posible procesar la increíble cantidad de información que se genera cada día, y solo usando grandes conjuntos de datos es posible entrenar los modelos de Inteligencia Artificial.
Y si miramos más allá de las empresas y el mercado, encontraremos que Big Data y la analítica no solo son un motor de eficiencia corporativa, también son una herramienta que está siendo usada para mejorar la calidad de vida en frentes como la medicina, el cambio climático, el transporte y la transparencia del sector público.
Por ello, la importancia crítica de generar culturas de datos que giren alrededor del conocimiento y cómo cuidar la calidad de la información, porque vivimos en un mundo de datos, y si no aprendemos a sacar provecho de ellos, alguien más lo hará.