Televisión vs. streaming, el ‘Batman vs. Superman’ del entretenimiento

¿Está la televisión condenada a morir frente a los servicios de streaming? ¿Cuáles son las diferencias, es el servicio o el dispositivo? Un tema de amplio debate.

Publicado el 08 Ago 2019

television o streaming,la batalla del entretenimiento

¿Ver contenidos como series o películas a través de un teléfono significa que estamos viendo televisión? ¿El formato está amarrado al dispositivo? ¿Que cadenas de televisión creen contenidos para diferentes formatos implica que todo es televisión? Finalmente, ¿qué es y qué no es televisión? ¿Está muriendo ante la hegemonía de nuevos servicios de streaming? Este tema prende interesantes debates en todas partes.

Pareciera que un buen segmento de las audiencias se inclina a pensar que la televisión está muriendo y que gracias a las nuevas plataformas será sustituida en poco tiempo. Lo que se puede ver es que hay variedad de actores, formatos y contenidos que al final del día lo que hacen es luchar por captar audiencias.

Pero, ¿qué diferencia a la televisión de los nuevos formatos y plataformas? Para Sadi Contreras, consultor independiente en televisión y medios audiovisuales, “la televisión es todo el contenido audiovisual que genere entretenimiento, diversión y consumo masivo, producido con formato profesional. Puede fragmentarse en televisión en vivo o en consumo por suscripción, señal distribuida por diferentes plataformas (TDT, Internet, cable, satélite, Iptv, etcétera)”.

La televisión, como la conocemos en el mundo y en Colombia, sigue siendo dominante (en cobertura, audiencia y publicidad). Sin embargo, hay que tener en cuenta que una cosa es el contenido y otra, la plataforma; una cosa es el consumo de televisión y otra, el consumo de vídeo, por lo que hay que hacer algunas aclaraciones para no meter todo en un mismo paquete.

[su_box title=”¿Qué es que?” style=”default” box_color=”#EC7063″ title_color=”#FFFFFF” radius=”3″ class=””]

TDT: la Televisión Digital Terrestre emplea señales digitales en lugar de las analógicas tradicionales de la televisión. Es gratuita y se consume a través de un televisor, no necesita conexión a Internet ni suscripción. 

IPTV: es la Televisión por Protocolo de Internet. Se usa la señal de televisión sobre conexiones de banda ancha, pero con el protocolo IP.  El diferenciador es que usa una red de distribución privada, la del operador de telecomunicaciones, y esto favorece la calidad. 

OTT: se refiere a ‘over-the-top’, son servicios en streaming a través de Internet, sin intervención de operadores tradicionales. Incluye servicios de vídeo, como IPTV, pero también audio, voz, mensajería y otros contenidos.

OSP: ‘Online communication Serivice Providers’, algo así como proveedores de servicios de comunicaciones en línea, tipo Skype, Facetime, Skype, Messenger, WhatsApp, Netflix, HBO Now, YouTube, entre otros.

Así las cosas, OTT está disponible en cualquier usuario en cualquier parte del mundo que tenga banda ancha, mientras que IPTV es exclusiva para los suscriptores.[/su_box]

¿Realmente está muriendo la televisión?

Como servicio, en Colombia por lo menos, no. Tal vez sea porque al estar inmersos en el ‘mundo digital’ parezca que todo el mundo está en el mismo canal y que sea el pan de cada día consumir contenidos audiovisuales a través de Netflix, pero saliendo de las ciudades el panorama es otro. Recordemos que los servicios OTT necesitan de conectividad, cuya cobertura no es del 100% en el país.

Según la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), en Colombia solo el 2% de los usuarios se ha movido a las plataformas de streaming como Netflix y la televisión sigue dominando. Actualmente en el país, el 13% de la población recibe únicamente la señal de televisión analógica.

[su_note note_color=”#EBF5FB” text_color=”#333333″ radius=”3″ class=””] Consulte el estudio ‘El rol de los servicios OTT en el sector de comunicaciones’ de la CRC.[/su_note]

Por otro lado, Netflix –el representante por excelencia de estos servicios– presentó sus resultados del segundo trimestre de 2019, que evidenciaron la pérdida de suscriptores por primera vez en 8 años. Las teorías del porqué son variadas: algunos dicen que puede ser por la pérdida de contenidos clave de su catálogo, que no se actualizan rápido o porque hay más actores en el mercado.

En cualquier caso, su posición no es dominante ni segura; de hecho, a pesar del ‘boom’ de las estadísticas de audiencia, Netflix está gastando más de lo que recibe. Incluso, la empresa ha compartido que tendrá un control de gasto mayor en la creación de sus contenidos.

Para abril de 2019, Claro, Tigo y Directv sumaron el 80,5% de suscriptores, más de 4,74 millones de usuarios, de un total de 5,9 millones en todo el país, según la Autoridad Nacional de Televisión (ANTV).

La batalla del entretenimiento

Dejando de lado los aspectos técnicos hay que ver también los legales. Aquí, al igual que pasa con transporte y la disputa con aplicaciones como Uber, pasa algo similar. Los canales de televisión tienen una regulación, las OTT tienen otras. Ambos buscan conquistar audiencias, pero las condiciones no son las mismas.

Solo por citar un ejemplo, no se incluye una regulación para las OTT en la ley de modernización del sector TIC (conocida como Ley TIC), porque al ser servicios por Internet no hacen uso del espectro radioeléctrico. Mientras tanto, los actores tradicionales pagan licencias para operar. De otro lado, lo que sí fomenta la Ley TIC es la producción de contenidos multiplataforma de interés público y cultural.

La televisión es el principal medio de consumo masivo. La preocupación son los peligros que se visionan con el ingreso de plataformas extranjeras, con contenidos extranjeros, sin ningún tipo de regulación; porque afecta la industria nacional, no existe equilibrio de cargas tributarias; desempleo, desmejoramiento del contenido nacional, pérdida de valores e identidad cultural en el tiempo y muchas otras consecuencias que sobrellevan el no regular para equilibrar el contenido nacional con el extranjero, al igual que la comercialización de plataformas.

Adicionalmente, en Colombia mediante la Ley TIC se trasladó el manejo del único fondo para la promoción y producción de contenidos audiovisuales al Fontic, que es un fondo para desarrollo de contenidos TIC, es decir apps, manejada por ingenieros TIC, que poco podrán entender de la importancia del desarrollo de los contenidos audiovisuales, no solo para la preservación de la identidad y los valores propios como cultura, sino también para la industria de la producción nacional o regional.

Sadi Contreras.

De aquí surgen otras disputas. Por ejemplo, si un canal paga –millonarios– derechos de transmisión de determinado evento deportivo, pero al mismo tiempo está en disponible en alguna OTT que no paga estos derechos, ¿qué pasa ahí? El canal aboga por bloquear estos sitios, pero a su vez esto pelea con otros derechos, como el de acceso a la información, derechos de autor, con la neutralidad en la red y otros tantos.

Esto mismo sucede con otros servicios. El ejemplo más claro es el de las llamadas de voz a través de WhatsApp, que, aunque depende de la conectividad, ofrece un servicio similar al de un operador que sí está en otro régimen.

La clave está en el contenido

Las nuevas tecnologías y el comportamiento del consumidor promueven cambios caracterizados por una mayor posibilidad de elección, mercados audiovisuales globales y nuevas oportunidades para los creadores de contendido.

Conclusión del estudio ‘El rol de los servicios OTT en el sector de comunicaciones’ de la CRC.

Los cambios constantes de hábitos de consumo y tecnologías están obligando a los distintos actores a tomar medidas para conquistar la atención (y los bolsillos) de las audiencias; y esto se logra con contenido, ya sea a través de un teléfono, un televisor, una tableta o un computador.

Estos jugadores no solo deben ofrecer programas como lo hacen los canales de televisión y de cable, creando contenido original. A su vez, los canales tradicionales (o incluso gigantes como Disney, cuya suscripción está por debajo de la tarifa de Netflix) están metiéndose en el streaming de video por Internet. Todos tienen varios retos por delante.

Foto: creado por freepik (Freepik)

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Sandra Defelipe Díaz

Soy periodista, productora, formadora y emprendedora digital, y tengo el orgullo de ser la integrante más antigua de Impacto TIC, lo que ha hecho que este sea mi principal espacio de formación continua. También les tengo historias de capoeira, cultura y de Tenjo, Cundinamarca. Sandra fue periodista de Impacto TIC desde antes de su fundación hasta 2022, y sigue colaborando.

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