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Teléfonos plegables, ¿por qué son tan costosos?



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En los últimos meses, los teléfonos plegables están por todos lados: desde el Oppo Find N2 de Oppo, el Razr 40 Ultra de Motorola y el Samsung Galaxy Z Flip 5. La oferta de plegables es considerada una moda en ascenso, ¿pero cuál es su secreto?

Publicado el 31 jul 2023



Telefonos plegables Motorola Razr 40 Ultra

Con apenas semanas de diferencia, en Colombia se realizaron los lanzamientos de la última línea de teléfonos plegables de Motorola (Razr 40) y de Samsung (Galaxy Z 5), equipos cuyos topes de gama superan los 8 millones de pesos.

A grandes rasgos, la diferencia de esta nueva generación de plegables, comparada con sus predecesores, viene representada por una pantalla externa más grande, especialmente útil a la hora de hacer selfies, y por incluir nuevos procesadores de mayor capacidad de cómputo.

Si los diferenciamos un poco, encontramos que Motorola tiene como gran diferencial un software prácticamente puro, pues es el mismo de Android diseñado por Google sin capas adicionales que puedan entorpecer su desempeño.

Mientras, por el lado de Samsung, encontraremos que usan el último procesador de Qualcomm de alto desempeño, el Snapdragon 8 generación 2, que promete resolver los problemas de calentamiento que sufría la primera versión de este chip.

Pero estos son apenas dos ejemplos; hay ofertas plegables de Oppo, de Huawei e incluso se rumora que Apple viene trabajando en su propia versión.

Se trata de un tipo de producto con sus ventajas y desventajas, pues uno de sus argumentos es que al tener una pantalla más grande permiten aumentar la productividad de sus usuarios. Sin embargo, solo hay una certeza y es que apenas está empezando la era de los plegables y que moverá mucho dinero.

Tendencias y cifras

La moda de los teléfonos plegables no disminuirá en los próximos años, al menos según los analistas que prevén un mercado global de más de 54.050 millones de dólares para 2028.

Estas cifras son aún más destacables cuando consideramos que los teléfonos plegables apenas representaban un 0,7% del mercado de teléfonos inteligentes en 2021, pero se estima que abarcarán un 10% de este nicho en 2030.

Son dispositivos costosos pero su precio no solo está determinado por su novedad, también porque su construcción no es tan sencilla. Se trata de un reto en el que se viene trabajando desde hace años, como nos lo demuestran los bordes del Samsung Galaxy Round o el LG G Flex en 2013, porque las pantallas de estos dispositivos no son tan sencillas como aparecen.

Tecnología y pantallas

Hasta hace un par de años, los teléfonos usaban tecnología LCD (Liquid-crystal display), usando varias capas que iban desde un filtro de color hasta una capa de cristal líquido capaz de alterarse según el uso de cargas eléctricas. La capa final que encapsulaba todo era de vidrio sólido e inflexible.

Posteriormente llegó otra tecnología llamada OLED (Organic Light Emitting Diode) que, entre otras ventajas, ya no necesitaba una fuente de luz posterior y permitía encender cada uno de sus píxeles de forma independiente. En otras palabras, no necesitaba un “cañón” de luz que los iluminara.

Lo importante en ambos era la capa que determinaba el color (sustrato), tradicionalmente construida en vidrio y posteriormente impresa en plástico, más exactamente en un material conocido como poliamida. Esto permitió que se construyeran dispositivos plegables que empezaron a llegar al mercado entre 2018 y 2019.

Dichos pliegues podían ser internos, pantallas que se doblan hacia adentro como los Samsung o los Motorola, o podía ser un pliegue externo como el usado por los Huawei Mate X.

Las primeras generaciones de pantallas con pliegues internos solían dejar ver una pequeña curvatura en el pliegue, pero tenían como ventaja que protegían la pantalla al cerrarse; los externos la dejaban más vulnerable pero parecían verse mejor al estar desplegados.

Bisagras y otros elementos

Otro elemento que justifica el precio de estos equipos parece una tontería, pero no lo es: hablamos de la bisagra. Porque no basta con tener pantallas capaces de doblarse, estas deben ser resistentes a lo largo del tiempo, al igual que el resto del equipo.

Cuando se lanzó el Galaxy Fold en 2019, se decía que estos equipos podían soportar hasta 200.000 dobleces, que representaban el promedio de vida de un celular a lo largo de cinco años. Imagine el desgaste no solo en la pantalla, sino también en el equipo.

Además, estas bisagras no solo vienen diseñadas para abrirse en un único ángulo; muchas de ellas presentan varios niveles de inclinación según el modelo de uso. A esto debemos sumarle que hablamos de equipos cuyo grosor se mide en milímetros.

Tendencias a futuro

Siendo francos, apenas estamos al comienzo de la era de los plegables, por lo que veremos mejoras y nuevos conceptos. Una muestra son las pantallas enrollables como la provista en el televisor OLED R de LG que veremos en algunos años en los teléfonos.

Otra muestra son los teléfonos con múltiples pliegues que permiten dividir la pantalla en tres o más partes para ofrecer mejores experiencias de portabilidad y visibilidad, como lo demuestran algunos conceptos de Samsung.

Otra tendencia a futuro será que bajarán de precio, aunque todavía no es fácil establecer una fecha; la masificación de un producto, aunque se reduzca el margen individual, será compensado por ventas masivas y eso pasará con los plegables.

¿La pregunta final sería, usted ya tiene uno o está esperando otra generación?

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