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Proyecto Amore, cuando los datos ayudan a la movilidad de los pacientes



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La tecnología es más que conceptos abstractos de procesos y negocios; son ejemplos concretos como el proyecto Amore de la Universidad del Valle, un ejemplo de cómo una gestión de datos puede salvar vidas. Conozca el caso liderado por Ciro Jaramillo Molina de la Universidad del Valle.

Publicado el 6 de jun de 2024



Ciro Jaramillo Molina del proyecto Amore

El proyecto AMORE (Análisis con Macrodatos para Orientar Resultados de Equidad) es un ejemplo del uso de la tecnología para enfrentar las crisis en Colombia y sus regiones de la mano de la academia.

Recordemos que la ubicación de entidades prestadoras de servicios de salud en ciudades como Cali trae consigo una dificultad adicional para los pacientes, especialmente aquellos con enfermedades crónicas que requieren usar frecuentemente servicios ambulatorios y se ven obligados a incurrir en viajes prolongados y costosos para procurarse dichos servicios.

Esta problemática tiene implicaciones tanto en la calidad de vida como en las finanzas de los pacientes y sus familias, especialmente en una ciudad segregada como Cali, donde la concentración de los servicios lejos de las áreas más pobladas amplifica las desigualdades de salud y justicia social.

Al respecto, un trabajo conjunto con investigadores nacionales e internacionales, cuyos resultados fueron publicados en la revista “The Lancet Regional Health – Americas”, evidencia cómo la inequidad en términos de accesibilidad se amplifica por la congestión del tráfico. Además, destaca la necesidad de replantear la relación entre la ubicación de tales entidades prestadoras de servicios y los lugares donde más se requieren.

Por ello, en 2020, el médico e investigador Luis Gabriel Cuervo, doctorando de la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro correspondiente de la Academia Nacional de Medicina de Colombia, decidió utilizar sus contactos y redes nacionales e internacionales para ponerlas al servicio de un propósito claro: apuntar a soluciones que evidencien las inequidades que la congestión del tráfico amplifica y buscar soluciones que pongan los servicios al alcance de los usuarios.

Así nació el proyecto AMORE (Análisis con Macrodatos para Orientar Resultados de Equidad), iniciativa de su investigación doctoral en Metodología de la Investigación Biomédica y Salud Pública, bajo la dirección del profesor e investigador de la Escuela de Ingeniería Civil y Geomática de la Universidad del Valle, Ciro Jaramillo Molina, con la codirección de la profesora e investigadora Eliana Martínez-Herrera, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Antioquia.

Cali: la elegida por Amore

En el proyecto participaron, además, investigadores y académicos de España, Estados Unidos, Perú, Canadá y Colombia. De esta forma, Cali se convirtió en el lugar donde se realizó el estudio, debido a la disponibilidad de datos abiertos y la cercanía que Luis Gabriel Cuervo sentía con el lugar, pues allí realizó sus estudios de especialización en Medicina Familiar y su certificación en el Programa Avanzado de Administración en Salud.

El proyecto tenía como base la co-creación con los usuarios de la información y los beneficiarios de una plataforma para la visualización de datos. Contaba con un antecedente del 2020, cuando otro proyecto colaborativo quedó finalista en la convocatoria Data Science for All (DS4A) del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), junto con IQuartil SAS, una compañía de analítica de datos.

El resultado convenció a Luis Gabriel Cuervo de que su tesis doctoral podría desarrollarse en la misma línea, enfocada en tres servicios esenciales de salud: servicios de urgencias de alta complejidad (hospitales de nivel 3), hemodiálisis y radioterapia.

El proyecto involucró a los actores relacionados con la problemática, desde pacientes hasta personas a cargo de la formulación y puesta en marcha de políticas públicas, pasando por académicos, investigadores, usuarios y prestadores de los servicios.

“Esa visión global es muy interesante, porque en el artículo publicado hay muchas personas de muy distintos sectores y muy distintas perspectivas, y se logró una construcción colectiva para poder valorar un problema que aparentemente sería solo del sector de la salud”, cuenta el profesor Ciro Jaramillo Molina.

Bases de datos y su aplicación al modelo DSTAM

La investigación aprovechó datos abiertos del censo nacional de 2018 y midió los tiempos de viaje de dos semanas, en los meses de julio y noviembre del 2020, cuando Colombia vivía las consecuencias de la pandemia producida por el COVID-19 y el correspondiente confinamiento.

El proyecto Amore planteó nuevas formas de abordar la información. En lugar de utilizar la unidad de análisis geográfica relacionada directamente con los barrios de la ciudad, utilizó las Zonas de Análisis de Tráfico (TAZ, por sus siglas en inglés), un concepto propio de la ingeniería de datos, con el propósito de trabajar con cifras mucho más exactas, ya que el número de TAZ es mucho mayor que el de barrios en el territorio.

Otra de las particularidades con las que se abordó este estudio fue la de reubicar el centro geográfico de la unidad espacial, de tal manera que este no correspondiera únicamente a la ubicación geográfica, sino que diera cuenta del sitio donde se concentraba la mayor densidad de habitantes.

Luego de esto, el modelo trabajó con medidas de accesibilidad y contorno de oportunidades acumuladas, a partir de isócronas (líneas en un mapa que describen las áreas y la igualdad en tiempo de un viaje específico dentro de un territorio).

Los datos de la población y los servicios se cruzaron con los de los tiempos de viaje obtenidos de la API “Distance Matrix” de Google con apoyo de IQuartil. Esto permitió aprovechar macrodatos (Big Data) para simular los tiempos de viaje, dispuestos de manera dinámica en nueve niveles de congestión de tráfico, desde el flujo libre hasta la congestión pico.

La simulación tenía el propósito de medir los tiempos de traslado desde los TAZ de residencia a los de los servicios de hemodiálisis, en cualquier momento del día, bajo una base ideal de hasta 20 minutos de viaje.

Este tipo de análisis de información, conocido técnicamente como ‘mediciones dinámicas de accesibilidad espaciotemporal’ (DSTAM), le permitió al equipo investigador un nivel de dinamismo tal que fue posible hacer una evaluación en cualquier momento del día, no solo en las horas pico, abriendo la posibilidad de considerar diversidad de escenarios en asuntos relacionados con las velocidades de traslado, niveles de congestión, coberturas y niveles de equidad a la hora de acceder a servicios de hemodiálisis en Cali.

Así se reveló que, para la mayoría de la población, los viajes son prolongados cuando hay tráfico y que la congestión afecta diferencialmente a poblaciones según sus características sociodemográficas. Por ejemplo, la congestión reduce mucho más la accesibilidad de los residentes en viviendas de estratos económicos bajos (1 y 2).

Otra novedad es que el estudio apuntó a los sectores de la ciudad donde la instalación de nuevos servicios de hemodiálisis optimizaría la accesibilidad, midiendo el impacto que tendrían para la comunidad.

Los lugares arrojados tras el análisis fueron relativamente consistentes. En la medición de julio, el sitio idóneo fue el barrio Alirio Mora Beltrán, en el Distrito de Aguablanca, y Parcelaciones del Pance, en el extremo sur de la ciudad; al repetir las mediciones en noviembre, con menos congestión, los sitios óptimos migraron ligeramente hacia Marroquín III, en el Distrito de Aguablanca, y San Joaquín, en el sur de Cali.

Los sectores óptimos fueron relativamente estables. El estudio indicó que instalar servicios de hemodiálisis que puedan ser utilizados por los residentes de estos sectores incrementaría notablemente la accesibilidad, logrando que muchos más usuarios alcanzaran un servicio de hemodiálisis en auto, en un viaje inferior a 20 minutos, y reduciendo enormemente las inequidades.

Una praxis cercana a la comunidad

El proceso de investigación, pese a realizarse en tiempos de pandemia, procuró ser cercano a la comunidad. Como ejemplo de tal cercanía, y de la conciencia ante las complejidades que los tratamientos de hemodiálisis implican para pacientes con insuficiencia renal, en el equipo participaba un integrante que había vivido en carne propia las dificultades derivadas de este procedimiento, el abogado y asesor jurídico Felipe Piquero, lo que les permitió tener mayor entendimiento de la problemática.

Dicha apuesta por una praxis cercana a la comunidad significó que, durante la investigación, se tendieran puentes de comunicación que consideraron a demás integrantes de la sociedad civil, como multinacionales encargadas del suministro de medicamentos y servicios, redes de pacientes, integrantes de la Secretaría de Salud y Planeación de Cali, y epidemiólogos y salubristas, para recibir de ellos comentarios que les permitieran mejorar la forma de realizar la investigación.

Este trabajo colaborativo y basado en la comunidad se ve evidenciado en cómo se escribió el artículo de investigación, ya que en él hay un acento mayor en las implicaciones del estudio para la sociedad, y no tanto en las ecuaciones y aspectos técnicos, lo que contribuye a que cualquier persona, incluso sin educación formal en la materia, pueda entenderlo.

“Él me decía que las fórmulas no las entendía nadie. Que las entendían los técnicos, pero que si lo que queríamos era impactar a un actor decisivo, no iba a servir. Para él lo importante es qué se muestra y cómo se va a mostrar, qué impacto puede tener en las clases dirigentes y decisorias”, opina el profesor Ciro Jaramillo Molina sobre la decisión tomada por Luis Gabriel Cuervo, como líder del proyecto AMORE.

Usos derivados del modelo DSTAM y el posible impacto en la política pública

Según la perspectiva del profesor e investigador Ciro Jaramillo Molina, aunque este modelo se usó para abordar problemas relacionados con la salud pública, tiene la ventaja de utilizarse en áreas como la educación, el empleo, el deporte y la recreación y la respuesta a emergencias, entre otros.

“Este tipo de trabajos, que vienen en auge ahora a nivel mundial, permite que la ciudad esté a tono con lo que en realidad se busca, que es medir la equidad, si se adopta este tipo de estudios y estrategias”, opina y añade que la publicación de este tipo de estudios, que ponen en evidencia las inequidades en materia de prestación de servicio de hemodiálisis para la población de Cali.

Una situación que podría llevar a que la administración considere “la posibilidad de construir un nuevo hospital o repotenciar uno que esté muy cercano, brindando ese tipo de servicios. Estas son políticas que uno piensa que serían interesantes, no solo con nuevos equipamientos, sino con la mejora de los servicios, porque hay instalaciones que ya existen, pero el servicio no es prestado. La accesibilidad nos permite medir eso”.

El estudio deja una nota de optimismo al demostrar que, con acciones decididas del gobierno local y los prestadores de servicios, es posible transformar la accesibilidad de los servicios de hemodiálisis, si se ubican servicios que estén abiertos a la población necesitada, especialmente en el este de la ciudad de Cali. Esto mejoraría notoriamente la accesibilidad y la justicia social.

Si le interesa contactar a los investigadores o conocer más sobre el proyecto, escriba a la Oficina de Comunicaciones Facultad de Ingeniería: comunicaingenieria@correounivalle.edu.co

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