Comercio electrónico, educación digital y trabajo híbrido son solo algunos de los conceptos que se han consolidado en los últimos dos años. En este contexto, las organizaciones de todos los tamaños y sectores han venido acelerando sus procesos de transformación digital, lo que implica la adopción de ciertas tecnologías digitales que impactan directamente en la forma de trabajar.
Estamos inmersos en plena era digital. La mentalidad, los usos, las costumbres de la población y la educación cambiaron al punto de que estamos frente a una auténtica revolución tecnológica en el mercado laboral. La automatización está transformando procesos industriales; el análisis de datos en tiempo real está cambiando para siempre la manera de analizar los negocios y tomar decisiones y el avance del desarrollo de software está generando oportunidades para todos los sectores de la economía, al punto que hoy desde la ferretería de la esquina hasta los conglomerados empresariales más importantes del país necesitan directa o indirectamente de algún equipo de programación interna o externa para mantenerse en el mercado.
Colombia tiene una oportunidad única en este momento: invertir en educación de calidad para el trabajo en tecnología y así formar una clase media digital. La profundización de la transformación digital de la economía y la nueva forma de trabajar, sumados a tener una población joven con un acceso a Internet aceptable y un nivel salarial bajo frente a países desarrollados, hacen que el país, y en general Latinoamérica, tengan el potencial de convertirse en una fuente relevante de talento en tecnología (desarrollo de software, análisis y ciencia de datos, ciberseguridad, etc.) para compañías locales, regionales y de todo el mundo.
La oportunidad es ahora y ya algunos jóvenes la vienen materializando. Los salarios en el sector de tecnología incrementaron sustancialmente en los últimos dos años, y existe una competencia descomunal por la contratación de programadores de software para trabajar en compañías como Rappi, Addi, Habi, Tul, Frubana, La Haus, Nubank, Merqueo, Ualá, Laika o tantas otras empresasnativas digitales de la región. La Necesidad imperiosa de las compañías de encontrar estos talentos es global. Por esto, las personas que cuentan con habilidades como saber programar, si complementan sus perfiles con saber inglés, pueden recibir ofertas que incluyen horarios flexibles, vacaciones ilimitadas, trabajo 100% remoto y por supuesto salarios de miles de dólares al mes.
El potencial impacto de esta nueva clase media digital es inmenso. Según Microsoft, en Colombia se podrían generar 2 millones de nuevos empleos digitales entre 2021 y 2025. Esto implicaría ingresos agregados de cerca de 25 mil millones de dólares al año. Es decir, el talento digital en el país tiene el potencial de contribuir a la economía un valor similar a los ingresos consolidados de Ecopetrol durante el año 2021 (97.1 billones de pesos).
Sin embargo, esta potencial bonanza tecnológica solo se podrá materializar si se invierte en educación digital de calidad. Es decir, los esfuerzos tanto del sector público como del privado deben enfocarse en brindarlos mecanismos para facilitar el acceso masivo a: (i) equipos y conectividad confiable, (ii) apoyo financiero para los potenciales estudiantes y (iii) proveedores de calidad en educación digital.
En los últimos cinco años, de acuerdo con el Colombia Tech Report 2021, nuevas compañías digitales en Colombia han recibido inversión de fondos de capital de riesgo por cerca de 3 mil millones de dólares. Estas compañías están buscando disrumpir desde el sector bancario hasta el logístico. Toda la economía empieza a ver los efectos: mayores ventas online, mayor consumo de Internet, aumento en pagos digitales, aplicaciones para tenderos, bancos digitales, etc. Todo este crecimiento de la economía digital depende del aumento y la calidad del talento necesario para soportarlo. Y el éxito de todos estos emprendimientos que han recibido recursos de inversión en los últimos años depende en buena medida de que Latinoamérica tenga una clase media creciente, con ingresos estables y trabajo formal. Es decir, una clase media digital.
Desde Digital House venimos impulsando este proceso junto con Mercado Libre y Globant a través de becas para Certified Tech Developer. Este programa está diseñado en conjunto por estas tres compañías a la medida de las necesidades actuales en talento para primer empleo en tecnología. Es decir, jóvenes de todo el país pueden tener la oportunidad de conseguir un trabajo en desarrollo de software, análisis de datos, infraestructura de red o QA después de un año de cursar el CTD. Es por eso que vamos a ofrecer 400 becas parciales para que estudiantes colombianos puedan cursar este programa. Certified Tech Developer es la puerta de entrada para muchos jóvenes al mundo tech. Esperamos recibir mucho interés de hombres y mujeres de todas las regiones del país para participar en este programa de becas. Y ojalá otras compañías también se animen a invertir en educación digital de calidad para apostarle a la juventud del país y construir la clase media digital del siglo 21.
Imagen de StockSnap en Pixabay