En medio de ANDICOM, Blake Johnson subió al escenario para hablar de un tema del que se espera mucho, pero aún existen muchas inquietudes: la computación cuántica, una tecnología que promete cambiar el paradigma binario en el cual se basa la informática tal como la conocemos.
Porque la computación moderna se basa en la lógica binaria, según la cual existen solo dos opciones: ceros y unos. De esta forma, se construyen verdaderas ciudades con miles de millones de transistores basados en una unidad llamada bit, que representa la mínima información posible.
Pero la computación cuántica es más flexible y parte de una unidad llamada qbit (o bit cuántico), donde las unidades básicas no solo pueden ser ceros y unos, sino que también pueden ser uno y cero al mismo tiempo o una probabilidad entre ambos.
Aunque suene confuso y un poco abstracto, esta tecnología tiene aplicaciones concretas, especialmente en la criptografía, donde podría cambiar la forma en que opera la ciberseguridad en el mundo, o en la forma en que se modelan y crean nuevas moléculas o incluso en la predicción climática.
Sin embargo, al preguntarle a Johnson sobre la posibilidad de que la computación cuántica reemplace la computación tradicional, se muestra reticente:
“Los ordenadores cuánticos computan de forma diferente a los ordenadores clásicos. Cuando se intenta simular el comportamiento de un ordenador clásico en un ordenador cuántico, se puede hacer, pero lo hace más lento o tiene ciertas restricciones. Así que si ya tienes un buen método para resolver un problema, el ordenador clásico será la mejor opción”.
Pero a pesar de estas restricciones, el mercado de computación cuántica crece a pasos agigantados y se espera que genere más de 143.440 millones de dólares en 2032, sobrepasando con creces los 13.670 millones del 2022.
Si quiere conocer más al respecto, lo invitamos a que vea nuestra videoentrevista.
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