Si al escuchar el término ‘firma digital’ usted se imagina su autógrafo estampado en un papel y escaneado para incluirlo luego en otros documentos… bueno, por ahí no es la cosa. De hecho, en Colombia no hay una ley que reconozca el valor legal de una firma escaneada.
Por definición, la firma digital es “un valor numérico que se adhiere a un mensaje de datos y que, utilizando un procedimiento matemático conocido, vinculado a la clave del iniciador y al texto del mensaje permite determinar que este valor se ha obtenido exclusivamente con la clave del iniciador y que el mensaje inicial no ha sido modificado después de efectuada la transformación“. Así está definido en la Ley 527 de 1999… y como sabemos que en lugar de aclararle las cosas quedó un poco más confundido, vamos a ponerlo en los siguientes términos.
Resulta que usted pidió un préstamo al banco y para que se lo aprueben tiene que firmar un documento. Entonces tiene que ir hasta la oficina o enviar un mensajero para que recoja el papel, estampar su firma física con un bolígrafo y devolverlo. Pero resulta que por la pandemia –para bien o para mal, ahí tenemos al COVID-19 para echarle la culpa de todo–, usted no puede desplazarse y le gustaría que existiera un mecanismo para validar su identidad de manera digital, sin necesidad de moverse de su casa para ir a firmar.
Estamos hablando de un código que se puede insertar en un documento electrónico, tan seguro que solo usted pueda realizar este procedimiento, y que esté respaldado por una Entidad de Certificación Digital. Esto último significa que el mecanismo no solo será válido frente al banco en el que usted realiza el procedimiento que se usa como ejemplo, sino que tendrá reconocimiento jurídico en el ámbito nacional.
El punto medio entre la ley y el caso es la definición que da Daniel Medina, CEO de Olimpia IT, empresa que recientemente lanzó el servicio de firma digital para ciudadanos Mi Firma: “Una verdadera firma digital es un conjunto de datos numéricos que permiten verificar al autor del mensaje, al mensaje mismo y confirmar que este no ha sido modificado o alterado desde que se suscribió”.
La firma digital, como ya lo mencionamos, tiene validez jurídica, de manera que se puede usar para firmar contratos laborales, comerciales, de arrendamiento, autorizaciones, pagarés y otro tipo de documentos. Hasta ahora, recuerda Medina, este mecanismo era usado en el mundo corporativo (empresas, bancos, la Dian); la novedad del anuncio de Mi Firma es que ahora está disponible para cualquier ciudadano mayor de 18 años.
Para hacer uso de ella, las personas interesadas deben ingresar a mifirma.co, donde podrán realizar el proceso de registro de la firma previa validación con la base de datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil. Luego recibirán un certificado digital que es válido en Colombia. El servicio se puede utilizar desde dispositivos como computadores, tabletas o incluso smartphones. Aunque el sistema todavía pide una firma manuscrita durante el proceso de registro, lo realmente válido es el certificado digital. El siguiente es el video con el que Mi Firma promociona sus servicios, que se entiende mejor que con más que mil palabras:
En su primera etapa, Mi Firma espera entregar 10 millones de firmas digitales a los ciudadanos. Las 5 primeras firmas de cada usuario serán gratis y de la sexta en adelante estarán disponibles planes desde 22.500 pesos.
Olimpia IT es una entidad certificadora que se rige por estándares internacionales en materia de procesos y seguridad, que incluyen mecanismos de encriptación y verificación de identidad, entre otros.
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“En Mi firma, la validación de identidad se realiza una sola vez durante la etapa de registro, en la cual tenemos incorporados hoy dos factores de identificación, estos son: la clave dinámica (OTP) que valida la propiedad sobre el correo y celular registrado, y también la validación contra el Archivo Nacional de Identificación (ANI). En las próximas actualizaciones se va a incluir en esta etapa la tecnología de biometría de reconocimiento facial para robustecer el proceso, además de servicios que permitan cotejar la autenticidad del número de celular registrado. Una vez realizada la autenticación en el proceso de registro se emite el certificado digital de persona natural. Este certificado ya lo identifica y por eso para el proceso de firma sólo se va emplear un PIN asociado al certificado digital“.
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El desarrollo de Mi Firma se realizó en Colombia. A pesar de que en el país la firma digital respalda la validez jurídica de los documentos, no sobra que antes de utilizarla verifique que los procesos y entidades o instituciones que participan en él tengan cómo validar este mecanismo.
Cabe anotar que el registro de la firma digital no es un proceso que se realice a través de un único operador y que, de hecho, una misma persona puede tener su firma registrada a través de diferentes proveedores, según explica el CEO de Olimpia IT. El valor agregado que ofrece este nueve servicio es llevar esta modalidad a los ciudadanos ‘de a pie’. Olimpia IT cuenta con un canal para atender las consultas de los usuarios y las posibles denuncias por robo de identidad.
