Mientras el mundo celebra el Día Mundial de la Educación , este 24 de enero, los colegios y universidades, de Colombia, se aprestan a regresar a la presencialidad, pero la pandemia y la tecnología nos cambió. ¿Qué aprendimos y para dónde vamos en la Transformación Digital de este sector?
Tanto se ha hablado de Transformación Digital que, a ratos, parece un cliché, una frase de moda. Algunos la sacan de contexto y creen que consiste solo en aplicar tecnología. Lo cierto, es que es mucho más que eso e involucra cambios culturales y organizacionales en infinidad de sectores. La educación es un ejemplo palpable.
A inicios de la pandemia, en 2020, más de 1.200 millones de niños, en edad escolar, debieron ser regresados a sus casas por el Cóvid-19. Para no retrasar su proceso educativo, los gobiernos decidieron echar mano de todas las herramientas, entre ellas la tecnología, pero existía un pequeño problema: la desigualdad en el acceso.
La brecha digital fue más relevante que nunca en la pandemia y atrasó la educación de millones de niños. Organizaciones como Human Rights Watch, publicaron estudios detallados para denunciar lo que estaba pasando y como la desigualdad en el acceso a la red estaba perjudicando especialmente a los menos favorecidos.
Para hacerle frente a esta crisis, los gobiernos aceleraron sus planes para impulsar la penetración de Internet. En el caso de Colombia, por ejemplo, programas como “Hogares Conectados” llevaron esa bandera con varios logros y falencias.
Nicolás Schenquerman, Regional Manager del emprendimiento educativo Matific para LATAM, afirma al respecto: “Los números hablan por sí mismos, e invitan a debatir en profundidad la problemática y a actuar, con urgencia, en buscar de posibles soluciones que tengan como objetivo la recuperación del aprendizaje a corto y largo plazo. El mundo y específicamente la región de América Latina y el Caribe, pide a gritos invertir en el presente y futuro de los niños, niñas y jóvenes postergados, por ello es clave hacerlo en educación”.
Actualmente, en 2023, y si bien, la pandemia parece ceder terreno hay una enseñanza que quedó clara: la Transformación Digital en la educación es más necesaria que nunca. Y por cierto, esta Transformación Digital es mucho más que simples clases virtuales involucra todo un ecosistema.
Algunos ejemplos y aplicaciones
La Transformación Digital de la educación es un mercado grande, hablamos de más 125.000 millones de dólares proyectados para 2031, porque no solo se trata de crear aulas virtuales, estamos hablando de un nicho que incluye desde la seguridad física, y digital, de los campus hasta la implementación de plataformas de Inteligencia Artificial.
Muchas de estas tendencias llevan años de desarrollo, mientras otras hasta ahora están sonando como novedades en el ambiente educativo. Algunas son más conocidas por su relevancia en otras industrias. Pero sin más preámbulos las que más se destacan son:
El Metaverso
Está sonando por todas partes, desde los ambientes de oficina hasta los videojuegos, el Metaverso es la apuesta de gigantes tecnológicos como Meta (antes llamado Facebook) que ven en este modelo tecnológico, que intenta llevar nuestra cotidianidad hasta el mundo virtual, como el futuro.
Su impacto en la educación puede ser enorme. Estudios de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y de Stanford, lo prometen. El uso de tecnologías de realidad mixtas (realidad virtual y realidad aumentada) pueden convertirse en una verdadera revolución educativa gracias a su capacidad de inmersión e interactividad.
Piense por ejemplo, en poder mostrarle, en 3D, un dinosaurio a los estudiantes y como este camina entre las sillas del aula. O como ya está haciendo, enseñar cirugía mostrando a los estudiantes modelos 3D de los órganos.
Inteligencia Artificial (IA) y analítica
Se trata de otra frase que promete convertirse en moda y es que está en todas partes: la Inteligencia Artificial. Por esa misma flexibilidad, la IA puede usarse en campos repetitivos que quitan tiempo a los docentes, para que estos presten mayor atención al alumno. De esta forma, la IA puede usarse para tareas tan rutinarias como calificar exámenes y comprobar asistencia off y online.
Pero eso no es todo, la IA también puede diseñar tutorías personalizadas de acuerdo a las debilidades de cada estudiante, también puede generar alertas al profesorado sobre el comportamiento de sus alumnos. Es más, puede comparar el desempeño de todos los profesores para que la dirección, de cada centro educativo, los fortalezca.
Internet de las Cosas (IoT)
La educación va más allá de los estudiantes, y los profesores, también implica una administración de recursos y ya es bien sabido que muchos dispositivos se están volviendo inteligentes. Por ello, el IoT se está abriendo paso en los colegios y universidades.
Piense por ejemplo en interruptores inteligentes que apaguen los pasillos y aulas cuando no haya nadie, en el riego de las unidades deportivas, en las cámaras y sensores del sistema de seguridad. El Internet de las Cosas lo está cambiando todo, incluyendo los colegios.
La nube y sus plataformas
Otra cambio en los sistemas educativos viene en la forma de acceder al contenido y, en este plano, la nube es la gran beneficiada. Gracias a sus ventajas de costos y disponibilidad (7 por 24 ), la nube se ha convertido no solo en una herramienta de diferentes escuelas y universidades ya conocidas, también ha permitido el surgimiento de nuevos jugadores y plataformas de micro videos.
Tome por ejemplo nombres como Coursera, Udemy, Skillshare, Masterclass o Platzi, por solo mencionar algunas. La educación en sistemas no convencionales ha crecido tanto que algunas empresas no ven impedimento en contratar trabajadores hábiles y empíricos. En otras palabras, estas plataformas van a seguir creciendo y diversificándose.
Pero estas tendencias son apenas la punta del iceberg, la educación está cambiando día a día con base en la conectividad, en la mayor penetración de dispositivos inteligentes (como teléfonos) y en el Big Data. Aún faltan años, para ver las consecuencias de esta Transformación Digital en la educación pero las cosas pintan bien. por ahora, lo importante es seguir cambiando.
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