4 desafíos del aumento de la población y tecnologías que buscan resolverlos

En el Día Mundial de la Población, presentamos los desafíos que el aumento del número de humanos que habita la Tierra acarrea y algunas tecnologías que se presentan como solución.

Publicado el 11 Jul 2019

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Desde 1989, cada 11 de julio se celebra en el mundo el Día de la Población, un evento con el que se pretende centrar la atención en la urgencia e importancia de las cuestiones relativas a la cantidad de humanos que vivimos en todo el globo.

No es para menos: según el más reciente informe de la ONU al respecto, actualmente somos 7.700 millones de personas las que habitamos el planeta, y para 2050 el número llegará a 9.700 millones.

Son cifras que acarrean una serie de desafíos a los que ninguna otra generación de humanos tuvo que enfrentarse, y que implican un mayor grado de dificultad en medio de una crisis de cambio climático.

Estos son algunos de los grandes interrogantes que el crecimiento demográfico plantea a la humanidad, y ciertas soluciones que, desde la tecnología, han emergido para intentar resolverlos.

1. Menos niños, más ancianos

En los últimos años, la esperanza de vida ha aumentado considerablemente. De hecho, desde 1900, la esperanza de vida promedio mundial se ha más que duplicado y ahora se acerca a los 70 años.

En contraste, hay unos niveles más bajos de natalidad. El informe de la ONU prevé que la tasa global de fecundidad, que bajó de 3,2 nacimientos por mujer en 1990 a 2,5 en 2019, disminuya aún más, alcanzando 2,2 nacimientos por mujer en 2050.

Es tal la situación que, en 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más a nivel mundial superaron en número a los niños menores de cinco años.

Un factor que agrava el problema es la mortalidad infantil, pues aunque la tasa llegó en 2015 a 4,3%, 10 veces menos que hace 2 siglos, sigue siendo alta, en especial en algunos países de África como Camerún –donde se sitúa en 148 por 1.000, haciendo de este el país número 18 entre los 20 con la mayor mortalidad de niños menores de 5 años en el mundo–.

Para reducir la mortandad de los recién nacidos, así como de sus madres, en este país ha surgido una iniciativa tecnológica que en tan solo su primer año llegó a más de 1.200 mujeres embarazadas en 15 comunidades, lo que aumentó la asistencia a la atención prenatal en un promedio del 20%.

Se trata de la plataforma móvil Gifted Mom, un sistema de envío de mensajes de texto que comunica a las mujeres embarazadas y madres de niños menores de 1 año información de gran importancia sobre la salud materno-infantil. Sin ningún costo, las mujeres también pueden escribir a la plataforma mediante el mismo medio y hacer una consulta a un médico especializado que les dará inmediatamente una respuesta.

Este es un claro ejemplo de cómo las TIC pueden aportar en los desafíos poblacionales con una idea, que además ya es replicable, pues ya ha comenzado a utilizarse en Nigeria y Mali.

2. Más bocas que alimentar

Al crecer la población, los recursos tienen que ser ampliados, lo que incluye los alimentos. Según un reciente informe hecho en conjunto entre la OCDE y la FAO, se prevé que la demanda mundial de productos agrícolas aumentará 15% durante la próxima década, y que detrás del crecimiento proyectado en el uso alimentario de productos básicos está el crecimiento de la población.

Producir y consumir responsablemente se convierte en una prioridad, y la tecnología puede ser un gran aliado para este fin, como ocurre actualmente en Ecuador, el país que está produciendo la primera barra de chocolate de valor compartido trazable con Blockchain.

De acuerdo con la publicación ‘The Future is Decentralized’, de la organización AltFinLab, esta tecnología tiene la capacidad de revolucionar la industria de los alimentos y bebidas. Por eso, de la mano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Ecuador y la Fundación Fairchain en Holanda, se está trabajando con agricultores y productores de Cacao de la provincia de Zamora Chinchipe, en el sur del Ecuador, que trabajan en plantaciones sostenibles libres de deforestación.

Gracias a la tecnología de Blockchain, los productores se empoderan de la comercialización de su producto, permitiendo una mejor trazabilidad de las cantidades a lo largo de la cadena de producción, y permite a los compradores hacer un consumo responsable, ya que pueden rastrear todas las transacciones e ingredientes de la barra de chocolate que están comprando.

El costo de implementación de la tecnología es bajo y le otorga a este producto un diferencial en el mercado, pues los datos en Blockchain no pueden ser manipulados, son completamente trazables y ofrecen una solución tecnológica confiable.

Debido a que casi todos los países dependen de las cadenas de suministro globales, la gestión eficiente y transparente de la cadena debe ser una prioridad para todos.

Al ofrecer un seguimiento de punta a punta, seguridad y bajos costos de transacción, la tecnología Blockchain puede cambiar los hábitos de producción y consumo a nivel mundial. Una solución replicable a otras regiones y productos.

Existen “fuertes oportunidades de crecimiento” en la región para producir frutas y verduras de alto valor, que brindan mejores oportunidades para los pequeños agricultores y dietas más saludables para la población. El informe señala que las políticas dirigidas podrían ayudar a los agricultores y consumidores a aprovechar estas oportunidades, al tiempo que protegen la base de recursos naturales de la región.

3. Un mundo con sed

El acceso al agua es un derecho del que miles de millones de personas siguen privadas en la actualidad, un tema preocupante cuando la población mundial supera los siete mil millones y se proyecta que la demanda global de este recurso aumente entre un 20% y un 30% con respecto a su nivel actual para 2050.

Pero las nuevas tecnologías pueden ayudar a hacer un uso más inteligente de este recurso tan esencial para la vida, combatiendo desde su contaminación hasta su desperdicio, sin afectar el entorno y generando eficiencia.

Y hay un país que se ha convertido en cuna de varias ideas para combatir la escasez del líquido y busca ser el Silicon Valley de las tecnologías del agua: Israel.

Fundado en una franja seca de tierra y cargado con el recibimiento de millones de inmigrantes, Israel ha estado preocupándose por el agua durante mucho tiempo. Cuenta con 5 plantas desalinizadoras –una de éstas la más grande del mundo–  que abastecen de agua al 75% del país; el 25% restante lo obtiene de fuentes naturales como la lluvia o el río Jordán.  

Cuenta con un ecosistema emprendedor que ha puesto esta necesidad mundial como una de sus prioridades, y un ejemplo es la organización TaKaDu, que se ha convertido en un importante aliado para empresas prestadoras de servicio del recurso hídrico en más de 13 países, con su software de análisis de datos instalado en la nube.

El desarrollo procesa los datos proporcionados por sensores y medidores repartidos a través de toda la red de suministro de agua de la compañía, y los combina con data de patrones de consumo de agua de uso doméstico e industrial, así como de probabilidades del clima.

Esto le permite a la empresa prestadora del servicio construir una imagen sofisticada de cómo se está comportando la red de agua; así como detectar, analizar y gestionar eventos e incidentes como fugas, activos defectuosos, problemas de telemetría, fallas operativas, calidad del agua y más, permitiendo atender en menor tiempo y evitando el desperdicio del recurso.

En Colombia, actualmente Empresas Públicas de Medellín se encuentra realizando una prueba piloto de TaKaDu para mejorar su eficiencia operativa, mejorar el servicio al cliente y reducir la pérdida de agua.

4. Las ciudades seguirán creciendo

De acuerdo con Naciones Unidas, el 55% de las personas en el mundo habita en las ciudades, pero se estima que esta proporción aumente hasta en un 13% de cara al año 2050.

Las urbes son grandes centros de consumo de recursos y servicios, y con las poblaciones urbanas en crecimiento y la infraestructura bajo presión, los gobiernos locales cada vez más confían en la tecnología para ayudarlos a solventar este problema.  

Prueba de ello son las cifras reveladas por un informe del IDC (International Data Corporation), que prevé que el gasto en ciudades inteligentes alcanzará los 158 mil millones de dólares en 2022; Singapur, Tokio y Nueva York serán los principales contribuyentes.

Así es como se ha popularizado el concepto de Smart City como aquella ciudad en la que el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones les permiten hacer que la infraestructura y servicios públicos que brindan a sus habitantes sean más interactivos y eficientes.

En materia de iluminación, por ejemplo, están las bombillas LED, que consumen entre un 80% y un 90% menos de electricidad, ubicadas en postes de luz inteligentes que no solo iluminan: gracias a tecnologías emergentes como Big Data o Internet de las Cosas, integran otras soluciones como la recolección de datos y análisis del tráfico, CCTV (Circuito Cerrado de Televisión) o cámaras de video vigilancia, sensores de contaminación del aire, zonas wifi, etc.

Por otro lado, el tema de basuras también es una preocupación latente que en la Ciudad Inteligente encuentra solución a través de herramientas como la que brinda Compology.   

Esta solución se basa en cámaras de alta tecnología y gran resistencia alineadas a un software que detecta los niveles de basura en los contenedores y notifica a los camiones de eliminación de desechos el momento más adecuado para recoger la basura.

Esta alternativa ya es una realidad en espacios como la Universidad de Stanford en los Estados Unidos. Y de manera similar, en Barcelona, con otro software: Moba, que recibe señales de una red de contenedores con sistemas inalámbricos que indican cuando un contenedor ha superado el 80% de su capacidad y necesita vaciarse, datos que se toman como base para planear la ruta de los camiones recolectores, ahorrando tiempo, dinero y combustible.

Como estas, son muchas las tecnologías que hoy se encuentran desafiando los principales retos que la sobrepoblación acarrea. Y usted, ¿qué otras conoce? Esperamos sus comentarios.

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María Camila Gómez Caballero

Comunicadora social y periodista de la Pontificia Universidad Javeriana, con experiencia en comunicación digital, redacción, gestión de redes sociales y alianzas estratégicas.

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