“El objetivo es transformar la educación en un proceso adaptativo, autónomo y entretenido, donde la tecnología amplifica las capacidades humanas en lugar de reemplazarlas”, afirmó Cristina López, secretaria general de la CUN, al referirse a su reciente alianza con Google para implementar la Inteligencia Artificial como eje de su programa educativo.
Según López, la meta es que la tecnología sirva para “amplificar las capacidades humanas en lugar de reemplazarlas“. Para la institución, que cuenta con más de 40 años de trayectoria y donde el 80 % del alumnado estudia en modalidad virtual, este paso representa una redefinición de su misión educativa.
El nuevo sistema se fundamenta en la personalización del aprendizaje. La secretaria general explicó que, dado que no todas las personas aprenden de la misma manera ni al mismo ritmo, la IA permitirá ofrecer rutas de aprendizaje personalizadas. Esto acelerará el acceso al conocimiento y garantizará que cada estudiante tenga una experiencia educativa única, siempre con el acompañamiento de sus profesores.
Para hacer posible esta transformación, la CUN ha concretado una alianza tecnológica con Google que le proveerá la infraestructura y las herramientas de IA necesarias. Esta colaboración es un componente clave para implementar el modelo a gran escala y asegurar el acceso a toda la comunidad académica.
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Un nuevo paradigma para estudiantes y docentes
Para López, la implementación de este modelo educativo implica un cambio fundamental en los roles dentro del aula, donde los estudiantes pasarán de ser receptores pasivos de información a convertirse en “protagonistas que cuestionan, analizan y crean con IA”. La idea es fomentar un aprendizaje activo a través de proyectos colaborativos, hackatones y laboratorios de innovación.
Por su parte, los docentes, ahora llamados ‘facilitadores’, adoptarán la función de ser “arquitectos de experiencias de aprendizaje aumentadas”. Su rol ya no será el de transmisores de conocimiento, sino el de guías que acompañan a los estudiantes en el uso de herramientas digitales para que logren una mayor autonomía y profundidad en su proceso formativo.
Para tal fin, López enfatiza que la institución ha llevado a cabo un proceso de capacitación intensivo para preparar a su cuerpo docente para este nuevo enfoque: “Su función es acompañar y guiar, no monopolizar el conocimiento. Han recibido procesos de reeducación enfocados en habilidades digitales, metodologías adaptativas y el uso pedagógico de la IA”.
Desafíos y visión de futuro
López reconoce que el proceso de cambio también presenta desafíos. Entre los principales retos se encuentran la gestión de la resistencia natural al cambio cultural, la necesidad de una capacitación permanente para los facilitadores y la adaptación a un modelo educativo que combina lo físico y lo digital, manteniendo siempre el equilibrio ético en el uso de la IA.
A pesar de los obstáculos, la CUN defiende la integración de estas tecnologías como un paso necesario y aconsejó a otras instituciones asumir este proceso: “La IA ya es parte de la vida cotidiana. El reto está en hacerse amigo de la herramienta y adaptarla éticamente a la misión educativa. Es un camino de transformación cultural tanto como tecnológico y solo funciona si las personas entienden su nuevo rol”, dijo López.